«Y que ninguno pudiese comprar ni vender sino el que tuviese la marca en la mano…» Apocalipsis 13.17
En estas épocas de
tribulaciones, caos y malas intenciones, desplegadas por el funcionario y sus
adláteres para mantener las garras de su
disminuido poder sobre los venezolanos, vemos con horror los medios que
han venido utilizando.
Enumerar se puede una serie de brutales violaciones al
estamento político opositor del país, que
analistas calculan esta muy por encima del 60% del registro electoral.
Pero antes aclarar debo que no hay intención alguna en estas
críticas de hacer énfasis en el
desconcierto y la desesperanza creadas por
una campaña electoral del régimen llena de amenazas, marranadas, vilezas
e infamias. Es simplemente un recuento de lo
sucedido para que no se nos ocurra aceptar encubrimiento de hechos punibles, bajo la
alfombra o en el closet de la ignominia. El poder ahora está en nuestras manos
y tenemos que esgrimirlo.
Rematan en estos días
con el resurgimiento de atentados y criminales actos contra la vida de
opositores políticos en ejercicio de derechos inalienables como ciudadanos.
Intentan igualmente restablecer el terror, al nuevo estilo Isis, pero
escondiendo su mano aleve bajo el manto
impune de asesinos motorizados comunes. Así fueron los crímenes ejecutados, en 2014,
aquella vez blandiendo las armas de la República en contra estudiantes, cuya única defensa ha
sido el talento y el intelecto para combatir la tiranía.
Cuando arriba
mencionamos violaciones se trata, además
de los sagrados derechos, como el de la vida; la excelente mitad buena de la Constitución
Nacional, -según menciona un autor consecuente de este medio de comunicación-
en temas de importancia actual sobre la
administración pública, cuyos servidores son de carrera, al servicio del Estado y no de parcialidad
alguna; así como el perjurio, la maledicencia y hace poco la aparente amenaza
de una «guerra a muerte» contra opositores al régimen, en equívoca comparación
con factores ineludibles durante la independencia. Este desatino, quizá puedan
corregirlo, si leen al menos Venezuela Heroica o profundizan con obras
históricas de Fortoul, Lecuna, Morón,
Pino, Luongo, Salcedo y muchos historiadores talentosos, o los archivos de la
Nación
El terror se trata de
imponer en Venezuela bajo la malhadada dirección de agentes extranjeros y
venezolanos, civiles y militares de alto rango irredentos que solo piensan que el poder es para disfrute personal, cualesquiera sean
los medios de sostén. Según fuentes periodísticas, el narcotráfico y el saqueo
de bienes se han recrudecido más, ahora
que las arcas nacionales están desvencijadas y vacías por el continuado
desfalco de sus fondos. Sin hacer caso
omiso a estos graves hechos, {imprescindible denunciarlos acerbamente en todos
los contextos} no debemos perder la
atención, ni disipar esfuerzos, porque importante también es lograr que el 6D se convierta en una realidad
de triunfo, con optimismo, firme decisión sin cortapisas.
Si el 6D se les ocurre hacer trampas, con el
aval de la desacreditada Unasur, los acompañamientos al votante, el arrastre de
personas y las amenazas a empleados públicos, tengan en cuenta que estaremos en
alerta ante estas transgresiones y
haremos valer la decisión del pueblo. No cederemos un ápice en lograr la
transparencia del supremo evento electoral. Para lograr ponerlos en fuga
debemos ocurrir masivamente a votar y no dejar espacio en blanco en el cuaderno
de firmas.
No hay miedo ni terror que valga ante nuestra firme determinación de
devolverle a Venezuela la ansiada recuperación del sistema democrático y darle con el foete al comunismo antillano. No
queremos ni vamos a hacer colas nunca
más en establecimientos comerciales,
públicos y privados para adquirir bienes, alimentos o medicinas, así nos
traigan –aunque descartado está- la bestia apocalíptica o el dragón mítico que
derrotaremos como lo venció San Jorge. Todo con la sutil pero más poderosa de
las armas: el voto.
A partir de Enero del 2016, con una mayoría en la Asamblea Nacional, encenderemos la luz, borraremos la marca de la bestia, liberaremos nuestros líderes ignominiosamente confinados, poco a poco nos desharemos de las alimañas y empezaremos la tarea ardua que se requiere para reconstruir a Venezuela. No excluye hacer un exorcismo político para liberarnos por siempre de los maleficios que han traído quienes participaron durante más de una década en flagrante traición a la Patria y traer a la justicia a estos transgresores.
Mauro
Parra
jmpzc@yahoo.com
@parratiticastro
Miranda
-Venezuela
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