La casi totalidad de los países que experimentaron el comunismo, después
de saborear su injusticia y la desilusión, retornan a la senda de la realidad,
a través de la producción de bienes dentro de la sociedad industrializada.
China, principal aliado económico de Venezuela, cumple con las viejas tesis
leninistas que postulaban que “Una de las características centrales del
imperialismo en su fase monopólica, consiste en el saqueo de las materias
primas por parte de las grandes potencias”.
Lo único que ha logrado desarrollar a la humanidad hasta la fecha es el
trabajo productivo. El deseo que es lo que moviliza al hombre y la razón que es
quien ordena esos deseos, encuentran sustento social a través del trabajo, el
cual es un atributo de la humanidad.
El capitalismo ha sobrevivido porque es dinámico. Ha hecho aportes a la
comodidad, la salud y los descubrimientos. Todos útiles a la sociedad. El 90%
de los avances médicos y tecnológicos provienen de los países con ese sistema.
Los líderes comunistas y sus familiares acuden allí para su atención médica.
El estado debe facilitar y ayudar a democratizar la economía dándole
oportunidades a todos y no a un grupo minoritario de privilegiados, que en el
gobierno sea cual fuere su ideología, se benefician de la riqueza y del
esfuerzo de su población. ¡Un recurrente proceder en Latinoamérica!
El “socialismo” se caracteriza ante todo, por la estatización que
liquida al trabajo creador. El enemigo
de la producción es la burocracia, base del sistema socialista. Ella es
improductiva y en gran parte corrompida, creando estancamiento, escasez y frustración.
Un ¡NO! rotundo a la tradición clientelar de la política en Venezuela,
pues sería el inicio de otro gran fracaso. No, a las ofertas del populismo aun
cuando estas se disfracen de Socialistas o Democráticas.
"Adhuc Stantes"
Cesar Guillen Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
Caracas - Venezuela
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