Aunque sabedor del viejo precepto que reza que los militares son leales
hasta que dejan de serlo, debo confesar que me tomó por sorpresa su
intervención democrática en las pasadas elecciones del 6D. Esperaba lo que ya
Maduro, Diosdado y Tiby nos tenían preparado, con la consiguiente aceptación
del fraude por la oposición oficial. Pero todos nos sorprendimos empezando por
esa oposición.
Sin embargo, algunas de las miles de explicaciones posteriores que circulan
por las redes apuntan a negociaciones previas de ciertas cúpulas
cuarto-republicanas con los personeros de siempre del régimen a fin de negociar
una supuesta transición. ¿Quién sabe? A veces la realidad resulta ser más
increíble que la ficción. Pero mejor descendamos de la nube de especulaciones y
aterricemos en la realidad. La oposición oficial se hizo con la Asamblea
Nacional con la ayuda de los militares. Cabe entonces de seguidas la gran
pregunta: ¿estarán a la altura del compromiso entregado a ellos por la
población?
Las primeras de cambio no parecen ser muy alentadoras. Desde los gestos
de Henry Ramos Allup en la toma de posesión (ver
http://www.el-nacional.com/politica/Soprendentes-gestos-Ramos-Allup-Caracas_0_754124587.html)
hasta los consejos de Henrique Capriles a los ganadores del 6D (ver
http://www.el-nacional.com/sociedad/Vea-consejo-dio-Capriles-ganadores_3_754754538.html)
pareciera que ese triunfo opositor no decanta en la sindéresis que se requiere
para abordar la pavorosa crisis que se nos avecina en 2016.
Este tipo de manifestaciones de la oposición oficial al triunfo el 6D –
tal vez inicialmente muy entendibles tras 17 años de derrotas – son el
catalizador de las virulentas reacciones de los personeros del régimen que ya
adelantan acciones para entorpecer la agenda de la próxima Asamblea Nacional.
Ya el ring está montado para un enfrentamiento entre los dos principales
poderes políticos del Estado, con los venezolanos de espectadores en primera
fila. Pero ¿saben qué? los venezolanos estamos obstinados del enfrentamiento y
el odio permanente, que lo que ha traído como consecuencia ha sido la
destrucción del aparato productivo, resultando en hambre y miseria para nuestro
país.
Si algo demostró la masiva votación reflejada el 6D y unas elecciones
parlamentarias convertidas en un plebiscito, fue que los venezolanos lo que
necesitan es que ALGUIEN se ocupe de los principales problemas que los aquejan,
y que dos poderes enfrentados muy poco harán para sacar al país adelante. La
Asamblea Nacional no es el órgano ejecutivo del Estado y por más que los
candidatos hayan prometido que al ganarla se resolverían los problemas, ESO NO
ES CIERTO.
Y no puede serlo puesto que es el órgano contralor y legislador, no el
ejecutor. Por lo que cualquier iniciativa de cambio será permanentemente
obstaculizada, y mientras los poderes se deshacen en el enfrentamiento, los
venezolanos nos moriremos de hambre, mientras el capital de confianza depositado en esos votos del 6D en una nueva
Asamblea Nacional se verá destruido a los pocos meses –quizá semanas- de
haberse otorgado.
Entonces, decretado ya el enfrentamiento, los venezolanos seremos
testigos de las acciones a las que recurrirá la nueva Asamblea Nacional para
evitar que ese capital político se deshaga. De acuerdo al resultado de la
primera reunión de los 112 diputados opositores electos, su principal vocero
Jesús Torrealba advierte “que si el gobierno se empeña en frenar el trabajo de
la nueva Asamblea Nacional, los legisladores recurrirán a los mecanismos
constitucionales para lograr sus objetivos… Si el gobierno se opone al deseo de
cambio y justicia, activaremos los caminos que la Constitución contempla para
el cambio de gobierno, señaló en referencia a una eventual constituyente,
revocatorio, reforma o enmienda” (ver
http://www.el-nacional.com/politica/diputados-MUD-prioridad-agenda-reivindicacion_0_754724706.html).
Y esto no es más que la crónica de una muerte anunciada, Gabo dixit. Tal
y como lo indicáramos en la nota anterior (ver El costo de las bayonetas en
http://ticsddhh.blogspot.com/2015/12/el-costo-de-las-bayonetas.html) el
gobierno y su Asamblea moribunda se aprestan a desalojar a los nuevos
legisladores de su sede del Capitolio Federal el 1ro. de enero de 2016 “como
parte de la radicalización de la revolución”, en un acto simbólico, para
entregárselo al “Poder Popular”, como lo reseña Luis Felipe Colina en La Razón
de este domingo 13 de Diciembre, justo antes de la entrega de la Asamblea a los
nuevos diputados. Mayor desconocimiento de la voluntad del pueblo demostrada el
6D imposible. Como dijimos, eso se lo aplicaron a Antonio Ledezma al ganar la
Alcaldía Metropolitana de Caracas y pretenderán hacerlo ahora con la nueva
Asamblea Nacional, para luego despojarla de sus atribuciones pasando por encima
de la Constitución.
Tanto el pueblo chavista (aquellos que una vez creyeron y que siguen
creyendo en las consignas de Hugo Chávez, y que todavía esperan respuestas)
como el opositor, votaron masivamente para que se corrigiera el rumbo del país.
Y el régimen que lo conduce se niega y se negará a hacerlo como lo están
demostrando. Por lo que seguir esperando que corrijan el rumbo no solo es
inútil sino que malgasta un tiempo que la población no tiene. Se impone
entonces buscar la RECONCILIACION pero con las bases mismas de la población. Lo
hemos dicho innumerables veces: la solución es la convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente, pero esta vez el pueblo abrió la posibilidad que fuera
de la mano de la propia Asamblea Nacional.
Sin embargo esto no será fácil. Los principales líderes de la oposición
oficial siempre han sido enemigos de la solución constituyente. Pero ahora la
situación se les está imponiendo. Aun cuando los 112 diputados opositores
decidieran en sus 2/3 convocar a una Constituyente, aún queda el problema del
CNE y sus Rectores gobierneros.
La Asamblea Nacional deberá previo a una siguiente elección de cualquier
naturaleza, no solo cambiar a estos Rectores en el CNE, sino modificar la Ley
Orgánica de Procesos Electorales (LOPE), para poderle garantizar a los
venezolanos elecciones transparentes y auténticas, comenzando por eliminar el
escrutinio automatizado previsto en su Artículo 141, que deja a las maquinitas
de Tiby la decisión de quienes resultan electos, y la restitución del
escrutinio manual del 100% de los votos de los venezolanos.
Asimismo, establecer los mecanismos para no ir a un siguiente proceso
electoral sin una auditoría completa del Registro Electoral y la revisión
profunda de todo el proceso, con la eliminación de sistemas perversos como el
SAI y las captahuellas, así como la RESTITUCIÓN inmediata de la
proporcionalidad en cualquier elección del país. Y eso solo para comenzar…
Sin embargo, TODOS los diputados electos el 6D lo han sido con un CNE
corrupto que muchos hemos cuestionado
incansablemente y que ha sido más defendido por la oposición que por el
régimen. Con lo cual dudamos que sea posible, no solo ir a una Constituyente
con la actual composición de partidos opositores, sino que les interese cambiar
la actual Ley electoral, que les ha dado una mayoría calificada con un sistema
de proporcionalidad que ahora sobre-representó a la oposición, como antes lo
hizo con el régimen.
Si los partidos y los dirigentes que resultaron electos no entienden que
están en una posición única para cambiar la situación del país y sus
instituciones, en particular la electoral, CONVOCANDO a las bases del pueblo
venezolano, chavistas y opositores, para dirimir un NUEVO PACTO SOCIAL Y UN
NUEVO PAIS en una Asamblea Nacional Constituyente, jamás se detendrá la
confrontación ni se verán satisfechas las demandas que les dieron los votos el
6D. Tendrá entonces la misma sociedad, en medio de la más espantosa crisis, que
generar sus propios anticuerpos para salir adelante…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela
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