La carta que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha enviado
al presidente Maduro http://noticiaaldia.com/2016/01/almagro-envia-misiva-a-maduro-carta-democratica-interamericana-me-obliga-a-actuar-si-se-afecta-proceso-politico- revela al menos dos cosas. La primera de
ellas es que quien hoy día ejerce dichas funciones tiene la atribución legal y
política requerida para iniciar el proceso de puesta en marcha de la Carta
Democrática Interamericana.
La segunda constatación es la de la abismal
diferencia entre quien hoy conduce la OEA y su predecesor –Insulza- un
verdadero alcahuete que durante años supeditó los altos objetivos de la OEA a
sus aspiraciones personales de llegar a la presidencia de su país (Chile) para
lo cual tuvo que complacer deseos de varios auto-designados nuevos libertadores
del continente además de manejarse con el guavineo que fue la marca de su
gestión. Hoy día –a nivel de Secretaría General- las cosas parecen haber
cambiado sustancialmente para mejor.
No sucumbiremos aquí a la tentación
profesoral de adelantar un análisis jurídico acerca de las atribuciones
que puede o no tener el Secretario General de la OEA como instrumentador, o
garante o impulsor de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana
cuando en algún país del continente se quiebra –o amenaza quebrarse- el orden
constitucional. Tampoco entraremos en el
debate acerca de si la comunidad internacional (organizada jurídicamente o no)
tiene el derecho –o acaso el deber- de garantizar la vigencia mas ajustada
posible del orden democrático en la región o si hacerlo atenta contra una
visión sesgada y ya obsoleta del concepto de soberanía estatal.
Luce obvio que en Venezuela se ha cumplido ya el requisito del quiebre
constitucional. No es cierto que tal “quiebre” pueda llevarse a cabo tan solo
por que la Fuerza Armada Nacional desplace al Ejecutivo y/o algún otro de los
poderes del Estado. No hay que ser muy
ducho en materia constitucional –y menos aún política- para concluir que la
designación de los magistrados hecha en forma espuria a fines de diciembre por
la Asamblea o las medidas cautelares adoptadas por la Sala Electoral del
Tribunal Supremo constituyen golpes de Estado que sin duda rompen con el orden
constitucional. Ya no es cierto pues que solo puedan ser los uniformados
quienes perpetran los golpes. Se acaba de demostrar.
Tambien es obvio que en la región existe un consenso –al menos teórico
y/o de discurso político- acerca de que la democracia es la única forma de
acceso y ejercicio al poder. Igualmente aceptada es la distinción entre
“legitimidad de origen” versus “legitimidad de ejercicio” y por ello es evidente
que el gobierno actual gozando de la primera carece de la segunda y por tanto
se da la condición requerida para que la comunidad internacional actúe no como
instrumento de ningún imperio maligno sino como consecuencia de un compromiso
aceptado, firmado y recontracelebrado por todos sus miembros.
Es posible que alguno de los “chicos rebeldes” del continente vociferen
y ataquen la valiente carta del Secretario Almagro a Maduro, hasta el momento
de escribir estas líneas ello aun no ha ocurrido y aun si ocurriera quedaría
muy claro que quienes estén dispuestos a secundar el camino dictatorial del
gobierno de Venezuela serán pocos, con voz apenas necesaria como para cumplir
con el antiguo Mecenas y para cuidar sus espaldas a nivel doméstico. Tambien
habrá que interpretar los silencios que hayan.
Un simple repaso del giro dado por la escena internacional demuestra la
verdad de lo que se acaba de afirmar. No se diga Estados Unidos y Canadá cuyas
posiciones llevan ya largo tiempo, ahora Argentina se suma por toda la mitad
del medio, en Chile el Ejecutivo aun guabinea pero los demás poderes ya han
emitido opinión, Paraguay ya no come cuento, Uruguay quiere jugar en la mitad
del campo pero se ve que el coranzoncito chavista ha mermado, Perú es mas que
elocuente con su silencio, Brasil no está en condiciones de cazar mas peleas
que las que ya tiene a nivel interno, Costa Rica va por todo el cañon, Panamá
navega según los vientos, el Caribe ya demostró lo que era de anteojito: que se
vende al mejor postor por que no les queda otra y así pudiéramos seguir con una
lista que demuestra que el encantamiento con aquel discurso reivindicador del
Comandante Eterno duró mientras existió la dádiva tal como era de esperar y fue
advertido mil veces desde esta misma columna.
Siendo ello así no es entonces el caso de abundar en preciosismos
jurídicos ni diplomáticos. Seguramente que la iniciativa de Almagro no
alcanzará la etapa de votación en el Consejo Permanente o en otros órganos pero
ya es evidente – y lo será mas con el paso de los días- que la impunidad
internacional se le acabó a Maduro y su
combo.
Asimismo a nivel interno es de esperarse que los próceres bolivarianos
que ejercen el gobierno se desgañiten en discursos que pretendan inflamar el
nacionalismo y hagan caso omiso de condenas y sanciones. Pero… Vladimir Putin
que es mucho mas poderoso que la dupla Maduro/Cabello tuvo que bajar su orgullo
cuando las sanciones puestas por la Unión Europea y Estados Unidos comenzaron a
hacer estragos en la economía rusa que intuimos debe ser mas poderosa y
diversificada que la venezolana.
Adolfo P. Salgueiro
apsalgueiro1@gmail.com
@apsalgueiro1
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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