La renuncia de Maduro
seria el mal menor y menos costoso para evitarle al país males mayores y
regresar a la institucionalidad democrática
La renuncia de Maduro
es un asunto prioritario en la agenda no solo de los factores democráticos, sino
también del oficialismo
–obstruccionismo-, al tratar de mantener a Maduro al costo que sea,
quien se ha convertido para el chavismo en “el hombre del bacalao” debido a sus
incapacidades y limitaciones para solventar el pesado morral de errores que son
el dichoso legado de Chávez
La renuncia está en
puertas, no porque Henry la haya decretado; sino porque la situación económica
es insostenible. Maduro es prisionero de las trampas caza bobo que monto Chávez
para luego prensarlos, al permitir que determinados factores robaran, se
emborracharan de poder y gozaran de impunidad con negocios truculentos con las
tasas cambiarías, con la ficticia importación de alimentos y medicinas y peor
aún el tráfico de drogas. La grave situación económica empeorada por un paquete
económico hambreador, será el detonante de la crisis social que llevara a
Maduro a renunciar, como producto de sus limitaciones como conductor político
de un proceso que se hunde como el Titanic en las gélidas aguas del rechazo
popular.
La historia está
llena de renuncias dignas y honorables: el Capitán General Vicente Emparan el
19 de abril de 1810 dio paso al proceso independentista latinoamericano; el
general Charles de Gaulle, héroe de la WW II, renuncia (1969) como consecuencia
de perder un referéndum producto de una crisis social que termino en el Mayo
Francés; Richard Nixon (1974) renuncia al mentirle al país en el caso
Watergate; y más reciente el sempiterno embajador en Portugal, general Lucas
Rincón, despertó al país anunciando que le había pedido la renuncia al
presidente Chavez.
Es así que la
renuncia a los cargos públicos es algo natural como los vapores de fantasía de
Andrés Eloy Blanco; lo único que hay que ser como los toreros: tenerlas bien
puestas y tener pundonor para irse cortarse la coleta cuando no le quieren.
El país está harto de
las vicisitudes que los castros, Chávez, Maduro y el Socialismo del Siglo XXI
le han impuesto; así como el pueblo el 19 de abril le dijo no al Capitán
Emparan y De Gaulle perdió el referéndum; el pasado 6 de diciembre el país le
dijo claramente a Maduro: basta de mentiras y falsas promesas, con mi comida y
salud no te metas.
Cada día son más los
factores sociales que solicitan la renuncia pero Maduro pareciera ignorar que
Chávez decía: el que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea, la
renuncia es solo cuestión de valor y dignidad.
Jose Gerson Revanales
grevanales@gmail.com
@grevanales
Internacionalista
Caracas - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario