Venezuela, duele ver
como te entregan tus hijos, como te reparten al mejor postor, sin importar el
futuro. Y tortura aún más maginar qué será de la patria en unos años. Quienes
hoy te desnudan al exterior te traicionan dos veces. Primero traicionan el mañana del país y luego engañan
los ideales del amor y la defensa de la nación, única vez que un gobierno de
izquierda rompe y viola la soberanía de forma tan descarada y ambigua a la vez.
Los jerarcas critican
el entreguismo al imperialismo norteamericano, como buenos socialistas que son
en el discurso. Pero al mismo tiempo le clavan una puñalada por la espalda a
Venezuela al aplicar medidas para raspar la olla, como de forma criolla decimos
los venezolanos. Y raspar la olla ahora en Venezuela significa entregar lo poco
que nos queda, que son fundamentalmente nuestros minerales o recursos naturales
principales: petróleo, gas, diamantes, etc. Eso es un vulgar robo, esto no
tiene otra palabra.
El brazo principal
para finiquitar la entrega de la patria ha sido PDVSA. La estatal petrolera
venezolana y la empresa rusa Rosneft firmaron un acuerdo de participación
conjunta con 50% de participación accionaria para cada una de las empresas,
cuya misión será la ejecución del proyecto a gran escala para la producción,
tratamiento y venta de gas natural en los campos Costa Afuera: Patao,
Mejillones y Río Caribe en Venezuela. Lo interesante es que este ambicioso
proyecto tendrá como operador a Rosneft y Venezuela hará el papel solo de
acompañante o títere útil para el negocio.
Otra medida para
entregarnos al capital foráneo ha sido el acuerdo con la misma Rosneft, para
elevar la participación accionaria de la estatal rusa de 16% a 40% en la
empresa mixta PETROMONAGAS. Para esta negociación Rosneft paga quinientos
millones de dólares a Venezuela, que seguramente los incompetentes usaran para
colocar curitas a los problemas de nuestra fracturada Venezuela.
Pero no solo gas y
petróleo han sido los recursos para entregar, también hemos pactado con el oro
de por medio. Ya que PDVSA negoció con la empresa transnacional canadiense Gold
Reserve, para constituir una empresa de capital mixto, con 45% de participación
accionaria para la empresa de Canadá y 55% para Venezuela, la misión de la
empresa será explotar las minas del área minera del Orinoco. Para ello firmaron
un acuerdo de inversión por 5 mil millones de dólares, 3 mil millones de
dólares destinados para constituir la empresa de capital mixto y 2 mil millones
de dólares como un préstamo a Venezuela. Otra vez más plata para tratar de
remendar el entuerto que han originado, y para endeudarnos aún más, y
consolidar el déficit histórico que hasta nuestros hijos y nietos tendrán que
pagar. Cabe destacar que el Gobierno venezolano y Gold Reserve anteriormente
estaban enfrentados en un duelo, que requirió la intervención del CIADI (Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). Para ser
francos el hambre por el dinero los llevo a dejar atrás esos conflictos, y
aliarse con sus adversarios por la soberanía.
Lo último que han
hecho es reunirse con empresarios de Dubái integrantes del proceso Kimberley,
para planificar un acuerdo de entrega de concesiones de explotación de las
minas de diamantes en el estado Bolívar.
Es de resaltar que
todos estos actos han estado antecedidos por la venta de nuestro oro. Ese mismo
que trajimos a Venezuela hace algunos años ahora lo llevan a Suiza, para
venderlo bajo operaciones Swap y argumentando que los lingotes no poseen la
calidad total lo entregan, como si se tratara de unos caramelos. Esta artimaña busca apresurar la venta y
obtener el dinero, aún sin importar que por la negociación se perciba menos
ingresos de los que justamente deberían otorgarse por el preciado mineral.
En pocas palabras se
esta buscando dinero como sea y sin importar nada. La olla está a punto de
echar sangre y la camarilla apuñala la soberanía, la independencia, la dignidad
y los principios sagrados de defender a la patria.
Los traidores han
optado por ser unos arrastrados compulsivos practicantes del Neoliberalismo
Rojo.
Jesus Eduardo Bolivar
Bello
jesuseduardobolivar@live.com
@jesuseduardobo1
Anzoategui -
Venezuela
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