¿SERA ESO BUENO?
Los norteamericanos votaron en noviembre pasado por el “cambio”, palabra mágica que todos los
políticos utilizan para obtener la victoria sobre el “continuismo” no importa
mucho que tipo de cambio se propone ni que continuismo se descarta. El caso Trump confirma la precedente
afirmación. Falta saber ahora si ese cambio –de concretarse- será para mejor o
no. Este columnista, a la luz de las primeras dos semanas de ejercicio del
nuevo presidente, abriga serias dudas.
La exposición a los medios escritos y televisivos de los EE.UU. mas la
lectura de la prensa norteamericana y del mundo “civilizado” (Europa,
Latinoamérica etc.) va revelando un creciente sentimiento de miedos y temores
originados en las primeras acciones del recién inaugurado inquilino de la
Oficina Oval. No es que en su campaña el hombre no hubiese prometido cosas insólitas
sino que la gente se está sorprendiendo que el señor esté cumpliendo sus
bizarras promesas electorales con
una velocidad y contundencia cuyas consecuencias habrá que evaluar a medida que
pase el tiempo.
En materia de política exterior Mr. Trump ha comenzado con los trámites
para la construcción del muro en la frontera con Mexico lo cual seguramente es
legal - aunque posiblemente
inconveniente- dentro de su territorio. Lo que es tanto insólito como humillante
es que el señor insista en que el costo de tal emprendimiento -cuya partida presupuestaria aun no existe-
sea pagado por Mexico y no solo eso sino la forma grosera y atropelladora con
que tal asunto ha sido planteado al presidente Peña Nieto quien , por
necesidad, convicción o presión política se vió en la necesidad de preservar la
dignidad nacional cancelando abruptamente la cita que estaba pautada para
llevarse a cabo en Washington durante la semana que hoy culmina.
Es así como Trump, quien se proclama como el campeón mundial de las negociaciones
exitosas debuta no pudiendo reunirse con quien iba a ser la otra parte de una
agenda bilateral que tiene muchos e importantes temas que tratar. Hay quienes
creen que este ha sido el primer fracaso diplomático de la nueva
administración. Compartimos esa opinión. Además , si así se arranca con América
Latina, no luce muy favorable el pronóstico a nivel continental. El
endurecimiento ya vigente para obtener
visa de ingreso a los EE.UU. es una muestra palpable a nivel individual para
los venezolanos que tengan ese plan.
Sigue el tema de las restricciones temporales de entrada para nacionales
de siete países (todos árabes y mayoritariamente musulmanes) mas la prohibición
total para refugiados provenientes de Siria. Llama la atención que en el listado
de indeseables no se incluya a Arabia Saudita (cuyos nacionales fueron los
autores del atentado contra las torres gemelas de NY), ni Egipto, ni
Afganistan (con el cual EE.UU. está en guerra). Imagínese Ud. lector que
mañana la dupla Maduro/Aissami dice o hace cualquiera de las locuras que les
caracterizan y Trump agrega a Venezuela
a la lista. Ud. , yo y miles de compatriotas quedamos etiquetados como
indeseables así seamos cristianos, capitalistas, oligarcas, escuálidos,
simpatizantes de la MUD, pro-gringos etc. A lo anterior agréguele que la directiva (“executive order”) fue
aplicada a quienes ya estaban en vuelo cuando la misma fue emitida y resultó en
la negativa de su ingreso. Menos mal que allí sí hay independencia de poderes y
una jueza invalidó gran parte de los efectos de tamaño despropósito y su
sentencia se acata sin discusión.
Sigamos con el inicio de la implementación de la promesa de deportación
de inmigrantes ilegales incluyendo aquellos que fueron llevados a los EE.UU.
siendo apenas infantes (“dreamers”). Probablemente tal acción sea legal pero no
parece útil en un momento en que los EE.UU. tienen el menor nivel de desempleo
de los últimos treinta años (4%) . Naturalmente habrá que revisar y castigar a
quienes se hayan comportado mal y sean indeseables pero no parece lógico
extender la medida a once millones de personas, desintegrar familias ni
calificar a los mexicanos en general como criminales y violadores. Si a los venezolanos nos ofende
que el vicepresidente de Colombia nos haya llamado “venecos” y que los
españoles nos denigren como “sudacas”, no valdrá el mismo argumento para los
mexicanos y otros latinoamericanos que han buscado vida mejor en el norte?
Renegociar acuerdos comerciales multilaterales o bilaterales, dentro del
marco de cada tratado respectivo, es un derecho que no se discute. Lo que sí
amerita analizase es si el regreso al aislacionismo, la guerra comercial, los
aranceles proteccionistas y otras prácticas que ya han probado ser malas será
bueno para los EE.UU. o no. En todo caso serán los habitantes de ese país
quienes carguen con la consecuencia de ese regresionismo pero –lamentablemente-
en un mundo global e interdependiente en el que las reglas han sido acordadas
por las partes (OMC, NAFTA,ONU, BITS, etc) no luce que el “bulliying” sea una
buena práctica para ninguno de los involucrados y menos aun para el consumidor
norteamericano que tendrá que pagar mas caro por los productos importados que
compre. Todo ello sin considerar que China atesora trillones de dólares en
bonos del gobierno norteamericano los cuales puede manipular con desastrosas
consecuencias para Washington y el
mundo.
Como aquí no nos proponemos hacer un inventario de agravios no
abundaremos mas en ellos. Solo se trata de someter a la consideración de
quienes nos leen el clima de preocupación –y en muchos casos de terror- que el
deseo de “cambio” expresado libre y
legalmente por los norteamericanos en noviembre (sin contar con que Trump
obtuvo tres millones menos que Hillary en el voto popular) está generando en amplísimos sectores de la
sociedad gringa y mundial. A lo mejor pronto se dan cuenta que cometieron un
error, igual como les está pasando a los británicos que luego de votar por el
Brexit ya casi se arrepienten y buscan
como “manguarear” para salirse de la suerte.
Adolfo P. Salgueiro
apsalgueiro1@gmail.com
@apsalgueiro1
Internacionalista
Miranda - Venezuela
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