UNA ASPIRACIÓN REALIZABLE: LA DESCENTRALIZACIÓN
Rescatemos la patria de la provincia, hoy castigada por el oprobioso y
anti-histórico centralismo impuesto por la patria mala de Chávez. Desde su
aparición, la revolución comenzó a potenciar el presidencialismo y a revertir
la descentralización, la bandera que izamos en los años noventa, con el fin de
salvar la democracia y dejar atrás la tendencia histórica de 150 años de
reducción y vaciamiento de las competencias de los Estados.
Acusada de ser un proceso peligroso y desintegrador, la
descentralización es desmantelada para dar paso a un régimen sin contrapeso
alguno y que descansa en la más perjudicial concentración de poder. El
Gobernador de cada Estado, en extremo subordinado a Caracas, terminó quedando
como jarrón chino divorciado de los ciudadanos bajo su administración. El
ejercicio de la democracia participativa se pulveriza en razón del improvisado
montaje del Estado Comunal del Socialismo del Siglo XXI, a partir de formas
organizativas en inevitable descomposición: consejos comunales, comunas,
unidades productivas socialistas, empresas expropiadas, etc.
Ante el caos resultante, la patria de la provincia clama por
Gobernadores demócratas, que enfrenten el autoritarismo, la hegemonía de las
decisiones y la reproducción de los males propios de la dedocracia. Los
ciudadanos ya han comprendido lo que significa apostar por individuos culpables
de la reproducción de flagelos propios de un modelo que, al empobrecer los
niveles de democracia, nos retrotraen a la Venezuela del siglo XIX: corrupción,
ineficiencia, compadrazgo, formación de tribus, miseria.
En respuesta a ese clamor, deberíamos emprender una cruzada desde la
patria de la provincia. Deberíamos empujar un movimiento de presión que,
teniendo como eje a los partidos políticos y como fortaleza a la sociedad
civil, se plantee articular plataformas sociales dinámicas, plurales e
incluyentes que busquen conquistar el corazón de la gente y canalizar las
expectativas de cambio, despertando la esperanza en la construcción de un
sistema democrático genuinamente sustentado en el poder de los gobernadores.
Los resultados electorales del 6D 2015 pusieron en evidencia la
existencia de reservas democráticas que se pueden multiplicar, si la cruzada es
encausada conforme a una agenda dirigida a evocar las bondades de contar con un
Gobernador comprometido con sus responsabilidades y dispuesto a luchar para que
se retome el detenido y revertido proceso de transferencias de competencias
desde Ejecutivo Nacional hacia los Estados.
La agenda ha de exaltar las justas reivindicaciones a obtener si, por
ejemplo, les devolviéramos a los Estados la administración de las carreteras,
autopistas, puertos y aeropuertos, funciones que, además de importantes fuentes
de ingreso, son de la "competencia exclusiva" de los Estados, según
reza en el artículo 164 de la Carta Magna.
También ha de hacer valer el artículo 157 de la misma Constitución: “La
Asamblea Nacional, por mayoría de sus integrantes, podrá atribuir a los
Municipios o a los Estados determinadas materias de la competencia nacional, a
fin de promover la descentralización”.
Es decir, podríamos poner a la gente a soñar con la eficiente prestación
de un sinnúmero de servicios perversamente concentrados por el Poder Nacional,
si logramos pasarlos a manos de los Estados: obras públicas, administración de
riesgos y urgencias, políticas de sanidad, vivienda, ambiente, turismo y ordenación
del territorio, políticas y servicios de salud y educación o régimen de
servicios públicos domiciliarios, en especial, electricidad, agua potable, y
gas.
Con una cruzada que desde la patria de la provincia abogue por la
descentralización, ganaríamos el músculo necesario para exigir ante el CNE el
cumplimiento de las ya vencidas elecciones regionales.
Si comenzamos con la celebración de primarias para la escogencia de
candidatos y no olvidamos que no es posible cerrarle el paso a un pueblo que
quiere elegir, la cruzada cristalizaría en un invencible enjambre,
conscientemente organizado y diseminado cual polvo transportado por brisas
libertarias a lo largo y ancho de la geografía de cada Estado.
Rosa M. Estaba
rosaestaba@gmail.com
@rosaestaba
Caracas-Venezuela
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