CULPABLES DEL DIALOGO FRACASADO
El reciente descubrimiento por el Gobierno de una supuesta conspiración
militar nos obliga a darle unos toques a las elaboraciones, que veníamos
haciendo sobre el escenario político nacional. Considerábamos muy baja la
probabilidad de una salida militar golpista, quizás influenciados por la
propaganda oficial, que habla de la existencia de una conducta monolítica de la
FANB de respaldo al régimen “bolivariano”. La unanimidad del alto mando parece
ser cierta, impulsada por el papel preponderante que tienen hoy los militares
en el Gobierno, donde sobre pasan al sector civil. Las prebendas y privilegios
otorgados a los hombres en armas, quienes indudablemente viven mejor que sus
pares civiles, nos llevaban a pensar que incluso en la oficialidad baja y media
el respaldo al régimen de Maduro estaba garantizado. El propio gobierno se ha
encargado, con su cuento de la conspiración, de sacarnos del error.
El régimen avanza en la dirección de no realizar elecciones hasta
diciembre de 2018, cuando corresponde hacer la elección presidencial, la cual
es mucho más difícil suspender y posponer. No es que no deseen evitarla, pues
ya varios de los voceros gubernamentales han dicho que “revolución no hace
elecciones” o que si las hace “es para ganarlas”. Algunos han llegado a afirmar
que el pueblo no tiene derecho a votar contra la revolución que los beneficia.
Más claro, imposible. Pero suspender la elección presidencial sería difícilmente aceptado por
la comunidad internacional; no así las de gobernadores y alcaldes, a las que se
da mucha menor importancia. Avanza también el chavecismo gobernante en la
eliminación de los partidos políticos de la oposición, de la MUD
principalmente, para tratar de establecer en el futuro un régimen
monopartidista. Entre los eliminados estarían también algunos de sus aliados,
disposición que le quita fuerza a esta decisión.
Los mediadores internacionales del diálogo, que más bien parecen unos
funcionarios del Gobierno, sobre todo Don Rodríguez, quien, para quitarse de
encima lo común de su apellido, hace que lo llamen por el apellido de su madre,
son responsables, junto con ciertos factores de la MUD, del fracaso del
diálogo, pues le permitieron al Gobierno en forma impune incumplir los
compromisos adquiridos.
Parecería que partidos opositores de la MUD han
trabajado en consenso con el Gobierno y los mediadores, para que no haya elecciones
sino hasta diciembre de 2018. El Gobierno estadounidense sería parte de esta
negociación, impulsado por su interés en terminar exitosamente las
conversaciones y acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, que
fueron apoyadas por el gobierno venezolano. Salir de esto para ocuparse después
de Venezuela no parece una decisión absurda.
Quizás por esta última razón, el Gobierno venezolano no responde las
actuaciones de Donald Trump con la virulencia que aplicaba al expresidente
Obama, para no poner en peligro un acuerdo que le da cierta tranquilidad hasta
el año 2018.
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Caracas-Venezuela
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