PRIORIDAD EN LO ECONÓMICO
Y EN LOS SOCIAL
Varias veces nos hemos referido a la estrecha relación que existe entre
la política y la economía. Pero también hemos expresado que cada una de ellas
tiene sus propias particularidades y áreas de compromiso. En la Venezuela de
hoy más que nunca estamos sufriendo por la confusión que existe en nuestros
líderes, sean oficialistas o de
oposición, cuando mezclan ambos conceptos como si fueran uno solo.
La economía del país será mejor o peor según sea buena o mala la
aplicación de la política económica del gobierno de turno. Ello obviamente
deberá tener repercusión en el terreno político en cuanto a la aceptación o
rechazo de la población sobre el equipo gobernante, que se reflejan en las
urnas electorales.
Nuestra Constitución define claramente las atribuciones y
responsabilidades de los distintos Poderes Públicos Nacionales. El Poder
Legislativo lo integran los diputados elegidos por la población, por lo que es
el máximo representante de la voluntad popular y su función es esencialmente
política; actualmente sus funciones las ha absorbido el Tribunal Supremo de
Justicia a través de unas decisiones jurídicas que muchos venezolanos no
entendemos. En el Poder Ejecutivo solo el Presidente de la República es
designado por elección popular y su función es esencialmente gerencial. A los
miembros del TSJ y del CNE los designa la Asamblea Nacional.
En Venezuela estamos padeciendo graves problemas económicos y políticos.
Los problemas económicos afectan a toda la población en general, de manera
especial a los sectores de menores recursos. Los aspectos políticos tienen
fundamentos morales, éticos, legales e ideológicos que también afectan a toda
la población pero con menor repercusión cotidiana que la originada por la
escasez y desabastecimiento de productos esenciales y por la inoperatividad de
los servicios públicos.
La polarización ha creado un duro enfrentamiento entre gobierno y
oposición, el cual se ha pretendido resolver en una Mesa de Diálogo. Por ahora
el diálogo está suspendido. El gobierno se siente triunfador pues ha logrado
que pase el tiempo sin haber cedido a las peticiones de la oposición. Por el
contrario, entre los millones de opositores se nota cierto desaliento al sentir
frustradas sus esperanzas iniciales. Sobre este particular hay que destacar dos
circunstancias.
Por un lado, el gobierno participa con ventaja sobre sus adversarios.
Tiene una sola voz sin que nadie disienta en su seno. Tiene de su lado el peso
institucional del Estado, salvo la Asamblea Nacional, con todo el poder
político, militar, financiero, policial, judicial, electoral y comunicacional,
así como la firme decisión de mantenerse en el poder a toda costa.
Por otra parte, la oposición tiene multitud de voceros no siempre
coincidentes entre sí. Su objetivo de reemplazar al actual gobierno lo hace con
tácticas confusas y a veces contradictorias. Ha dado prioridad a importantes
temas políticos tales como la restitución de funciones a la Asamblea Nacional,
la designación de nuevos miembros en el TSJ y en el CNE, el plebiscito
revocatorio, la elección de gobernadores, la libertad de los presos políticos,
etc. Pero aún no se conoce un programa de desarrollo económico, social e
institucional que comprometa a todos los sectores de la oposición ante un
eventual cambio de gobierno.
Gobierno y oposición le están dando prioridad a los aspectos políticos.
Sin embargo las encuestas indican que la prioridad de la población es que le
resuelvan los problemas económicos y sociales que sufre diariamente. Ellos
fueron la principal causa para el triunfo de la oposición en las elecciones
parlamentarias. Es importante no olvidarlo.
José Vicente Rodríguez Aznar
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
@JVRA21
Miranda - Venezuela
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