COMPORTAMIENTO CIUDADANO
La expresión de un día para otro se utiliza para indicar que una
diligencia o asunto planeado para un día, estará resuelto para el día
siguiente. Es común utilizarla también en su forma no creas que eso se logra de
un día para otro al dar a entender que es un asunto complejo y requiere de más
tiempo para ser resuelto.
Al conversar con algunos amigos sobre el efecto de la dieta sobre las
enfermedades crónicas, tales como las enfermedades del corazón, las diabetes,
alta presión sanguínea, cáncer del sistema digestivo, cáncer de mama, cáncer de
próstata y algunos tipos de artritis, uno de los presentes lamentó que El
Instituto Nacional de Nutrición no está informando a la población sobre este importante
asunto. Otro de los presentes exclamó: “¡Venezuela no es Suiza. Estamos en
Venezuela!”.
Desde hace mucho tiempo, esta última expresión, en sus diferentes
formas, me ha disgustado cada vez que la he oído. Tiene incorporada la idea de
que en Venezuela debemos acostumbrarnos a un comportamiento cívico de poco
alcance. La expresión es utilizada con frecuencia para denotar la supuesta
falta de conocimiento político de la mayoría de la población. No conduce a una
evaluación de un posible problema, ni al estudio de sus efectos o a su
solución; más bien es una suerte de resignación cómplice.
Esto es especialmente evidente en época de elecciones, cuando los
candidatos intentan captar el favor popular denigrando de los contrincantes y
prometiendo casi cualquier cosa, aunque sea imposible de cumplir, tal como la
experiencia nos ha enseñado. Detrás de ese comportamiento está la suposición de
que los potenciales votantes no saben lo suficiente como para darse cuenta.
Yo debo confesar que mi conocimiento de política es muy limitado. Tan
limitado que no me había dado cuenta lo importante que es. Por esta razón traté
de averiguar cuál es el saber requerido por un ciudadano común para manejarse
en su sociedad. Una búsqueda sobre el punto, en la web o red informática,
recomienda considerar los siguientes asuntos:
1. El contenido de la
Constitución;
2. Las políticas públicas
básicas (orden público, educación, salud, economía, infraestructura,
administración de justicia, relaciones internacionales y los entes y personas
responsables de cada una de ellas);
3. Los elementos
estructurales del gobierno;
4. Los grupos ideológicos
que combaten entre sí, como conservadores y liberales;
5. El papel del ciudadano en
la sociedad y ante el gobierno: Sus deberes, sus derechos y sus opciones para
proteger sus intereses individuales o colectivos;
6. Las características
básicas del presupuesto de su gobierno (nacional, estatal y municipal); y
7. El mantenerse al día con
lo que está pasando.
Una primera lectura de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que consta—datos tomados de una de sus versiones de la web—de 73
páginas y 37.299 palabras, sirve para adquirir un conocimiento básico de los
puntos 1, 3 y 5; se puede realizar en un poco más de 2 horas. Esa lectura
servirá de guía para la búsqueda posterior de aclaratorias y de material para
discutir.
Un libro elemental reciente, que amplía los aspectos funcionales de un
gobierno, tiene 311 páginas y 64.318 palabras—tiene la mitad de palabras por
página que la Constitución, porque sus letras son más grandes—puede leerse en
unas dos horas (su ISBN o número internacional de identificación es
9780990351115, con el cual se puede buscar en la web).
Con estos dos documentos y con observar lo que le rodea, un ciudadano
común tiene una base política que le permite actuar eficazmente en su sociedad.
Hay muchos otros libros y medios para ampliar lo que requiera saber.
Lo interesante de notar aquí es que, una persona puede dejar de
considerarse y ser considerada como parte de lo que comúnmente se denomina la
mayoría ignorante, con 4 horas de lectura. Es decir, si después de cenar,
comienza a leer a las 7 p.m. y termina a las 11 p.m. se puede ir a dormir
tranquilo: Ha alcanzado un nuevo estatus, de un día para otro.
Se entiende que no se ha tornado en un especialista en política, pero
está preparado para entender mejor lo que le rodea.
Siendo el asunto tan sencillo—y también si fuera más complejo—me ha
llamado la atención que no se le ha puesto mucho interés a la formación
política de la población. He visto más interés en los partidos políticos y en
los gobiernos, el ganar adeptos para sus posturas y sus planes. Siendo ellos,
representantes de la ciudadanía, se esperaría que, para que esa representación
fuese leal y fidedigna, sería de utilidad que se concentraran en facilitar y
promover la expresión y captación de las ideas, las necesidades y las
preferencias de los ciudadanos; es decir, estudiar la libre expresión del
Pueblo Soberano, que los ha elegido.
Voy a mencionar dos ejemplos relacionados con la captación de la
expresión ciudadana:
1. Los diputados de la
Asamblea Nacional, si deseasen que los ciudadanos de sus circuitos electorales
les comunicaran sus ideas o sus críticas o su apoyo, en el portal de la
Asamblea, no sólo aparecerían sus fotos y sus partidos políticos, sino también
su correo electrónico, un número telefónico adonde se pueda llamar y dejar un
mensaje y una dirección de correo adonde escribirles. Pues no es así. Mi
sugerencia es que lo hagan.
2. La Presidencia de la
República tiene un portal en donde aparecen dos números telefónicos de contacto
y en donde se anuncia la habilitación de una cuenta de correos para recibir
documentos que avalen denuncias. No he llamado a los números telefónicos,
porque no tenía un mensaje que dejar. En cuanto a la dirección de correo
electrónico, ésta no aparece. Mi sugerencia es que se publique.
Una búsqueda adicional detectó un documento publicado en el Correo del
Orinoco, con fecha 7 de noviembre del 2012, con la dirección electrónica para
tal fin, es: gestionperfecta@presidencia.gob.ve
En el Pueblo estamos todos. Si fuésemos a buscar nuestras mejores ideas,
para estar seguros de conseguirlas, deberíamos buscarlas en la base más amplia
que está a nuestra disposición. Esa base es el Pueblo. Hay maneras para que el
mismo Pueblo organizado también las evalúe.
¿Estamos de acuerdo?
Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com
@38jcaj
Miranda – Venezuela
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