UN DESACATO ESPECIAL
-Bueno maestro, yo le sigo, así que arranque con todo. ¡Arpa
maestro!-exclama- , y. entonces el Cantaclaro oriental comienza a lanzar sus
versos al aire como si tuviera al frente al maestro Rómulo Gallegos(quién por
cierto, hablaba que en la sociedad, deben imperar las leyes) y el arpa sonaba
sabrosa, con la percusión de las maracas y un cuatro criollo haciendo
primores-ustedes saben-: “¿A quién no le va gustar, comerse una hamburguesa
mamarra, con papitas y ensalada, en vez de buscar entre la basura, frente a un
McDonald?” Inmediatamente, desde el público una voz varonil le grita a todo gañote:
¿Caramba paisano, no tenía más sencillo?
Y el Cantaclaro no se inmuta en lo más mínimo y sigue su cantar como
abriéndose paso en un pajonal a punta de machete: “¿A quién no le va a gustar,
tener una casota en Miami, con dos camionetas al frente, locales para rentar,
mucha plata en el banco y comiendo sabroso sin mucho trabajar?” Entonces el
mismo tipo del público le pega otro grito y le dice “ese cantante debe ser de
la oposición, porque en “Corazón llanero, no se ven esas letras”
Yo me puse a pensar la cosa, mientras hojeaba el diario que dice en su
titular…“que al General Baduel le harán un nuevo juicio y que le pueden meter
25 años más por traidor, conspirador…” Inmediatamente me levanto y aplaudo al
Cantaclaro y le digo: “siga paisano, que esto se pone bueno” y en ese momento
el arpista se luce regalando un baño de maestría como para calmar la
desesperanza.
En ese ambiente criollo, yo me pongo mi sombrero, mientras le comento a
mi compadre Fucho Salazar, que la canasta alimentaria llegó a Bs. 832859 y me dispuse a tuitear que “Se necesitan 6 salarios mínimos con
cesta ticket incluido, para llegar a
tenerla”. Mi compadre Fucho asiente con la cabeza y me responde “…que unos
venezolanos que andan en la indigencia en Madrid, prefieren quedarse pasando trabajo allá,
porque dicen que aquí no hay esperanzas.”
Y entonces, caímos en un contrapunteo cuando le comenté “Quién se va
avenir a Venezuela con esta inseguridad tan grande que tenemos. Esos dos
millones de venezolanos se fueron huyendo como respuesta a los 29 mil
asesinatos al año, una inflación incontenible, la terrible escasez de alimentos
y medicinas, que parece ser perpetua…
Entonces mi compadre Fucho, se
toma un trago espumante y me dice que si alguien denuncia a un ministro mañoso,
termina perseguido, acosado, si es que no lo encierran, sin juicio…
En ese momento el arpa, se calmó un poco.
“¿A quién no le va a gustar –retoma sus versos el Cantaclaro para
terminar con un final de película-, salir libre cuando un juez lo dicta, pero a
Goicoechea lo tienen preso a capricho, cayendo en desacato?” Perro, allí si
pensé que nuestro Cantaclaro andaba duro y lanzando rectas, sin embargo desde
mi mesa le grité en son de casquillo, que siguiera adelante que hay mucho que
decir, pero el hombre echó un paso atrás y remató: “¿A quién no le gustaría,
darse unos besos con Iris Chacón debajo de una mata de mango?
¿A quién?
Con esa pregunta al aire, yo me quedé tranquilo, y le di la razón al
Cantaclaro.
Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo
Anzoategui - Venezuela
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