BITÁCORA
INTERNACIONAL
La
muy conocida generación del 28 fue un grupo de estudiantes que en 1928 se
rebelaron contra Gómez, el dictador, y
fueron el motor de una de las democracias más viejas y duraderas del
continente. Entre ellos Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Jóvito Villalba, así
como Prieto Figueroa, Caldera e incluso el polémico Carlos Andrés Pérez, éstos
de diferentes cohortes etarias. La edad es clave, pero hay que pensar en
generaciones políticas como un grupo de personajes que compartieron y actuaron
con cierto grado de concurrencia en
momentos claves de la historia, compartiendo un habitus y una visión del mundo
con base a sus experiencias sociohistóricas, como apuntan los sociólogos Karl
Mannheim y Pierre Bourdieu.
Hay
varias de ellas en nuestra historia. La primera fue la de la independencia, que
contó con un grupo de hombres que crearon la República a principios del siglo
XIX. Luego la de los caudillos, que consumen el resto de ese siglo XIX y un
tercio del XX. Hombres orientados hacia el poder por la fuerza y que no
pudieron crear un país unificado hasta que uno de ellos derrotó a los demás.
Entonces surge la generación del 28, la que fundó la democracia. La del
maltratado Pacto de Punto Fijo. De esos cuarenta años de democracia que ahora
se valoran a alto precio.
Luego
vino la generación revanchista o chavista. Una generación que se sintió
marginada por la anterior y buscó ascender al poder por todos los medios. Una
extraña alianza, un aluvión que arrastró todos los descontentos con el
puntofijismo, por diferentes y contradictorias razones. Su hilo conductor, el
resentimiento de no haber ejercido realmente el poder. Congregaron desde
empresarios hasta militares, pasando por políticos viejos y nuevos, de
izquierda y de derecha. Sus figuras claves fueron Hugo Chávez, Diosdado
Cabello, José Vicente Rangel y por un tiempo Luis Miquelena. Los dos primeros
militares golpistas. Los dos últimos vinieron de URD. Además de Nicolás Maduro
y otros que venían de la izquierda marxista comunista y filocubana, originalmente
derrotada en su primer intento de asalto al poder. Al final, la fracción
militar se articuló a la comunista, aliñada con corrupción y narcotráfico, y
marcó su destructiva impronta. Ella ya está de salida para dar paso, no sin
batalla, a la generación del milenio.
La
generación del milenio está formada por jóvenes que en su mayoría irrumpen en
la política en el siglo XXI como una respuesta al chavismo. Como la generación
del 28 se forma en la lucha contra la dictadura. Una lucha política abierta muy
dura en la que han sido golpeados, humillados, encarcelados y vejados, pero han
demostrado su talante e hidalguía.
Esta
semana es una prueba más. Ellos están dando su juventud por el regreso de la
democracia, las libertades económicas y la vigencia de los derechos humanos.
Hay jóvenes como Leopoldo López, Henrique Capriles, Freddy Guevara y María
Corina Machado y no tan jóvenes como Antonio Ledezma, Julio Borges y Henry
Ramos. Van casi 20 años de lucha contra el chavismo, que van templando esa
generación no monocorde que sueña con rescatar la libertad para Venezuela,
aunque se les vaya la vida en ello. ¡Bravo! Venezuela tiene futuro
Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena
Internacionalista
Canada
Caracas - Venezuela
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