En diplomacia
declarar al funcionario de un Estado “persona non grata” equivale al término de
su representación. La Convención de La Habana de 1928 estableció las pautas al
respecto. Aunque el Estado declarante no
está obligado a dar las razones, haciendo uso de la analogía, en el caso a
continuación si vamos a darlas.
El Gobernador Francisco Arias Cárdenas debe ser declarado persona non grata al Zulia. Igualando a su paisano Cipriano Castro que clausuró la Universidad del Zulia en 1904, ha dicho sobre el Alma Mater que es “El Marite reprogramado y reproducido dentro del claustro universitario”. Y por si fuera poco llamó al Rector “jefe de malandros”. El claustro universitario lo integran autoridades, representaciones de profesores, estudiantes, egresados, personal administrativas y obreros.
La frase desdichada
es una injuria a la Zulianidad, una canallada propia de los barbaros y zafios
que nos gobiernan. El Rector Jorge Palencia y las Academias del Zulia han
rechazado este agravio. Razón no para pedir que se retracte públicamente, sino
para solicitar su renuncia inmediata al cargo, o a la larga un referéndum
revocatorio. Lo dicho tiene consecuencias de naturaleza moral y jurídica.
No es extraño que
el Teniente Arias establezca comparaciones de índole penal cuando quiere
ofender. Debe recordarse que nos llegó a decir que Chávez era “un presidente
asesino manchado con la sangre de los venezolanos, jefe de delincuentes, mente
enferma, paranoico”.
Deploro
profundamente la muerte del estudiante que ha dado motivo a todo este
incidente, porque fui dirigente estudiantil de LUZ. Hay que establecer
responsabilidades, previa investigación de una comisión mixta de autoridades
universitarias y policiales. En el recuerdo está el caso de Livia Gouverneur,
militante del Partido Comunista, muerta en 1961 en extrañas circunstancias,
donde incluso se llegó a decir que había sido asesinada accidentalmente por sus
propios camaradas.
Arias sabe que le espera el 6 de diciembre en el Zulia una gran derrota y arremete contra uno de sus baluartes que es la Universidad. Pero como diría José M. Rivas, esto nos sucede por haber permitido que nos gobierne un “lazarillo extraño” y haber puesto de lado los faros propios, condenándonos a los que nos ocurre. El Zulia necesita su propia agenda, que lo saque del azar de las tinieblas.
Julio Portillo
julioportillof@gmail.com
@julioportillof
Zulia - Venezuela
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