“Estamos optimistas,
comenzando recién la verdadera batalla, pero sabemos lo que esto representa en
materia de riesgos”
Llegó la hora cero
para Venezuela. La nación caribeña está en los umbrales de un nuevo destino
político, como nunca antes lo había vivido en sus años de democracia, pese al
fallido golpe de Estado que trató de llevar a cabo el teniente coronel Hugo
Chávez contra el presidente Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992 y luego
el que trataron de ejecutar los militares contra el propio mandatario, el 11 de
abril de 2002.
Estas crisis vividas
por los venezolanos no han tenido comparación con la debacle económica, política y social que se inició
bajo el gobierno de Chávez y prosiguió aumentando con Nicolás Maduro. El deterioro en todo sentido del rico país
petrolero no ha tenido parangón en el registro de su historia.
Hoy Venezuela está
iniciando una mejoría política, pero la labor va a ser difícil, delicada y
llena de peligros.
La batalla será en
varios frentes, cada cual un completo desafío para cambiar la maquinaria del
actual gobierno chavista, con la liberación de los presos políticos, lucha
contra la corrupción y salida de Nicolás Maduro del poder.
Los presos políticos
Los miembros de la
Asamblea Nacional están trabajando, desde antes de asumir los cargos, en una
Ley de Amnistía que pueda otorgar la libertad a los actuales 95 presos
políticos. Los que la elaboran están pidiendo que se respete la lista de este
grupo sin exclusiones y no se permita cifras donde se excluyen a 20 de ellos,
como lo son los presos políticos del ex fiscal Franklin Nieves, hoy refugiado
en Estados Unidos, y los hermanos Hernández, quienes cumplen condena en la
penitenciaría de Cumaná. Entre los prisioneros políticos más conocidos están el
dirigente opositor Leopoldo López y el ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma.
Hubo una presa
política famosa, la jueza María Lourdes Afiuni, quien por haber puesto en
libertad condicional a un banquero acusado de corrupción, fue objeto de un
vengativo odio por parte del presidente Hugo Chávez. El caso se convirtió en
uno de los ejemplos públicos más flagrantes de abierta intervención del poder ejecutivo
en materia judicial. A la magistrada se pasó a conocer como “la presa personal
Hugo de Chávez” y el mandatario exigió públicamente para ella, en diciembre del
2009, la pena máxima de 30 años, por haber desobedecido sus órdenes. La
prisionera sufrió cáncer y otras enfermedades, y ataques por parte de la
guardia dentro de la prisión. En junio de 2013, luego de la muerte de Chávez,
la jueza recobró su libertad.
La corrupción
Una de las tareas más
difíciles del nuevo parlamento de mayoría opositora será frenar la corrupción
existente en el gobierno. Apropiaciones de partidas del erario nacional,
viajes, viáticos, puestos de trabajo debido a “amiguismos”, van a pasar por el
cedazo del nuevo parlamento, que sabe que encontrará una sólida resistencia por
parte de todos los que usufructúan del poder.
También equilibrar la
balanza de gastos dentro y fuera de Venezuela será prioridad para los
parlamentarios opositores. Los subsidios a Cuba serán “el hueso más duro de
roer”, me dijo una fuente cercana a uno de los nuevos miembros de la asamblea,
que por razones obvias reservó su nombre.
Se sabe que desde
diciembre pasado, el oficialismo emprendió una serie de acciones para
contrarrestar a la mayoría opositora, con la instalación de un parlamento
comunal nacional, la designación por parte del congreso saliente de 13
magistrados del máximo tribunal y la suspensión de cuatro diputados electos.
También se aprobó,
gracias a una ley habilitante, un paquete de leyes que incluye una reforma
legal al Banco Central de Venezuela, que le quitó al Congreso la potestad para
nombrar directores del organismo y dejó esa atribución en poder de Maduro.
Desde hace 14 meses,
el Banco no ha informado sobre los índices de la inflación y la economía
venezolana.
El nuevo presidente
de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, indicó que se hará una revisión
exhaustiva de los decretos ley promulgados recientemente por Miraflores.
Salida de Maduro
La oposición prometió
definir en seis meses cómo sacar a Maduro del gobierno. Dijo Ramos Allup que la
nueva Asamblea buscará “una solución constitucional, democrática, pacífica y
electoral” para el cambio del Gobierno.
Asimismo descartó,
aludiendo –sin nombrarlo– a Capriles, que haya líderes opositores que no apoyen
la búsqueda de vías constitucionales para acortar el fin del mandato
presidencial.
Ramos Allup confirmó
así lo dicho recientemente por el encarcelado líder opositor Leopoldo López.
“¿Cómo le decimos a
los venezolanos, que viven angustiados en las calles con el temor de perder sus
vidas, que debemos esperar hasta el año 2019 para cambiar este sistema?”. López
reveló que ya en julio pasado los opositores acordaron “buscar cómo activar el mecanismo preciso y
legal para el cambio político y que para lograrlo hay mecanismos
constitucionales que podrán ser aplicados de acuerdo con las circunstancias”.
Las opciones son,
recordó López, el referendo revocatorio del mandato presidencial –que puede
activarse cuando Maduro cumpla en julio la mitad de su gestión–, la enmienda
constitucional, la renuncia del gobernante o la instalación de una Asamblea
Constituyente.
Optimismo
El hecho que la nueva
mayoría parlamentaria haya podido juramentarse es una enorme victoria si se la
mide en el triunfo de las pasadas elecciones, luego de un largo camino lleno de
obstáculos.
“Yo todavía no puedo
creer que hayamos ganado y me maravillo que la oposición haya podido hacerse
cargo el martes de sus curules”, me comentó Luisa desde Venezuela.
“Ahora, más que nunca, vamos a tener que estar
vigilantes”, me advirtió Marcos, un analista caraqueño, a quien conozco desde
los tiempos en que ambos trabajábamos en Radio Caracas Televisión. “El gobierno
de Maduro y los que usufructúan actualmente en el poder, no van a ‘soltar
prendas’ tan fácilmente y tememos ataques violentos por parte de chavistas
armados”. Agregó: “Recuerda lo que te digo: estamos optimistas, comenzando
recién la verdadera batalla, pero sabemos lo que esto representa en materia de
riesgos”.
Violencia
Marcos continuó
diciendo: “Si hoy el venezolano pierde la vida en cada calle y en cada esquina
debido al hampa desatada, imagínate lo que será con la amenaza para los
miembros de la oposición de los antiguos colectivos como “La Piedrita”, armados
por Chávez. Agrégales los nuevos colectivos, irónicamente llamados “de la paz”,
que ya golpearon a los periodistas y parlamentarios durante la inauguración de
la Asamblea, y en los que atacaron a fines del año pasado la tribuna donde
estaba Lilian, la esposa de López y donde perdió la vida un candidato
opositor”.
Añadió Marcos: “Hay
que agregar al grupo a los chavistas ‘fúricos’, altamente resentidos ante la
inminente pérdida de las garantías y
prebendas adquiridas en estos 17 años”, y concluyó que “por todo esto,
cualquiera de nosotros puede terminar con un balazo. Hoy vivimos, más que
nunca, nuestra hora de peligro cada minuto”.
Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco
Nueva York - Estado
Unidos
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