miércoles, 6 de enero de 2016

EMILIO FIGUEREDO PLANCHARD, EDITORIAL DE ANALÍTICA.COM, 6 DE ENERO DE 2026, EL CAMBIO TOMÓ POSESIÓN

 El 5 de enero será recordado como una fecha crucial en la historia de Venezuela. Ese día la democracia renació, y después de 17 años de un sistema político de corte totalitario, con tesón y paciencia, la oposición venezolana unida logró el control absoluto del órgano más importante de la democracia, el parlamento o Asamblea Nacional.

La instalación de la junta directiva presidida por el experimentado y competente diputado Henry Ramos Allup estuvo plagada de pequeños incidentes provocados por la minoría oficialista que no podía entender -y mucho menos aceptar, que ya no eran el factor dominante y excluyente en la Asamblea.

En ese acto solemne se vieron rostros distintos de Venezuel, uno vociferante, con una retórica reiterativa que atribuye todos los males del país a una inexistente guerra económica, y que insiste en calificar a la nueva mayoría como una derecha genuflexa a intereses foráneos y otro que, sin discursos altisonantes, presenta al país una agenda de cambios políticos, económicos y sociales, pero sobre todo la recuperación de la institucionalidad y de la división de poderes del Estado.

El retiro de la bancada oficialista del hemiciclo, por una supuesta violación al reglamento de debate, en realidad fue una muestra de intemperancia y la incapacidad de sus miembros de desempeñar las labores parlamentarias, acostumbrados como estaban a simplemente acatar lo que el poder ejecutivo exigía de ellos.

El camino hacia la plena recuperación de la democracia no será fácil porque la minoría gubernamental hará lo imposible para tratar de impedirlo, sin embargo, los diputados de la oposición bajo la dirección de Ramos Allup y de Julio Borges lograrán con inteligencia, tenacidad y paciencia superar, uno a uno, los diversos obstáculos, y rescatar en paz el libre ejercicio de la democracia en nuestro país.

En Venezuela hoy hay razones suficientes para creer que el cambio va y que democráticamente podremos, al fin, retornar a la civilidad que se perdió en estos años de oscurantismo destructor.

Enviado a nuestros correos por
Emilio Figueredo Planchart
emilio.figueredo@analitica.com
@efigueredop
Caracas - Venezuela

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