miércoles, 6 de enero de 2016

SAÚL GODOY GÓMEZ, LA APUESTA AMBIENTAL,

La revolución bolivariana se ufanaba de ser ambientalista, su mensaje al mundo era que en Venezuela se protegían como nunca las reservas naturales y la diversidad de las especies, que el Presidente Chávez era el mandatario más conservacionista del continente y para probarlo, en cada foro, en cada exposición de Venezuela en el extranjero nunca faltan espectaculares fotografías y videos de nuestra fauna, de imponentes paisajes naturales, la mención a nuestros extensos parques nacionales y la política revolucionaria de conservar un patrimonio que pertenece a la humanidad.
El discurso era salpimentado con menciones a la importancia del agua, a la riqueza de nuestras cuencas, a nuestros portentosos ríos y la fortuna que tiene nuestro país que en una época signada por las guerras por el agua, nosotros contamos con importantes reservorios.
Nada más lejos de la verdad y con esta aseveración quiero alertar a todos los venezolanos y organismos conservacionistas internacionales, para que pongan la lupa en Venezuela, los informes que envía el gobierno a las instituciones que tutelan la salud del planeta como son los programas Agendas de la ONU, no resisten el análisis más elemental y hay que darlos por información basura.
Los índices y cuentas ambientales que nuestro gobierno somete a las instituciones internacionales están seriamente afectados por su necesidad política para no ser rechazado como garimpeiro, que es su verdadera naturaleza, las autoridades ambientales del gobierno de Maduro simplemente están diciendo mentiras.
El inventario natural de Venezuela se encuentra seriamente comprometido con una revolución de carácter social, que implica el provecho y explotación de esos recursos para satisfacer necesidades primarias de la población sin ningún control por parte del gobierno, el simple hecho que el Ministerio del Ambiente haya sido eliminado y sustituido por diversos ministerios (de vivienda y hábitat primero, luego por uno del agua y ahora por otro de eco-socialismo y agua, hablan de la gran confusión generada por estas políticas erráticas), que lo que han resultado es en una acelerada perdida de nuestro patrimonio natural.
Las principales cuencas hidrográficas del país están seriamente afectadas por intervenciones humanas sin control e ilegales, el Estado no tiene la capacidad de respuesta como custodio de tales reservas, ni cuenta con los medios materiales y tecnológicos para hacerle frente a una destrucción sistemática causada por intereses nacionales y foráneos en minería y productos forestales.
La necesidad financiera del estado, luego de haber malgastado en corrupción las ingentes sumas de dinero producto del boom petrolero anterior al año 2012, está volviendo a la mala práctica de entregar en concesiones a países extranjeros, enormes territorios para la explotación minera y agrícola sin ningún reparo por las normativas ambientales.
La agricultura sin control y el aprovechamiento de los recursos naturales por parte de grupos humanos sumidos en la pobreza son políticas de Estado, le es más fácil al gobierno nacional permitir la depredación de las áreas protegidas que atenderlos adecuadamente con inversiones sociales necesarias.
Las invasiones, el crecimiento de asentamientos humanos sin control y una explotación indiscriminada de recursos naturales por parte del Estado conforman un cuadro crítico que hay que atender de inmediato.
No se está cumpliendo con las normativas ambientales y a pesar que el gobierno decreta nuevas áreas protectoras, son letra muerta, la guardería ambiental solo se ejerce para proteger ocupaciones ilícitas y los proyectos desarrollistas del gobierno.
Los cambios dramáticos de microclimas locales producto de las deforestaciones, los problemas sanitarios que se han producido por el pésimo manejo del ambiente, la perdida acelerada de la biota y la contaminación de fuentes de agua potable producto de la actividad petrolera son algunas señales de alarma.
Lamentablemente una parte importante de las ONG ambientalistas del país, dependen en su funcionamiento del gobierno y callan para no perder sus financiamientos.
Si seguimos permitiendo que las aguas en Venezuela se sigan envenenando y sus tierras se desertifiquen, es probable que nos convirtamos en un segundo Haití, en un desolado yermo, con un mar muerto.
No me cansaré de repetirlo, Venezuela tiene la urgente necesidad de que por lo menos 10% del ingreso bruto por petróleo sea invertido en ambiente, la nueva asamblea debe estar consciente del riesgo que estamos corriendo, en medio de nuestra crisis socioeconómica lo más fácil de sacrificar es el ambiente,  y seguir el patrón de comportamiento chavista, sería la ruina de nuestra propia casa.
Hay que reconstruir un Ministerio del Ambiente moderno y capacitado con la mejor tecnología disponible, ese 10% de la renta petrolera invertido en el ambiente, estoy seguro creará una gran cantidad de empleos, empresas y mercados en el medio de energías alternativas, agua potable, recursos forestales, acuacultura, investigación oceanográfica y atmosférica, conservación, germoplasma, investigaciones farmacológicas, prospección minera y en la elaboración de un rico material para comunicaciones (televisión, cine, fotografía, etc.), hay cantidad de ecosistemas que debemos rescatar, hacer terraformación, poner en cuarentena, intervenir para desintoxicarlo, reforestar, desocupar, descontaminar y repoblar con sus especies autóctonas, hoy en peligro de extinción.
Los más urgentes problemas sanitarios del país inevitablemente se tocan con el ambiente, el problema de la disposición de los desechos sólidos de nuestras grandes ciudades debe ser resuelto a la brevedad, de manera profesional, científica y comercial, con igual criterio hay que atacar el problema del agua, tanto la producción de agua para el consumo humano como de las aguas servidas y su tratamiento.
Construir un Ministerio del Ambiente con miras al siglo XXI es una necesidad perentoria, afortunadamente contamos con el recurso humano calificado para llevarlo a cabo, preservando nuestra calidad de vida que, siempre ha sido de las mejores del mundo, excepto, por este infernal intermezzo socialista. –  
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

Miranda - Venezuela

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