Desde 2002 siempre
hay un genio que dice que el país no aguanta más...
Si el Gobierno, la
Asamblea Nacional y la FF.AA. revisaran la historia reciente, las tragedias que
dieron origen a los estados fallidos en Europa, Asia y África, harían un gran
favor al país. Estallaron en pedazos naciones estables, normales, felices, por efecto
de estos tres elementos: espantosos conflictos civiles (por chispazos
religiosos, étnicos o políticos) grupos irregulares en armas o división de las
fuerzas armadas institucionales. Naciones privilegiadas, paradisíacas como El
Líbano (Beirut era "la París del Medio Oriente"), cultas como
Checoeslovaquia (Praga, "la París del socialismo") Irak tenía también
en Bagdad su propia París antes de la barbarie de Saddam y post Saddam,
Yugoslavia era el socialismo alternativo, autogestionario, y luego el Sudán
bárbaro. Todas se desmembraron en huracanes de sangre.
Ahora Nigeria va en
camino de la barbarie. Casi todas eran estables antes de los trágicos
acontecimientos y nunca sospecharon que pudieran entrar en la trituradora de la
Historia. El irreverente y lúcido ensayista Nassim Taleb, nacido y criado en El
Líbano, cuenta la vida feliz de su juventud, la tranquilidad del entorno, la
confianza en el futuro durante los años 70. En un tris aquella maravilla se
tornó un infierno de dolor, muerte y locura de paramilitares, guerrilleros,
delincuentes y desertores del ejército institucional. Un rasgo común: los
ideólogos fanáticos en conflicto creían que el mandado estaba hecho y tenían
prisa por cobrar, carecían de prudencia e ignoraban qué pasa cuando se duerme con
el Demonio. Infatuados, egocéntricos, irresponsables, creyeron tener el juego
ganado sin percatarse que ningún tablero de ajedrez aguanta el traqueteo de un
AKA.
Cada quien con su
destino
En lecho de roca, a
lo largo de 17 años los todopoderosos quisieron acorralar la democracia y se
les revirtió pacíficamente. Y quien camina hielo frágil menos deben acorralar
adversarios. Algunos polemólogos señalan que las guerras civiles suelen ser más
cruentas que las convencionales, porque las mueven odios fratricidas. Dialogar,
negociar, transar sin pretender imposiciones, y todos los sinónimos que puedan
usarse son pocos. La mayoría en la Asamblea Nacional se ganó con prédica social
y tranquila y hasta ahora lo practica, particularmente con la decisión de conceder
la propiedad a los ciudadanos que viven arrimados en un edificio de la Misión
Vivienda. Los más importantes organismos internacionales y las calificadoras de
riesgo están pendientes de un próximo colapso que arrastraría la sociedad
entera y la prioridad es atender lo que podría ser una gran desventura.
El destino del
gobierno está amarrado a cómo enfrenta la crisis, y el debate sobre un
(imposible) RR, "la enmienda" o "la constituyente", lucen
como preocupaciones escoradas que dejarán de serlo solo si lo deciden los
factores de poder hoy en juego, y todos saben cuáles son.
Cuando Edipo se
dispuso a lanzar la Esfinge al abismo, requisito para acceder al trono de
Tebas, ella le gritó: "¡cuidado, porque el vacío al que me arrojas puede
estar dentro de ti!". En este momento hay que buscar respuestas a los
crack eléctrico, alimentario y de suministro de medicinas, movilizar los
sectores organizados en todo el país para proponer soluciones ante la opinión
pública nacional. Eso es lo perentorio y el tipo de acciones que hay que
dirigir, y si el gobierno se margina muy malo para él (y para todos). Demuestra
que no es capaz de tomar decisiones porque no sabe qué hacer.
¿Dónde está el
abismo?
Desconfían entre
ellos demasiado como para buscar la opinión de expertos fuera de sus filas, y
están hipnotizados como el becerro frente a la tragavenado. Todo el mundo desea
que los militares regresen a sus funciones como era antes en Venezuela y es hoy
en cualquier país decente. Pero hoy las dos instituciones que permanecen en
pie, además del gobierno cojo, son la Asamblea Nacional y la FF.AA.
Lo entendió
Marialbert Barrios, la diputada más joven. Una de las intervenciones más
contundentes escuchadas en el Parlamento fue suya y no discurrió sobre
procedimientos para "sacar a Maduro" sino sobre la necesidad de
buscar respuestas al drama, basadas en la Unidad Nacional. Ramón J. Velásquez
desarticuló un plan para desestabilizar su presidencia con una gran reunión de
todos los sectores en Miraflores.
Mientras el gobierno
da vueltas en su correa de equipajes, la Asamblea Nacional tiene la
responsabilidad de buscar encuentros con los sectores organizados, empresarios,
trabajadores, gobernadores, militares, gremios, para presionar la
rectificación. Los mecanismos de recambio que están en la Constitución pasan
por procesos electorales, pero la vía que se viene cruzando con éxito tiene una
próxima parada en la elección de gobernadores, con previa en las primarias de
mayo. Desde 2002 siempre hay un genio que dice que el país no aguanta más y el
deseo de acortar el camino lo alargó ya por 10 años. De no haber sido por los
exabruptos, la revolución habría terminado en 2006. La alargaron los que
quisieron amputarla y ojalá los que quieren "salir de esto rápido" no
repitan la gracia y alejen a nuevos factores que se acercaron al camino
democrático y sin los que nada es posible. Con suerte, que la prisa no los
perpetúe.
Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
El Universal
Caracas - Venezuela
Hola Carlos Raul y realmente crees que un gobierno de 18 años profundizando la crisis cada día, se pueden resolver los problemas. Creo que no hay ingenuidad en tu planteamiento, lo que si creo es que no haz ido algún barrio desde hace algún tiempo, allá me dicen que el gobierno no cambiará su politica por lo tanto seguiremos de mal en peor. Por consiguiente, si el gobierno no cambia, habrá que cambiarlo antes del término de su mandato, por la vía democrática y constitucional. Ese es el reto.
ResponderEliminar