Hoy confluyen lo
urgente con lo importante: es necesario sustituir al Sucesor. En países
normales la renovación del susodicho es un acontecimiento común, en esta
Monarquía Comunista del Siglo XXI es una operación de corazón abierto sin
anestesia
Tomamos decisiones.
Establecemos nuestras prioridades. Conscientes o inconscientes, construimos, de
acuerdo con nuestro plan de vida, una más o menos delineada discriminación
entre lo urgente y lo Importante. Para un país este balance entre lo Importante
y lo urgente es de capital importancia, el mejor gobierno dedicará menos
energía a lo urgente para hacer cosas realmente trascendentales para sus
ciudadanos, verdaderamente importantes, en cuanto cumpla con un plan de país.
Este país que se llamaba Venezuela tiene casi 18 años dedicándole sus mejores
energías a lo inmediato, dejando de hacer lo importante, así como Cuba va para
60 años en lo mismo.
Restablecer la
Democracia en ambos países es importante, pero sus ciudadanos consumen sus
energías en lo apremiante, como asegurar el número de la cola de la leche para
el sute que no termina de cumplir un año, por ejemplo. O comprar la batería. O
los cauchos. O la medicina para la hipertensión…
La situación se hace
crítica cuando la línea que divide lo urgente de lo Importante se hace un
borrón. La renovación del mortal que ocupa la primera magistratura en un país
civilizado, donde prevalece la Democracia, debería ser de las decisiones más
cotidianas, por lo programado. En los países donde se impone la llamada
Monarquía Comunista del Siglo XXI, Corea de Norte, Cuba y Venezuela, la
renovación del Soberano siempre es un trauma, sólo ocurre tras la muerte o sus
equivalentes.
En Venezuela, fieles
a las “revolucionarias” directrices monárquicas, olvidan a Bolívar que dijo,
“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano
el poder.”, y violaron la Constitución para sembrar el bejuco de la Reelección
Indefinida. El Rey fue capaz de designar un heredero ante la falta de Sucesor
–primogénito varón. Hoy confluyen lo urgente con lo importante: es necesario
sustituir al Sucesor. En países normales la renovación del susodicho es un
acontecimiento común, en esta Monarquía Comunista del Siglo XXI es una
operación de corazón abierto sin anestesia.
Veamos. La solución constitucional
está entrabada –o más bien entrampada-, por el TSJ. El Artículo 214 de la
Constitución faculta al Presidente para solicitar a la Sala Constitucional
establezca la constitucionalidad o no de la Ley por firmar el Ejecutivo. El
Veto de Bolsillo. Y ya sabemos todos cuál va a ser la respuesta de la Sala. El
Poder Judicial no tiene voz. En Venezuela debemos decir que no hay República,
en tanto no hay independencia de poderes. El 6D el país develó la dictadura
perfecta. Leer, por favor, http://www.talcualdigital.com/Nota/122585/veto-vs-amnistia
Y esto debemos
decirlo, no hay democracia. Para reiterar a quienes lo saben, -que son los
menos. Para informar a quienes lo ignoran, -que son los más; y para recordar a
los del proceso, que quieren que todos lo olvidemos, decimos: no hay
democracia.
Desde esta orillita
del río Guárico habíamos propuesto nuestra salida, proponemos que ante la
evidente falta del indispensable documento que acredite el lugar de nacimiento,
el Presidente es un Apártida. (Así como quien no tiene Patria es un apátrida,
quien adolece de partida de nacimiento es un apártida,…opinamos).
La propuesta es que
el Poder Legislativo solicite al Poder Ejecutivo, -de Poder a Poder-, sin pasar
por el TSJ, la Partida de Nacimiento del Presidente. En un plazo de 36 horas.
De no presentarla, ya no es Presidente. Ya. Sin consulta al TSJ.
Esta solución que
vendimos a Venezuela a través de las redes, presumo no ha llegado al Poder
Legislativo. Aún no llega la propuesta que redactamos así, cito: “Acerca de la
investigación por la partida de nacimiento.
La investigación
debería ser después. El Poder Legislativo, ejerciendo sus potestades, debe
solicitar ya al Poder Ejecutivo que presente la partida de nacimiento del
Presidente. De no presentarla significaría que se va para La Habana, ya. De
presentarla, esa debe ser la base de la Investigación, corroborar su
veracidad... Firma Eduardo López Sandoval, desde la Villa de Todos los Santos
de Calabozo.”.
Ante la ausencia de
un Diputado en Guárico, que nos sirva de canal para llegar a tan inexpugnable
Poder Legislativo, usamos estas vías virtuales…
Se ha planteado otra
salida, un tanto diferente a la nuestra pero no excluyente. Coincide con la
nuestra en que no pasa por el TSJ. La propuesta es el medio idóneo para que se
materialice el cambio expresado el 6D, el Artículo 233 ora como luz: “Serán
faltas absolutas del Presidente o Presidenta… el abandono del cargo, declarado
como tal por la Asamblea Nacional,…”. Esta fórmula decisiva ni siquiera
necesita una mayoría calificada. La Constitución no establece especiales
requisitos para que se cumpla con la "ausencia absoluta". Esta
hermosa y novedosa interpretación de la Constitución coloca a Venezuela a la
par de los más aplaudidos sistemas parlamentarios del mundo. El requisito para
ser presidente es tener la mayoría del parlamento, que es la mayoría del pueblo
que lo apoya, -así debe ser. Esta solución, que en lo por venir debiera definir
nuestra manera de ser democráticos, hoy es la Salida.
Proponemos que el Parlamento
estudie ambas propuestas, que es una sola: La salida.
Esta es una
proposición inmediata, urgente. Acerca de lo importante, la Constituyente,…
hablamos mañana…
Eduardo López
Sandoval
llanerodigitalcalabozo@gmail.com
@eduardocalabozo
Guarico - Venezuela
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