Hasta la saciedad se ha dicho que el pasado 6D el pueblo
reaccionó y le concedió un amplio mandato a las fuerzas de la oposición, a
través del poder Legislativo. Sin embargo, todas las iniciativas de la MUD son
bloqueadas por el gobierno que tiene secuestrado al poder judicial, tal es el
caso de los diputados del estado Amazonas, inconstitucionalmente suspendidos
por el tsj. Han transcurrido 3 meses y no hay aún un pronunciamiento del
tribunal y se mantiene a la población de un estado sin la representación que el
pueblo eligió.
Además de una violación a la Norma, es una burla al
pueblo que decidió a través de unos comicios efectuados con “el mejor sistema
electoral del mundo”, que en el Parlamento ocuparan al menos 2/3 de los
curules, cuidado si más, dirigentes políticos opuestos al oprobioso régimen que
en mala hora se instaló en el poder.
Todo lo anterior es harto conocido por la población que
se desespera porque lo que no conoce bien es lo que la dirigencia política de
la oposición lleva a cabo o piensa llevar a cabo en el futuro inmediato. Hasta
ahora lo que sí hemos visto es un desprecio total del gobierno por las
decisiones tomadas por el Poder Legislativo. Los ministros y altos funcionarios
no comparecen ante la AN cuando son citados. No hay consecuencias por la
violación del mandato constitucional. En días pasados se suspendió la sesión de
la AN por saboteo de las barras del oficialismo, pero lo insólito es que según
lo declaró el Presidente de la AN, la orden de desalojar las barras no fue
ejecutada por la GN, encargada de la seguridad. ¿Qué significa esto,
insubordinación o desobediencia ordenada por los superiores de estos efectivos?
¿No es ésta razón suficiente para citar de inmediato al Comandante del
Regimiento y ejercer de una vez por todas el control del poder civil sobre la
fuerza militar, por mandato del soberano? Se debería actuar de inmediato para
sentar un precedente, porque de no ser así, se corre el riesgo de que en
cualquier momento se repita un “monagaso”.
Día tras día
asistimos al deterioro total del país. Los casos de la corrupción más
desvergonzada, ya no nos sorprenden. Nos dirigimos, si es que no estamos ya, a
una situación de anarquía total, de anomia. Las instituciones que podrían
mantener a la sociedad dentro de los límites del buen vivir ya no existen. Hace
tiempo que la política se divorció de la ética. Se ha perdido por completo el
sentido de la autoridad. El régimen sigue con la burla hacia el pueblo al
inventar “motores de desarrollo”,
“consejos económicos” y demás mentiras que identifican al populismo marxista.
Mientras tanto estamos a corta distancia del colapso absoluto del servicio de
energía eléctrica. El régimen demuestra con desparpajo que no efectuará cambio
alguno en lo que al sistema económico se refiere por lo que sus llamados al
diálogo, son un engaño y una burla más. Por otra parte, la inseguridad sigue tan
campante, sin atisbo de acciones efectivas que logren superarla.
Ante ésta realidad, los gremios, los colegios
profesionales, los sindicatos, las cámaras de producción, los estudiantes, las
universidades, los partidos políticos, los medios, la iglesia, las academias,
los comerciantes, la población en general, parecen haber caído en un letargo
profundo que los incapacita para organizar una protesta pacífica bien
planificada y mejor dirigida, que logre ejercer la suficiente presión sobre el
régimen para así encontrar la solución definitiva. Hasta ahora solo se observan
reacciones aisladas, violentas, desarticuladas, con lo cual se corre el riesgo
de un caos incontrolable, que quizás sea la apuesta del régimen.
Llegó la hora de la Política y de los políticos. La hora
de ponerse al frente de un pueblo que clama por acciones que produzcan
resultados tangibles en el corto plazo. La hora definitiva.
¡¡Venezuela se
desangra señores!! El tiempo apremia.
Cesar Augusto Manzano
Zavala
neptuno42@gmail.com
Miranda - Venezuela
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