A la mayoría de los seres humanos cuando una gran
necesidad nos apremia, de forma masiva y desesperada, buscamos remedio en una
de las tres siguientes vertientes, las cuales han servido y lo hemos estado
viviendo en los últimos años en Venezuela:
a. Los que
tienen el cómo y dónde… emigrando.
b. Los que
tienen un poco del cómo… jugando a las loterías.
c. Y, los que
no tienen con qué, para qué, ni él para dónde y ni para cuándo… a vivir del
consumismo: su mismo sueldo, su mismo calzado, su mismo alimento y
lamentablemente con un mismo destino. ¿Y el remedio?: LA ORACIÓN.
La primera queda demostrada con los más de un millón de
venezolanos que han emigrado en búsqueda de un destino, que para muchos es como
ver en la oscuridad, obligatoriamente oír la mezcla de diferentes sonidos e
idiomas y su boca para comenzar de nuevo a comer, a saborear y a balbucear
nuevas palabras. Otro mundo y otra esperanza. Guerreros al fin.
La segunda queda demostrada con el alto incremento en los
juegos de azar, los cuales alimentan semanalmente, las esperanzas de cientos de
miles con el anuncio de jugosas ganancias que finalmente recaen en lo segundos,
terceros o cuartos premios y que, sumados no pasan de quinientas personas,
incluyendo los premios de consolación: un ticket gratis.
La tercera vertiente también se ha venido incrementando
en los últimos años, con lo que para muchos, es su última esperanza: la bondad
de Dios.
Jueves y Viernes Santo, día de la Pasión del Señor, los templos en todas
las ciudades y poblados del país, durante todo el día, fueron visitados por
millones de venezolanos en busca de la misericordia de Dios como remedio a la
plaga que durante los últimos años le ha opacado la luz, racionado el agua y
obligado a bachaquear alimentos y medicinas.
Afortunadamente los venezolanos, guerreros venezolanos,
tienen bien internalizado el ejemplo guerrero de Guaicaipuro, la sagacidad de
Páez, el humanismo de Sucre, el temple de Luisa Cáceres de Arismendi y la grandeza del Libertador Simón Bolívar,
todos bajo la protección de nuestra Patrona la Virgen de Coromoto. Con esas virtudes resumimos a todos los
venezolanos en estas palabras:
“Los Venezolanos antes de Rezar, antes de Comer y antes
de Reír, miran a su alrededor por si tuvieran que compartir su Oración, su Pan y su Sonrisa”.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo –
Venezuela
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