El liderazgo
sostenido así como el movimiento popular, tienen un papel importante en el
marco de los procesos políticos que los distintos modelos de desarrollo
económico han generado en los países de esta parte del mundo. Su accionar ha
estado fundamentalmente inclinado a la organización para las luchas
reivindicativas, teniendo como valor agregado la postura política que se genera
en todo espacio de conflictividad social. En nuestro país la elevada
politización de los movimientos sociales que actualmente crece ante los embates
de la crisis ha sido una constante y su lucha por lograr los cambios que se
ameritan es permanente.
Los problemas, las
limitaciones, la inseguridad, la crisis ética y económica, el desabastecimiento
opresor que vive la república así como la falta de un autentico desarrollo
humano integral están más vigentes que nunca en Venezuela, donde el discurso de
la lucha de clases, la exclusión, la corrupción y el autoritarismo han
polarizado el ambiente nacional. El resurgir de la participación militante, los
líderes consolidados, el fortalecimiento de los partidos democráticos, los
tradicionales y los de reciente creación, al igual que la búsqueda de
soluciones a los dramas sociales tiene en el rescate y la
reinstitucionalización de la nación un nuevo punto de arranque.
Es importante que los
poderes funcionen independientes entre sí, tal como lo establece la
Constitución. Es importante sumar a las propuestas democráticas, constitucionales
y pacificas para salir de este irresponsable gobierno, la urgencia de
conquistar nuevos escenarios del poder público. Es en esta coyuntura donde una
visión compartida de país crece con sus llantos y sus logros, en este sentido
es de vital importancia que la vida democrática y descentralizada rescate las
gobernaciones de Estado.
En el estado Trujillo
se levanta un gran movimiento social de carácter reivindicativo y con una
visión política de cambio social, humanista y plural. La crisis total del país
es en este momento absoluta, el gobierno militar cívico no tiene respuesta y la
dialéctica de los cambios avanza en el filo de mucha incertidumbre. En las
pasadas elecciones la candidatura al parlamento nacional de Conrado Pérez Linares, así como el
respaldo a las fuerzas democrática agrupadas en la MUD conquistaron a su
alrededor distintas expresiones de apoyo, siendo eco del sentimiento de reclamo
popular sin importar su ubicación, tendencia o color partidistista.
De la misma manera en
los actuales momentos la candidatura a la gobernación del Estado de Marcos
Montilla, reúne tras de sí la mayor fuerza de voluntades de cambio desde las
propias comunidades trujillanas, desde las entrañas mismas del sentimiento
popular. Marcos Montilla representa en la actual circunstancia el mayor
liderazgo regional democrático, plural y de trabajo social sin prejuicio de su
condición de militante partidista, levantando las banderas casa a casa, barrio
a barrio y pueblo a pueblo de la transformación que le urge a la república por
las vías propuestas de Referéndum y enmienda; es decir es una realidad de profunda vinculación al hecho social y
político actual.
El surgimiento de
este liderazgo renovado, que ante la gravedad de la espiral de decadencia
existente en la región se manifieste priorizando la reivindicación social es la
garantía para la construcción de un poderoso movimiento social que nos unifique
a todos. La presentación de una gestión exitosa desde un gobierno local como la
experiencia de Marcos Montilla en Carvajal y la dedicación al trabajo político
en la gestión de nuestros
parlamentarios, que está obligada a ser exitosa y que recién comienza, son
muestras del futuro de una plataforma
socio política que sea unitaria y plural. No hay derecho a equivocarse.
Trujillo merece estar en buenas manos; se puede o no se puede, desde lo popular
claro que se puede!
Leonardo Alfredo
Montilla Delgado
montillaleoa@gmail.com
@LeoMontilla
Trujillo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario