PERO Y LOS CHINOS, NUESTROS ACREEDORES PRINCIPALES
¿QUE PINTAN?
Soy especialmente medido en opinar sobre política internacional, fundamentalmente
porque algo -no mucho- sé de ella, de su naturaleza relancina, compleja
cambiante y simultáneamente descarnada, brutal, avasallante. En estos tiempos
de la politique spectacle, los legos en la materia se empeñan, con una
terquedad pueril, en asociarla con un estereotipo decimonónico o mejor dicho,
de un siglo XIX visto a través de la deficiente visión de Chamberlain y de unos
burócratas de gabinete, que poco o nada conocen de como se resolvían las cosas,
entre los verdaderos diplomáticos del siglo de las luces, ni el príncipe de
Metternich ni Carlos Mauricio de Tayllerand Perigord creían en esas bolserías
ni, décadas más tarde, Benjamín Disraeli, aquel judío insólito que creó el
moderno imperialismo británico.
No, la política internacional no es solo "eso", es un mar
proceloso, difícil, complicado, en el cual el cuerpo doctrinal es muchas veces
un recurso de utilería para enmarcar, en una apariencia presentable, las más
feroces ambiciones y justificar, cuando es preciso, horrendos crímenes.
La real politique tan manoseada hoy, supuestamente de factura germánica,
fue precedida, en varios siglos por la raison d´Etat, nombre que le dieron un
devoto monje franciscano, un Cardenal taimado y un Rey de Francia que podríamos
calificar de avaro del poder absoluto, desdibujado por Dumas y por Holliwood,
pero que dejaron en herencia el siglo de Luis XIV y 200 años de preponderancia
francesa.
Este introito histórico no es caprichoso, menos aún prolijo, me lo dictó
la perplejidad que yo mismo he sentido, tratando de digerir el indigesto
comunicado de la Cancillería rusa, hecho al parecer con el propósito de
apuntalar a Maduro. Texto a todas luces desproporcionado y absurdo, que algo
más tiene que ocultar, pero que además de ello
viene acompañado de un despliegue militar rimbombante, además secundado
también -aun les pareció poco- por una fuerza naval china. Todo este
disparatorio a 24 horas de la toma de posesión de Donald Trump, como 45
presidente de los Estados Unidos.
Necesito un traductor, los libros se me perdieron, cuando se
reconciliaron, al extremo de lanzar una expedición "colonial" contra
el pueblo de Venezuela China y Rusia, el novel presidente americano ¿les dió
permiso para agarrarle las níveas posaderas a su amigo -según los demócratas-
Putin y al gigante amarillo?
Las piezas no cuadran, Trump no puede, a escasas horas de asumir el
poder, permitir que le tomen el pelo. No lo volverían a respetar jamás, ni
fuera ni dentro de su país, ya resulta inédita la resistencia de amplios
sectores de la sociedad americana a un resultado electoral definido, elecciones
relativamente polarizadas hemos visto antes, pero nunca, después de realizado
el escrutinio y juramentado el Jefe del Estado continuaba un estado revoltoso y
amotinado en la sociedad.
No hay sino dos posibilidades, o Trump está en el juego -lo que no
parece probable- o el señor Putin y su régimen, de nada ortodoxos procederes,
autoritario si no abiertamente dictatorial, plagado de mafias troqueladas en la
vieja KGB, de la cual el mismo procede, pero de un imperialismo agresivo sin
ser Romanov, asi se sienta Pedro El Grande o Catalina, haya resuelto oficiar en
un purismo constitucional absolutamente arbitrario.
No es solo que el régimen ruso disfrazado de hiperdemócrata sea el menos
llamado a expedir los diplomas de buena conducta democrática y de apego a una
juridicidad intangible y declare ilegitima a una Asamblea Nacional que, aún
luchando contra el abierto ventajismo y el fraude continuado del chavismo,
dueño de todos los poderes del Estado, pudo reflejar una clara mayoría de los
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Pero y los chinos, nuestros
acreedores principales ¿que pintan?
El cuadro es delirante, tanto, que parece hijo de la huera imaginación
de un libretista chavista, pero me asombra que se hayan atrevido a ponerlo en
escena. En pelea de burros no se meten los pollinos, de algún lado, aun no sé
dé cuál, vendrá una coz mayor, estruendosa y certera. No le arriendo la
ganancia al audaz libretista. Pluga a Dios que la controversial oposición
venezolana le vea las costuras a este paquete chileno y no dé ningún paso en
falso.
Alfredo Coronil Hartmann
acoronil@yahoo.com.mx
@coronilhartmann
@Alfredo43
Miranda - Venezuela
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