ACCION HUMANA
La declamación política de la igualdad jurídica –por una parte- y su manifestación
contraria en el campo de los hechos –por la opuesta- no es, en verdad, algo
novedoso, ni privativo de los tiempos modernos. Por el contrario, es asunto que
se remonta muy atrás en la historia. Comencemos con el antiguo Egipto:
"Según Sánchez Viarnonte, al dividir la historia política de
Egipto, considera en el tercer período (del 3400 a 2200 a. C.), especialmente
al final del mismo, el apogeo de la monarquía y en ella la consolidación de un
principio igualitario en el derecho público, sosteniendo que "ante la ley,
todos los egipcios son iguales en derecho, No hay nobles ni esclavos, aunque el
Estado utiliza los prisioneros de guerra para la construcción de carreteras, o
para trabajar en los dominios de la corona". "La familia -sigue
diciendo-reposa sobre la igualdad jurídica de los cónyuges"[1]
Esa supuesta "consolidación" debió darse en el terreno de la
letra de la ley, tal como ocurre en nuestros días también, en donde
prácticamente todas las constituciones políticas del mundo proclaman la
"consolidación" del mismo principio, en tanto que simultánea o
posteriormente, se dictan una pléyade de leyes que consagran privilegios,
prebendas y prerrogativas regias a determinado grupos o personas individuales,
al tiempo que se les niega a otros.
Así, bastaba el simple expediente de
decidir quién era egipcio o quien no lo era, para estar incluido o excluido de
plano en dicho hipotético régimen "igualitario", al igual que hoy,
ciertos regímenes legales, como –por ejemplo- las leyes laborales, determinan
quién merece o no merece ser calificado de "trabajador" para gozar o
no de sus "beneficios", excluyendo de ellos a quienes -según esas
mismas leyes- no disfrutan de "créditos" suficientes como para ser
meritorios de tal etiqueta.
"Pero lentamente la monarquía se va caracterizando por un fuerte
absolutismo, apoyado por la clase sacerdotal que se convierte por último en una
oligarquía privilegiada, e integrada también por grandes funcionarios
administrativos -visires- especie de nobleza que va acaparando beneficios y
privilegios e inmunidades. "En adelante, la población se compondrá de
nobles privilegiados y de vasallos que dependen de su dueño o señor a título
perpetuo, y que se transforman en siervos". "La inmunidad fiscal de
que gozaban los nobles hizo recaer todo el peso del impuesto sobre los pequeños
poseedores, los cuales arruinados y endeudados, se ven en la necesidad de
vender sus tierras a los grandes propietarios, cuando no son despojados de
ellas" (9)."[2]
Dado que el poder tiende a concentrarse en el corto, mediano o largo
plazo, el fenómeno no puede llamar la atención de nadie que no esté atento a lo
que acontezca su alrededor. Porque, salvando las diferencias históricas y
contextuales del caso, el esquema corriente de nuestros días es -en esencia- similar:
el poder político indefectiblemente tiende a crecer y absorber al económico, y
la explotación que el estado-nación moderno ejerce sobre sus súbditos
contribuyentes al exprimirlos con impuestos, sólo en las formas y modos difiere
a la que se describe como sucedida en el antiguo Egipto. La pretérita nobleza
se esconde actualmente entre los partidos políticos que normalmente acceden al
poder o se turnan en el mismo. A los otrora vasallos ahora se les llama
"contribuyentes" que si lo son, es únicamente por la fuerza de la
ley, pero no por la razón de ella. Ya que la ley injusta no es propiamente ley,
aunque técnicamente se la designe así.
"Siguiendo con la evolución política y social de Egipto, entre los
años 2360 y 2180 a. C. corre un período de verdadera revolución social,
documentada por algunas piezas arqueológicas halladas, que demuestran un grado
de subversión tal en la organización social y política del pueblo egipcio, que
da la impresión que todo se hubiera transformado y pervertido. A ese descalabro
sigue el advenimiento de la monarquía tebana que organiza un gobierno
centralista, apoyado por una clase formada por funcionarios y togados,
impulsándose la actividad comercial como base de la expansión y del progreso,
aflorando también principios místicos en el culto al Dios Osiris, que trae una
igualdad de los hombres ante el Dios, y un sentimiento piadoso que impulsa
hacia las grandes peregrinaciones al célebre templo de Osiris en
Abydos."[3]
Este párrafo es bien curioso. Parece que el autor opone a la supuesta
transformación y perversión en la "organización social y política del
pueblo egipcio" "el advenimiento de la monarquía tebana que organiza
un gobierno centralista". Da la impresión que la alusión al gobierno
centralista como "solución" a tal hipotético "descalabro"
implicaría que este último estaría representado por algún movimiento
federalista (o parecido) en el seno de la sociedad egipcia. Si así fuera, llama
la atención las connotaciones que el autor en examen le estaría otorgando a la
supuesta revolución federalista (la que tilda con los epítetos de subversión,
perversión, descalabro). Hay un claro tufillo estatista en el comentario
citado. Los términos elogiosos, el autor los dedica a la monarquía centralista,
a funcionarios y togados. Es decir, a elementos políticos, no civiles. Lo único
positivo del comentario estaría representado por el impulso a "la
actividad comercial como base de la expansión y del progreso", pero nos
quedará la duda de a quien o quienes beneficiaba ese comercio, si exclusivamente
a los nobles o (lo más difícil) al resto del pueblo. Es frecuente aludir en la
historia al "progreso" en general, pero cuando se indaga más a fondo,
con esta palabra se quiere -en realidad- significar a menudo la construcción de
obras monumentales, ministerios fastuosos, de templos o ídolos, o palacios, o
fortalezas descomunales y bien armadas, flotas provistas para el combate naval,
(o, mas modernamente, aéreo), obas de ingeniería militar, o a ridículas
competencias inter-estados como la tristemente célebre "carrera
espacial" otrora llevada entre los EEUU y la URSS,
"emprendimientos" estales de los mas inútiles, costosos en millones
de dólares y llevados a cabo sólo para masajear el ego de los burócratas
encaramados en el poder de esos y otros tantos países. Hay gente que se refiere
a todo esto como "progreso" lo que nada tiene que ver con nuestra
idea de tal cosa.
[1] Dr. Antonio Castagno. Enciclopedia Jurídica OMEBA Tomo 14 letra I
Grupo 02. Voz "igualdad".
[2] Castagno, A. Enciclopedia....Ob. cit. Voz "igualdad".
[3] Castagno, A. Enciclopedia....Ob. cit. Voz "igualdad".
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina
Acción Humana
Argentina
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