RESPONSABLES
Los
venezolanos ejercerán mañana, en todo el país, su derecho a protestar, a
expresarse, a condenar pacíficamente los atropellos y las arbitrariedades de un
régimen inescrupuloso; pero sobre todo su derecho de rechazar el autogolpe de
Estado dado por el tribunal supremo de justicia, en actos políticos abominables
que han sido condenados por toda la comunidad internacional.
Insistirá
nuevamente el régimen, a través de las fuerzas públicas y de los grupos
paramilitares, es decir, de los colectivos armados, financiados, organizados y
dirigidos por ellos mismos, en callar las voces de protestas, recurriendo a la violencia lamentablemente ya adelantada
por los jerarcas del régimen, al anunciar una marcha oficialista para “mostrar
su fuerza”, declaraciones que debe leerse no en forma aislada, sino en el marco
de una política sistemática de amedrentamiento y terror ejercida desde siempre,
por el grupo en el poder.
Es
por ello oportuno a estas alturas recordarle a quienes dirigen las acciones
violentas desde las posiciones de mando del Estado, sean civiles o militares,
institucionales o no, la responsabilidad penal individual internacional en la
que pueden incurrir por su participación directa o indirecta en la comisión de
los crímenes que puedan cometerse en esta oportunidad.
La
legislación venezolana, pese a la obligación que tiene el Estado por haber
ratificado el Estatuto de la Corte Penal Internacional, en 2000, no contempla
los crímenes internacionales que son el objeto de la competencia material de
dicha Corte, entre ellos el de lesa
humanidad. Por tanto, la Corte, en virtud del principio de la
complementariedad, puede conocer tales hechos y determinar la responsabilidad
penal individual internacional de quienes de alguna manera estén involucrados
en la comisión de los mismos.
En
relación con ello nos preguntamos y seguramente ellos también, quienes son los
responsables de estos crímenes, contra quien o quienes la Corte puede ejercer
su jurisdicción por tales conductas.
Es
bueno que a quienes compete guardar el “orden” en el país sepan que no sólo es
responsable de tales crímenes quien lo comete directamente, sino también quien
lo “comete” en grado de complicidad o cooperación, conceptos que abarcan la
orden, la inducción, la instigación, la incitación, entre otros. Deben saber
también que no solamente se refiere esta responsabilidad, de acuerdo con el
Estatuto de Roma, a los representantes del Estado, es decir, de las fuerzas
armadas o policiales; sino también a los particulares, entiéndase, miembros de
los grupos colectivos no directa ni formalmente vinculados al Estado que
participen como autores, cómplices o instigadores.
Son
responsables entonces quienes cometen el crimen, es decir, tales agentes. Pero
también y es bueno que muchos se vean en ese espejo, quienes lo hayan ordenado,
es decir, los funcionarios civiles y militares que hayan dado la instrucción;
también quienes estando en posición de mando, civil o militar, no lo hayan
impedido. Igualmente, quienes hayan ayudado, apoyado o colaborado
deliberadamente en su realización y quienes hayan participado en el plan o
confabulación para cometer los crímenes.
Son
de la misma manera responsables quienes incitan o instigan directa y
públicamente para que se realicen tales actos, un ejemplo, entre otros, los
animadores de programas transmitidos principalmente por los canales del Estado
que promueven el odio y la violencia.
En
el Estatuto de Roma en concreto se precisa que la responsabilidad penal se
establecerá sobre quien cometa el crimen en nombre de otro; quien ordene,
proponga, induzca la comisión del crimen, ya sea consumado o en grado de
tentativa; quien sea cómplice, encubridor o colaborador o quien simplemente
contribuya de cualquier manera con la comisión del crimen (Art. 25-3 a-d).
También
son responsables según el Estatuto de Roma los superiores que habrían podido
impedir la comisión de uno de esos crímenes siempre que como es evidente en
nuestro caso ese superior hubiera sabido o tenido motivos para saber que los
subordinados se disponían a cometer uno de dichos actos.
De
manera que serían responsables de todos los actos que puedan constituir un
crimen internacional, por el atropello y la violencia para callar a quienes
legitima y pacíficamente protestarán el miércoles 19 de abril a lo largo y
ancho del país, no solamente el soldado o el policía que ejecuta la orden, sino
quienes lo ordenen: El Presidente de la Republica, el vicepresidente, los
Ministros, los responsables militares y policiales que participan en las acciones;
y, además, quienes por estar en posición de poder no lo impidan, sean civiles o
militares, cuando hubieren podido hacerlo. Serán cómplices, además, quienes
estando en posición de poder y puedan impedirlo, apoyen por sus declaraciones u
omisiones la comisión del crimen.
Es
de esperarse que no se den las ordenes de asalto, que tampoco se ejecuten y que
quienes pueden impedirlo si ello ocurriere, actúen oportunamente para
salvaguardar la vida y la integridad física de miles de venezolanos que ejercen
su derecho a protestar pacíficamente.
Victor Rodriguez Cedeño
vitoco98@hotmail.com
@vitoco98
internacionalista
Caracas - Venezuela
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