BITÁCORA INTERNACIONAL
¿DEBEMOS IR O ABSTENERNOS?
Con la gente en las
calles protestando, resistiendo, qué hacemos si el CNE llama a elecciones
regionales y locales para finales de año. ¿Debemos ir o abstenernos?.
Muchas veces los
errores se pagan caros y este ha sido el caso del régimen cuando la Sala
Constitucional emitió ese par de sentencias (155 y 156) que luego a
“sugerencia” de Maduro fueron corregidas. Esos dos errores, emitirlas y
corregirlas, cambiaron el tablero internacional y nacional en el cual se juega
la restitución de la democracia en Venezuela.
Ahora la comunidad
internacional se preocupa y se ocupa de nosotros. Ya no es una Unasur bajo el
control del castrochavismo. El centro de gravedad se ha desplazado hacia la OEA
y Mercosur, que se activaron para emprender “gestiones diplomáticas” que devuelvan la democracia.
La condena
internacional a la dictadura reactivó las voluntades en el país. Ánimos que
habían decaído luego de que el régimen desactivó el revocatorio y el diálogo fueron
un fiasco. La gente ha respondido con
entusiasmo a las convocatorias de nuestros líderes. La “generación del milenio”
ha salido a las calles a protestar
pidiendo cambio del régimen. La represión ha sido dura, pero también la crítica
y el apoyo internacional han sido rápidos y contundentes.
El mundo se le viene
encima al régimen y Maduro deja ver que habrá elecciones en 2017, aunque hace
poco solo hablaba de las del 2018. Esto alborotó el avispero o al menos la
pajarera. Muchos, con razón, han apuntado que lo que quieren es enfriar la
calle. Se agita la bandera de que “elecciones generales o nada”. Claro que
quieren ganar tiempo y enfriar la calle. Claro que quieren perpetuarse en el
poder. Esta tímida propuesta de elecciones la hacen por la presión que tienen
encima.
Hay un sentimiento de
que la salida de Maduro y el fin del régimen son posibles. Y es probable que
sea a corto plazo, por eso la gente en las calles protesta, resiste. La
pregunta es qué pasaría si el CNE llama a elecciones regionales y locales para
fines de año. ¿Debemos ir o abstenernos?
La experiencia de la
abstención en 2005 no fue buena. Los chavista tomaron la AN e hicieron lo que
quisieron. Nuestros líderes nos han dicho que la lucha es por unas elecciones.
Unas elecciones cuando somos una sólida mayoría si se dan en el marco de un
cronograma electoral, como se pide nacional e internacionalmente, es decir, con
fecha fija para las regionales y la presidencial, con seguridades
internacionales, es una opción a considerar. La otra sería mantener en el
tiempo la presión para obligarlos a salir pronto, sea por unas elecciones
generales o por abandono del poder. Esto, sin duda, sería lo mejor para
Venezuela.
Esta es la difícil
disyuntiva en que estamos. Si nuestras fuerzas pueden derrotar al enemigo y
hacer que acepte unas elecciones generales este año o su salida por abandono
del cargo esas serían las vías. Sino queda la vía de aceptar unas elecciones
regionales este año y la presidencial en 2018. Ganar unas 20 gobernaciones no
soluciona lo fundamental. Imagínense 20
gobernaciones de Miranda a un año de las presidenciales y la desmoralización
que se triunfo provocaría en el
chavismo. Pero esto solo tiene sentido
con la condición sine qua non de mantener la presión de calle y contar con el
apoyo y supervisión internacional. Sino repetiremos viejos errores.
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