lunes, 1 de mayo de 2017

JOSÉ ERNESTO PONS, ESTAMOS ASI, DE UNA GUERRA CIVIL

SUFREN LAS FAMILIAS

El reconocimiento público de los eventos en Venezuela por parte de la Fiscal General  Luisa Ortega sobre la cantidad de muertos, producto de asesinatos, vandalismo y presencia armada permisada o no, por sectores gubernamentales; alerta a la Nación de lo que está sucediendo y apunta tal hecho a la organización de una milicia diferentes a la ya existente, pero solapada a esta con fuertes tendencias criminales y sin temores, debido a la presencia de la impunidad ya establecida.

La confrontación entre los venezolanos, acicalada por el dolor de las perdidades humanas y la frialdad del gobierno en sus formas de accionar, dan a pie al desarrollo desbordado de odios que generan no solo los instintos de violencia en el hombre, sino, la suma de de voluntades colectivas que apuntan en esa misma dirección. Lo cual, nos indica el camino que recién se ha dado en nuestra sociedad y donde las evidencias dejan claro su origen.

La anarquía moral que se instaura, se convierte en la fragua necesaria para no poder evitar lo inevitable. El hambre, la enfermedad, el dolor profundo de las madres, de la familia aquejada por tantos males, adornan los titulares de los periódicos del día a día. Los llamados al contraataque revolucionario, el anuncio de armas del estado a manos de la delincuencia hoy mal llamada “colectivos” y la alianza de estas tropas del mal, con elementos miembro a la FANB, deja entre ver como la organización criminal de un sector galopa hacia un destino cuya base es la imposición de las armas ensangrentadas a favor de la guerra entre venezolanos.

Las estructuras del Estado se tambalean, hoy tenemos una Asamblea Nacional y una Fiscalía General, que en otros tiempos jugaron al gobierno del Chavismo, logran unificar hoy al mismo tenor. Por otro lado, témenos un Defensor, un Gobierno, un TSJ y un CNE, sumando los ingredientes para anular la normativa y el orden constitucional.

Se apiñan los cadáveres, en las estadísticas. El sufrimiento de las familias se contagian como tal cual epidemia mortal para un pueblo. Las voces que se escuchan, se diluyen por que no tienen nada nuevo que ofrecer y la sangre se enfría, al dolor ajeno. Es de suponer que el pequeño impulso para abrir fuego abiertamente al mismo estilo de la guerra civil norteamericana en otros tiempos, van de la mano con el mazo dando.

Es así que estamos en Venezuela en formalizar abiertamente, lo que hace dos años atrás no se lograba visualizar. Únicamente en escasos estadistas que lo afirmaron con gran preocupación. Entre el dicho y el hecho, ya no hay distancia. La sociedad entiende que el sendero de la libertad ante un grupo de facinerosos, logra abrirse con la protesta colectiva, y al precio de la sangre de inocentes. Lo grave de todo es que estos eventos se sabrán medianamente cuando se iniciaron, pero nunca cuando terminan.

Jose Ernesto Pons Briñez
joseponschene@hotmail.com
@joseponsb
Mas Zulia
Zulia – Venezuela


No hay comentarios:

Publicar un comentario