SUFREN LAS FAMILIAS
El
reconocimiento público de los eventos en Venezuela por parte de la Fiscal
General Luisa Ortega sobre la cantidad
de muertos, producto de asesinatos, vandalismo y presencia armada permisada o
no, por sectores gubernamentales; alerta a la Nación de lo que está sucediendo
y apunta tal hecho a la organización de una milicia diferentes a la ya
existente, pero solapada a esta con fuertes tendencias criminales y sin temores,
debido a la presencia de la impunidad ya establecida.
La
confrontación entre los venezolanos, acicalada por el dolor de las perdidades
humanas y la frialdad del gobierno en sus formas de accionar, dan a pie al
desarrollo desbordado de odios que generan no solo los instintos de violencia
en el hombre, sino, la suma de de voluntades colectivas que apuntan en esa
misma dirección. Lo cual, nos indica el camino que recién se ha dado en nuestra
sociedad y donde las evidencias dejan claro su origen.
La
anarquía moral que se instaura, se convierte en la fragua necesaria para no
poder evitar lo inevitable. El hambre, la enfermedad, el dolor profundo de las
madres, de la familia aquejada por tantos males, adornan los titulares de los
periódicos del día a día. Los llamados al contraataque revolucionario, el
anuncio de armas del estado a manos de la delincuencia hoy mal llamada
“colectivos” y la alianza de estas tropas del mal, con elementos miembro a la
FANB, deja entre ver como la organización criminal de un sector galopa hacia un
destino cuya base es la imposición de las armas ensangrentadas a favor de la
guerra entre venezolanos.
Las
estructuras del Estado se tambalean, hoy tenemos una Asamblea Nacional y una
Fiscalía General, que en otros tiempos jugaron al gobierno del Chavismo, logran
unificar hoy al mismo tenor. Por otro lado, témenos un Defensor, un Gobierno,
un TSJ y un CNE, sumando los ingredientes para anular la normativa y el orden
constitucional.
Se
apiñan los cadáveres, en las estadísticas. El sufrimiento de las familias se
contagian como tal cual epidemia mortal para un pueblo. Las voces que se
escuchan, se diluyen por que no tienen nada nuevo que ofrecer y la sangre se
enfría, al dolor ajeno. Es de suponer que el pequeño impulso para abrir fuego abiertamente
al mismo estilo de la guerra civil norteamericana en otros tiempos, van de la
mano con el mazo dando.
Es
así que estamos en Venezuela en formalizar abiertamente, lo que hace dos años
atrás no se lograba visualizar. Únicamente en escasos estadistas que lo
afirmaron con gran preocupación. Entre el dicho y el hecho, ya no hay
distancia. La sociedad entiende que el sendero de la libertad ante un grupo de
facinerosos, logra abrirse con la protesta colectiva, y al precio de la sangre
de inocentes. Lo grave de todo es que estos eventos se sabrán medianamente
cuando se iniciaron, pero nunca cuando terminan.
Jose Ernesto Pons Briñez
joseponschene@hotmail.com
@joseponsb
Mas Zulia
Zulia – Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario