RECORDAR: ESTA ES UNA REVOLUCIÓN PACÍFICA
PERO ARMADA
La
definición tradicional de un francotirador (del francés franc-tireur) es la de
un soldado de infantería experto en tareas de camuflaje y tirador de élite, que
dispara a grandes distancias y desde un lugar oculto, a objetivos
seleccionados. Idealmente, un francotirador utiliza una bala por cada blanco y
se retira sin ser visto, es decir, un buen francotirador se hace “invisible”
ante el enemigo.
El
presidente Chávez repetía hasta el cansancio: “Esta es una revolución pacífica
pero armada”. En abril de 2012 en su programa “Alo presidente”, Chávez, con un
fusil ruso en las manos, dijo: “Que no se atrevan a meterse con nosotros”,
dejando claro que se trataba de un mensaje dirigido a la oposición venezolana.
Hugo
Chávez gasto, por lo menos, 35.000 millones de dólares en material de guerra,
incluyendo 5.000 fusiles rusos, marca Dragunov SDVS. Armas, por cierto,
similares a las que utilizo el régimen de Yemen, en febrero de 2011, para
asesinar de un solo tiro a cada uno de los 46 manifestantes en una
manifestación contra el dictador Ali Abdullah Saleh. La pregunta obligada es:
¿En manos de quien están esas armas de precisión sangrienta?
Gracias
a los testimonios gráficos suministrados por los reporteros anónimos de la
oposición, durante las manifestaciones de febrero de 2014 y de abril de 2017, a
pesar de su capacidad para ocultarse, se han detectados muchos equipos de
francotiradores militares y civiles apostados en azoteas de edificaciones
públicas y privadas. Nadie puede creer que esos individuos están en esos sitios
como testigos inocentes de los acontecimientos en donde han sido asesinados,
con certeros disparos de balas, tantos compatriotas.
No
tenemos razón alguna para dudar de que esos sujetos son situados allí por el
régimen asesino de Nicolás Maduro, quienes junto a los llamados “colectivos de
la muerte de Maduro”, de acuerdo a informaciones confidenciales, tienen la
misión de causar bajas selectivas entre los manifestantes, con el avieso propósito
de causar terror para desmovilizarlos.
El
libreto siempre es el mismo. En febrero de 2014 asesinaron a 43 personas,
muchas de ellas con certeros disparos en la cabeza,
(www.infobae.com/.../1626403-uno-uno-estos-son-los-43-muertos-las-protestas-contra.)
mientras manifestaban pacíficamente.
Atención
especial nos merece el reciente y excepcionar testimonio de Alfredo Ríos, un
joven periodista quien el pasado día miércoles 26 de abril, mientras se
encontraba confundido entre los cientos de miles de manifestantes que colmaban
la autopista Francisco Fajardo, cayó al pavimento víctima de un tiro en la
cabeza, evidentemente producto de un disparo de fusil que le atravesó el casco
causándole una laceración de 10 centímetros con fractura del cráneo. La verdad
es que Alfredo tuvo mucha suerte, pues difícilmente los “francotiradores de
Maduro” fallan sus blancos.
(https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=53b4bc18e0&view=att&th=15bb2387c13c251f&attid=0.1&disp=safe&zw).
En
las actuales jornadas de protestas llevadas a cabo por la oposición al régimen
de Nicolás Maduro, han sido asesinadas 31 personas, 20 de ellas caídas por las
balas asesinas de las armas accionadas por los “francotiradores de Maduro” o
los “colectivos de la muerte de Maduro”.
Según
nuestra fuente, eventualmente, los “francotiradores de Maduro” reciben
instrucciones de asesinar a efectivos de la GNB o PNB y/o algún oficialista con
el doble propósito de exacerbar las pasiones de los compañeros represores y de
acusar a la oposición.
Las
armas utilizadas por los llamados “Francotiradores de Maduro” son fusiles de
fabricación rusa marca Dragunov, modelo SVDS, calibre 7.62 x 54, cuya letalidad
comprobado alcanza los 3000 metros. Con esa munición, un tirador es capaz de
matar un elefante o un rinoceronte, pero al impactar en el cuerpo de una
persona la atraviesa limpiamente y se desintegra al chocar con el pavimento
pudiendo causar daños colaterales a otras personas sin dejar pruebas balísticas
para ser utilizadas en cualquier investigación científica criminalística.
Esta
alevosa cadena de crímenes forma parte de las instrucciones genocida de Nicolás
Maduro Moros y sus cómplices para mantenerse en el poder, sin embargo,
constituye una materia más para engrosar el expediente de los violadores de los
derechos humanos ante la Corte Penal Internacional, cuyo documento constitutivo
es conocido como El Estatuto de Roma, adoptado en la capital italiana, el 17 de
julio de 1998, firmado por Venezuela el 07 de junio de 2000 y adoptado como Ley
de la República según Gaceta Oficial Nº 5.507 Extraordinario del 13 de
diciembre de 2000. Caracas, 30 de abril de 2017. rdbustillos@gmail.com,
@rdbustillos.
El
Cnel. (Ej.) Rubén Darío Bustillos Rávago* Es Secretario de Organización del
Frente Institucional Militar, FIM.
Ruben Dario Bustillos Ravago
Frente Institucional Militar,FIM,
rdbustillos@gmail.com
@rdbustillos
frentemil2@gmail.com,
@frentemil
Caracas Venezuela
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