¡La
revolución bolivariana vino para quedarse! Así lo dijo el difunto. Fue un grito
que hoy aturde a nuestra patria, que bien pregonan los carceleros de la
destrucción, del hambre y la miseria de los venezolanos. ¡Si eso puede llamarse
patria! Los estados de excepción, con el anti colombianismo desatado en la
desesperación de los “irredentos”, como minuta o apuntes, nos recuerdan, que de
Colombia se ha dicho cualquier cosa para entender la estupidez
“revolucionaria”.
En 1999 decíamos, que la guerra en Colombia
se debatía entre tres actores principales, la guerrilla, los paramilitares y la
fuerza pública. El primero contra los dos últimos y el último contra los dos
primeros. Entonces surgió la expectativa de paz con el inicio de las
conversaciones en el poblado de Puerto Rico, distante una hora de San Vicente
del Caguán. Los paramilitares hicieron circular panfletos y pintaron en las
paredes consigas amenazadoras, entre otras, la que indicaba que: “Nuestros
frentes de guerra llegarán muy pronto a combatir a la guerrilla. A partir de
ahora las cosas tienen que cambiar”. Notificaron públicamente sus pretensiones
de combatir, para recuperar el territorio desmilitarizado. “una concesión
‘patriotera’ desesperada del gobierno del hermano país, que creyó en la buena voluntad
de los paramilitares de ayudar a la paz.
Sucedió, que el diálogo fue suspendido pocos
días después, con el argumento de que Pastrana no tenía una verdadera voluntad
de combatir a los paramilitares y ante esta sorpresiva decisión de las FARC, el
presidente prorrogó la desmilitarización hasta el 7 de mayo con el fin de
salvar la continuidad de las conversaciones y como consecuencia de ello, ordenó
el 9 de abril, el retiro de dos generales del Ejército, que las FARC acusaban
de tener vínculos con los paramilitares.
A colación esta referencia, tratando de hacer
un símil con los colectivos creados por el difunto, como una salida, que creyó
hábil, para enfrentar a una posible subversión militar, que no era de su afecto
desde que en 1992 dio al traste con su intento fracasado de golpe de Estado.
Pero no fue solo este mamotreto militarista o
paramilitar la creatura del desmadre, sino que ayudado por sablistas del poder
judicial, incluyeron inconstitucionalmente en la FAN un verdadero cuerpo de
paramilitares, que llamaron “milicia”, que ha venido a suplantar a nuestro
Ejército “forjador de libertades”, apoyados con la malignidad de unos mandos
militares serviles. Pareciera, que los “para” y los “contra” no encontraran
asiento firme después que el PSUV desmadró a sus fervientes seguidores,
defendiendo a unos pocos que siguen creyendo en la “revolución”; y como hemos
visto, han sido capaces de enfrentar, amenazar y declararle la guerra al
gobierno, que no encuentra que hacer, viendo como sus “hijos” o “para-rojos”,
como los cuervos, los amenazan con sacarles los ojos.
Lamentablemente, a diferencia de Colombia,
que a pesar de su sufrimiento en una guerra centenaria, no ha tenido dislates
producto de mentes torcidas como la del difunto, en nuestra Venezuela, y con lamentable
dolor, tenemos que reconocer que hoy vivimos la maldición del “mesías tardo”,
que llamó revolución a una estúpida visión infantil soñada mientras vendía
“arañas” en su terruño, avalada por personajes que dijeron llamarse
intelectuales, pero que nunca fueron capaces de hacer un ejercicio mental del
porvenir, que crearía una fantasía ignara.
Pero lo más triste es creer que son
los “para” y los “contra” de Colombia guiados por Uribe, los que los sacarán
del poder. En su desbarajuste olvidan que ¡los cuervos que criaron, ya
crecieron y quieren sacarles los ojos!; y los cazadores cubanos no atacan ni a
una liebre. Tanto la Milicia como los colectivos son paramilitares. Los estados
de excepción son una nimiedad para hacernos creer que pueden controlar la
frontera. Pero ya la voluntad del difunto pasó al mismo plano en el que él se
encuentra. Sin parodia ¡No volverán!
Enrique
Prieto Silva,
eprieto@cantv.net
@Enriqueprietos
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