Y Sócrates dijo, “cuando a ti se te pregunte
de qué país eres, nunca contestes ‘soy ateniense, o soy corintio’, sino di “soy
ciudadano del mundo”. Hoy, las organizaciones partidistas persisten en la
creencia de que sus intereses propios son distintos de la ciudadanía y que la satisfacción de esos intereses
partidistas son más importante que cualquier injusticia que pueda resultar de
dicha acción partidista en perjuicio del Ciudadano. Ciertamente, se piensa que
la gente o militancia de un partido o ideología es diferente al resto de la
humanidad y que la unidad política es más importante que el todo.
Unidad es indivisibilidad, donde su premisa
es unicidad en todo, donde el único
aporte a esa unidad es la obediencia ciega de sus componentes. Ahora cabe la
pregunta ¿quién o quienes dictan la los principios o directrices de esa unidad?
La respuesta es complicada pues se difumina en algo etéreo como el Todo
Universal, de lo que si estamos seguros es que aquellos que decidan o elijan
unirse a la unidad deben entregar sus posibilidades de libre albedrio a esos
principios y renunciar a los suyos propios.
Quienes deseen alcanzar la unión, deben
practicar la virtud sin hacer distinciones. Deben disolver todas las ideas de
dualidad o polarización: pobre y rico, patriota y apátrida, chavista y
escuálido. La Unión Ciudadana necesita como motor abandonar cualquier
desviación mental nacida de creencias ideológicas, partidistas y religiosas.
Mi mayor experiencia de Unión Ciudadana la
vivo y la experimento en un club de abuelos en Palo Verde, del cual tengo el
honor de crearlo y administrarlo (ad honoren), allí los abuelos y abuelas sin
conocerse han creado una unión familiar sin distingo de ideologías, creencias
religiosas ni clases sociales, esa unión nos ha permitido salirle al paso a no
pocas dificultades donde cada uno ha puesto lo mejor de si para que ese club se
mantenga desde hace 5 años funcionando de manera ininterrumpida y armónica.
Esta experiencia enriquecedora y alimentada
por virtudes ciudadanas como tolerancia, solidaridad y honestidad son y deben
ser la base fundamental de un movimiento ciudadano que hemos iniciado como Ong
DeCiDo (Democracia
y Ciudadano Domine) y desde el cual como organización ciudadana sin otro
objetivo que desarrollar un País de Ciudadanos de Primer Mundo donde prevalezca
la tolerancia, solidaridad y honestidad y todos los derechos del ciudadano sean
cubiertos y respetados por el Estado.
Esta es la Unión que promovemos, una unión
ciudadana que sobrepase cualquier unidad que limite la expresión libre y
democrática de los ciudadanos, una Unión Ciudadana que contraste con una unidad simbólica fundamentada
en obediencia militante y alimentada por el miedo.
Maximiliano
Donat
maximilianodonat@gmail.com
@maxidonat
Ong
DeCiDo
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