El panorama institucional venezolano es
verdaderamente doloroso por lo trágico. La Constitución quedó como un simple
objeto que se menciona cuando se considera necesario pero que se irrespeta
permanentemente. El experimento de Chávez, consistió en mimetizar los poderes
públicos con la estructura de su partido. Terminó siendo el germen de la
corrupción más espantosa que se haya visto en Venezuela.
Las pruebas de esa corrupción brotan por
doquier. No hay un solo aspecto de la administración venezolana en el que no se
vea la mácula asquerosa que ha dejado un manejo egoísta de la cosa pública
venezolana. El pueblo venezolano ha sido víctima de un saqueo inhumano. Uno al
que no le importó dejar a la gente en estado menesteroso desde el punto de
vista de su calidad de vida.
Junto al saqueo del tesoro público y de las
riquezas del país hemos visto como se ha ido pudriendo la administración de la
justicia. Este tenebroso camino lo inauguró Hugo Chávez en cadena nacional de
radio y televisión cuando con un desparpajo inaudito exculpó a los pistoleros
de Puente Llaguno al tiempo que condenó a los jefes de la Policía Metropolitana
junto a unos funcionarios cuya culpabilidad no quedó claramente demostrada tal
como lo sostiene el deshonesto ex-magistrado Aponte Aponte.
No podía ser de otra manera en un proceso
político liderado por un individuo al que no le importó la muerte de soldados
inocentes a los que llevó bajo falsos alegatos a ejecutar una de los más
vergonzosas acciones militares de nuestra historia, como fue la fallida
intentona golpista del 4F de 1992. Ya ese acto daba suficientes indicios de que
estábamos frente a un personaje sin escrúpulo alguno que no dudaría en tomar
cualquier acción por perversa que fuese con el fin de alcanzar sus nefastos
objetivos.
En la línea de invención de casos con tal de
justificar a un mal nacido proceso político son muchas las víctimas que han
caído. Desde inocentes estudiantes, pensionados, amas de casa, pasando por
usuarios de redes sociales y llegando a prominentes líderes políticos hemos
visto cientos de casos de perseguidos por razones ideadas con el único
propósito de sacarlos del medio.
Creados a la imagen y semejanza de Hugo
Chávez, sus herederos se han manejado con todavía más maldad que su predecesor.
Poco inteligentes e incapaces de maniobras políticas que mantuviesen aunque
fuese la precaria gobernabilidad anterior, se dedicaron a usar el terror a gran
escala para mantenerse en el poder. Ya vimos como para disolver los focos de
protesta de 2014 usaron grupos paramilitares armados y custodiados por las
fuerzas de seguridad del estado para arremeter brutalmente contra civiles
desarmados.
Desde las más corrompida moral comunista han
urdido acciones contra todo aquello que signifique una amenaza para ellos en lo
grupal y personal. Es así como compraron medios de comunicación, violando la
ley que ellos mismos promulgaron. Han perseguido periodistas, cerrando medios,
impuesto medidas de presentación a un octogenario político de izquierda
devenido en periodista, demandado penalmente a directores de medios por ejercer
su función, encarcelando jueces porque al fallecido presidente no le gustó una
decisión. En fin, una violación tras otra de los derechos humanos de muchos
venezolanos que han sufrido las consecuencias de enfrentar el oprobio
dictatorial de los enanos mentales que ostentan el poder en Venezuela.
Desde hace más de una década esta clase política
decidió perseguir con saña y sin piedad a Leopoldo López. Primero lo
inhabilitaron políticamente para evitar que con el ejercicio de cargos siguiera
ganando reconocimiento de buen político y eficiente administrador. Una vez
superada la inhabilitación decidieron ir por él por la vía de la trama creada
por mentes enfermas que no reparan en obstáculos éticos, para acabar con la
vida de quien sea, con tal de que ellos puedan seguir disfrutando las mieles
del poder.
Me resultó verdaderamente asqueroso oír la
entrevista que Nieves concedió a CNN. Una afrenta a la moral. Un triste
espectáculo propio de las más degradadas cúpulas podridas que puedan haber
azotado alguna vez al pueblo venezolano. Enterarse por boca de unos de los
actores que personeros de la alta jerarquía del régimen están involucrados en
este tipo de operaciones lo lleva a uno a pensar en las maquinaciones de las
peores dictaduras que puede recordar la humanidad.
Uno se pregunta: ¿qué tienen estos individuos
en el alma? Luego toca preguntarse si es que tienen alma. Por más maldad que
pueda engendrar, no me imagino llevar a la cárcel a una persona de bien que
tiene una familia por la que responder. Que tiene unos hijos que preguntan por
él y que necesitan de su presencia. Ni hablar de una mujer que pensó en una
vida llena de felicidad junto al padre de sus hijos.
El chavismo terminó degenerando en un proceso
de involución que fue disminuyendo día tras día la calidad de vida de los
venezolanos en todas las dimensiones que pueda imaginar. Nos ha sometido a un
proceso que nos ha hecho cada vez más primitivos. Donde los sentimientos
importan poco. Donde el lucro y bienestar personal están muy por encima del
bien de la colectividad.
Este arcaico proceso político está condenado
a pasar a la historia como un asunto del que todos querrán olvidarse. Sin
embargo, habrá que hacer un esfuerzo muy importante para que quede un
aprendizaje. Para que nunca se olvide en Venezuela que un encantador de
serpientes nos puede llevar al abismo. Para que asimilemos de una vez por toda
que los países no se construyen en base a las fantasías de personajes
caudillescos.
Es tiempo de cambiar. Pero un cambio real. Un
cambio que nos aleje del realismo mágico al que nos ha sometido la creencia de
que podemos vivir de los altos y bajos de los precios del petróleo. Es
necesario que los venezolanos tomemos el control para que los políticos
terminen siendo lo que deben ser: unos servidores constreñidos a la voluntad
del pueblo soberano al que representan.
Jose
Vicente Carrasquero A.
botellazo@gmail.com
@botellazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario