La
perplejidad se ha perdido de vista en el escenario que representa el régimen de
Nicolás, ante la crisis por ellos impulsada para someter a los ciudadanos a sus
caprichos.
El
sistema económico adelantado por el oficialismo va en detrimento de la sociedad
y el peculio familiar, para favorecer el sistema político pretendido, pasándose
la constitución por la parte trasera de sus cuerpos.
El
control de las divisas extranjeras le ha permitido al régimen estimular la
inflación, contrabando, bachaqueo, escasez, pobreza y corrupción, para luego
arremeter contra lo poco que queda de producción privada, a través del
populismo, llamado PRECIOS JUSTOS, buscando ganar adeptos para las elecciones
del 6 de diciembre.
Es
el populismo de la barbarie ilimitada, desmoralizador, corrupto, excluyente y
expropiador. Es simplemente la vulgaridad traducida en operación irrespeto.
Impulsan
la inflación para obligar al ciudadano a quedarse en la inopia económica, y por
consiguiente aumenta la recaudación impositiva, para llenar las arcas del
tesoro nacional y facilitar posteriormente el saqueo de la misma a las mafias
instaladas en la alta esfera gubernamental; es un atraco desproporcionado al
maltratado salario de los trabajadores.
Las
elecciones del seis de diciembre, donde por cierto, se elijen diputados a la
nueva Asamblea Nacional, representantes de las entidades federales, en ciento
once procesos eleccionarios distintos, y no en uno sólo, debe servir para
rescatar el debate de los grandes problemas afrontados por los ciudadanos, y
accionar los mecanismos constitucionales para obligar al régimen a respetar lo
estipulado en la carta magna.
Es
una mentira que el seis de diciembre se cambia al Presidente de la República.
Lo que se puede cambiar es la correlación de fuerzas en el Poder Legislativo, y
desde allí ejercer los controles pertinentes, para contrarrestar el abuso y la
regaladera del peculio venezolano a otros países, y avanzar en opciones
constitucionales, que por añadidura, y dependiendo de la verdadera intención de
los parlamentarios electos, surjan a raíz del cuadro político nacional.
Es
mentira, que quienes permiten la violación de la Constitución, pretendan
posteriormente hacerla respetar. El tejido social venezolano está resquebrajado
en lo ético y lo moral, reconstruirlo no es cuestión de horas, se van a
necesitar muchos días.
El
populismo se ha apoderado de los bandos generadores de la polarización y hacen
promesas en falso que se pueden traducir en soberbia frustración.
Hay
que salir del actual régimen, las formas están establecidas en la Constitución
y allí radica el futuro de la patria. Es mentira que votando por el que sea se
sale del actual desastre, al contrario, se puede profundizar.
Las
opciones y oportunidades de seleccionar alternativas reales y distintas a las
que se esconden detrás de tarjetas impulsadas con muchísimo recurso económico,
pero carentes de propuestas serias y responsables, existen.
El
seis de diciembre la cita es para cambiar la actual representación en el Parlamento
Nacional. El populismo irá cada día en crecimiento. La conciencia ciudadana
también.
Josue
Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira
- Venezuela
Candidato
Lista a Diputado
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