Los proverbios son
aleccionadores. Creo que nunca pasarán de moda.
En las elecciones
parlamentarias que acaban de producirse este 6 de diciembre, la voluntad
popular, más contundente imposible.
Una clara victoria de
que el camino que eligió el régimen no es el màs sano. Eso no podrá negarse
nunca. Los resultados de sus decisiones no han sido las más acertadas que se
diga.
Todo un desastre por
donde metamos el ojo. Y, a pesar de que
este pueblo aún tiene algo de ingenuidad, no fue capaz de seguir creyendo en
las mentiras que a diario escucha en las interminables cadenas.
Y se pronunció. Fue
decisivo y contundente. Sin posibilidad de poder torcer la voluntad en esas
horas nocturnas encerrados en esa sala de totalización “misteriosa y extraña”.
A pesar de lo tarde de los resultados oficiales, la gente los esperó
pacientemente, aunque ya se sabían desde hace rato. Podría especular las
razones de la demora. En otras latitudes
con más gente votando y procesos manuales, los resultados no se tardaron tanto.
Quizás la demora se debió a que el CNE esperaba órdenes de decirlos o no. La
mente es libre y las pasiones también.
Lo cierto es que esta
es una gran oportunidad que tiene el régimen de poder prevalecer en el
escenario político. O corrige su rumbo o pasa a los “cuarteles de invierno”.
Pero para que eso ocurra se necesita una dosis de humildad y hasta ahora esa
virtud ha brillado por su ausencia en toda esa tolda política.
No sabemos si la
realidad los podrán convencer de que se deben devolver de esa idea del
“socialismo del siglo XXI”, que no es más que una gran anarquía donde todos
“meten la mano”.
Me refiero a los que
están muy cerca del poder, con la impunidad más grande que se conozca:
98%. A quien se le ocurrió esa idea, hay
que darle unos latigazos en la espalda. En fin, una demostración de cordura de
parte del ejecutivo sería ponerse a la orden de la nueva asamblea nacional.
Antonio López Villegas
altatribuna@yahoo.com.mx
@lopezvillegas7
Caracas - Venezuela
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