“La victoria tiene un centenar de padres, pero la derrota es huérfana”. John F. Kennedy (1917-1963), 35° Presidente de los Estados Unidos.
Lo que sucedió el 6D
es que la mayoría de los venezolanos le quitó el mando de la AN al gobierno y
sus seguidores. El voto fue adverso al presidente, al PSUV y a la reelección de
quienes hasta ahora han sido diputados rojos. Incluyo al presidente, porque
pese a que estas son elecciones parlamentarias, él fue la cabeza visible de la
campaña, repartiendo tabletas, taxis y viviendas para comprar votos.
Por eso ahora están
indignados y no aceptan la pela monumental. Infelices son las expresiones del
presidente, que ni siquiera reconociendo la derrota, tiene la humildad y
prudencia de tratar de entender el por qué Venezuela votó en su contra y a
favor de una opción de cambio.
“Perdimos, pero fue
por la guerra económica que nos hizo la burguesía parasitaria aconsejada por el
imperio de esconderles las comida para que ustedes hicieran cola”. Dicho esto
por un presidente que ha condenado todas las salidas y echado un cerrojo a las
pocas libertades personales y económicas que le legó el difunto, es una
tragedia a los ojos de quienes con su voto le dijeron que están claritos acerca
de quién le hace la guerra económica al país.
Las amenazas de que
la oposición les va a quitar beneficios como las canaimitas o las pensiones,
son infames y no hacen sino echar más tierra a la tumba donde han sumergido al
chavismo. La inescrupulosa utilización del finado en la campaña, ha tenido su
cénit en este acto post electoral, donde con las manos sobre la tumba en el
llamado Cuartel de la Montaña, el presidente ha lanzado un decreto para
transferir el sitio a una fundación llamada por supuesto Hugo Chávez Frías,
para impedir que los “escuálidos” (no se ha enterado todavía que ahora ellos
son los escuálidos) “profanen los restos de nuestro amado comandante”.
Estos ridículos
inventos intentan distraer la atención sobre lo medular del asunto: el voto de
la mayoría está pidiendo a gritos cambios en la política económica, en el
respeto a los ciudadanos, en la gestión pública, castigo a la corrupción y el
narcotráfico. Ese es el mensaje. No escucharlo los pone cada vez más cerca del
fin de su fracasada revolución.
El oficialismo llega
con 55 diputados a la Asamblea Nacional, casi la mitad de los que tenía en este
período cuando valiéndose de su mayoría simple, aprobaron leyes habilitantes,
créditos adicionales, atropellaron a los diputados de oposición ( que por
cierto eran más que ellos ahora), se negaron a discutir temas de interés
nacional, ocultaron información, cundieron de Flores el parlamento, permitieron
que los diputados opositores fueran vapuleados, golpeados y humillados dentro
del hemiciclo por diputados y diputadas oficialistas, así como por las
enfebrecidas e insultantes barras que convertían el parlamento en una vulgar
gallera.
Diosdado Cabello, que
de chiripa fue reelecto ahora, promovió la ilegal destitución de María Corina
Machado y de Richard Mardo. Cortó micrófonos, se burló, descontó días de
sueldo, hizo lo que le dio la gana y ahora dice que no va a ceder su
revolución. Jorge Rodríguez, el sinvergüenza que presidió el CNE para luego
ocupar a perpetuidad la jefatura de las campañas rojas, no obtuvo ni un solo
diputado en su municipio: los caraqueños le dijeron no a Jacqueline Faría,
Ernesto Villegas y Freddy Bernal. Todos los circuitos del Distrito Capital
fueron ganados por la Unidad.
Algo debería decirles
el que en Barinas, estado natal del finado comandante, su hermano Argenis
perdió y solo sacaron 2 diputados. En Anzoátegui apalearon a Maripily Hernández
y a María Cristina Iglesias. En Táchira ni siquiera la esposa de Vielma Mora
pudo salir por la lista, con el arrase de casi el 70% de los votos para la
Unidad. Tampoco la esposa de García Carneiro fue electa en Vargas, donde el
PSUV sacó un solo diputado. Aragua, territorio supuestamente chavista, desechó
a Elvis Amoroso y dio el diputado 112
para que la Unidad tenga mayoría calificada en la AN. Miguel Pizarro en Petare
revolcó al salta talanquera William Ojeda 65 a 33%, así como también la ola del
cambio borró a los traidorcillos Ricardo Sánchez y Hernán Núñez.
El Zulia le sacó la
lengua al zurda konducta Madroñero y a
Calixto Ortega y dio 13 de sus 15 diputados a la Unidad. También quedaron fuera
de combate el Potro Álvarez, la mamá de Robert Serra y la viuda de Alí Primera,
el ex ministro Haiman El Troudi y Nancy Asencio, la golpeadora de María Corina.
También hay que dar gracias por la sensatez de los mirandinos que suprimieron
la histeria del hemiciclo, al no votar por Blanca Eekout.
En Carabobo la
perseverancia hizo justicia a un pueblo cansado de que le tuerzan el brazo y lo
amenacen: de los 10 diputados 8 son de la Unidad, un gran y merecido triunfo de
un eficiente equipo encabezado por Rubén Pérez Silva, Enzo Scarano, Alejandro
Feo La Cruz y Diego Borges.
Las primeras acciones
de esta nueva Asamblea serán un decreto de Amnistía que no necesita firma del
Presidente, quien ya dijo que se opondrá. Y la reforma de leyes nefastas que le
hacen la guerra a la producción y el comercio, como la Ley del Trabajo, la Ley
de Precios Justos. El país quiere la reapertura de RCTV, información
equilibrada y veraz en los medios del estado,
interpelación de PDVSA, Banco Central, Cencoex, empresas de Guayana y
otras cajas negras para saber dónde están los recursos de Venezuela; revisión
de las ayudas internacionales y convenios que perjudican al pueblo venezolano;
apertura de investigaciones sobre delitos de corrupción y narcotráfico.
Mucho trabajo por
hacer, que solamente se logrará si la nueva mayoría parlamentaria actúa unida,
respondiendo al mandato popular de unidad y cambio. Si no, la historia y los
venezolanos se los cobrará, igual que está cobrando hoy 16 años de incapacidad
y ofensas. La Voz del pueblo es la voz de Dios. Y habló alto y claro.
Por primera vez en
muchos años, la mayoría de los venezolanos disfrutará con alegría y esperanza
la Navidad.
Charito Rojas
Charitorojas2010@hotmail.com
@charitorojas
Carabobo - Venezuela
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