La apabullante
derrota electoral del pasado 6 de
diciembre que sufrió el chavismo (
versión del marxismo en Venezuela) a manos
de la oposición de la Mesa de la
Unidad Democrática, quien alcanzo la mayoría calificada con un número de
diputados por encima de 112,dejando al socialismo del siglo XXl en una absoluta
minoría, se debe tomar como una analogía de la caída del muro de Berlín
acaecida hace 26 años, en donde se
derrumbo el “socialismo real” que
esclavizo a Europa oriental durante varias décadas, a lo anterior se agrega el triunfo en Argentina de Mauricio Macri del partido
Cambiemos que es como el ariete de un
efecto domino, que llevara a la región a mandar también a la basura de la
historia al marxismo, enemigo
indudable de la humanidad.
La desgracia
Latinoamericana con el comunismo totalitario ha ido de la mano del sátrapa
de Fidel Castro, que antes morir vera su obra criminal en ruinas, pues fue
quien armo a 26 grupos terroristas marxistas en 13 países en la década de los
sesenta del siglo pasado, patrocinado por la Unión Soviética, y ante la caída del llamado campo socialista en el
viejo continente, monto con Lula Da Silva el foro de Sao Pablo en 1990, para
llevar a nuestros países a una
federación socialista en donde las naciones serian convertidas en provincias,
por ello Hugo Chávez en sus
alucinaciones quería armar la Unión Soviética Latinoamericana usando a
Venezuela de punta de lanza.
A Lula Da Silva
expresidente de Brasil y antiguo dirigente sindical, los pueblos
latinoamericanos no lo podrán excusar jamás por haber creado con Fidel Castro
el foro de Sao Pablo, para reverdecer al marxismo, porque en el abc del
sindicalismo una de las primeras lecciones que aprenden los dirigentes es acerca de la derrota indiscutible que
sufrió Karl Marx en la primera internacional
de los trabajadores en el siglo XlX, en donde los obreros repudiaron sus tesis
absolutistas por burocráticas e inhumanas, ya
que impulsaban una dictadura perpetua en contra de las masas,
siendo desde ese entonces el marxismo
una patraña de engaño al proletariado, y quedando convertido con el tiempo en
la organización genocida más grande que la humanidad ha conocido en toda la
historia.
La nueva Asamblea
Nacional venezolana que se instalara el próximo 5 de enero y que será dirigida por la MUD, tiene
importantes retos para buscar una apertura democrática, que le permita a la
patria de Bolívar salir del abismo a donde fue
a parar por culpa del castrocomunismo, que convirtió a ese bello país en
una colonia cubana, de ahí que el retiro de los asesores militares de la isla
que están orientando a organismo de
inteligencia es una exigencia que se le debe hacer al gobierno de Maduro,
también el desmantelamiento de los campamentos de las Farc y el Eln que se
encuentran en territorio de Venezuela debe de ser una obligación para el
gobierno, con la expulsión de los miembros de esas bandas armadas.
A lo anterior se le
debe agregar la aprobación de la ley de amnistía para la liberación de los
presos políticos, encabezados por Leopoldo López y el regreso de los exilados
que tuvieron que salir del país perseguidos por el régimen, además como punto
nodal una reforma económica es de vital
importancia ante la crisis humanitaria por la falta de artículos de primera necesidad, que ha
provocado el chavismo por impericia al haber destruido el aparo productivo, lo
cual ha hambreado a la población y
conducido a un aumento de la pobreza que
no se conocía en décadas.
También la Asamblea
Nacional con la mayoría absoluta de la oposición, puede aprobar la convocatoria
de una constituyente e impulsar el referendo revocatoria en un tiempo
prudencial de acuerdo a la constitución en contra del Presidente Nicolás
Maduro, porque los vientos de cambio soplan en Latinoamérica y el engaño
comunista con el socialismo del siglo XXl hay que desterrarlo de las mentes y los corazones del
pueblo. Identificando claramente al marxismo como una desgracia para las naciones, pero que se oculta detrás de un falso bolivarianismo,
indigenismo o progresismo, y a la vez utiliza el populismo como otro método
para engañar, teniendo siempre los mismos resultados de miseria y
represión en contra de las masas.
Con lo que paso en
Venezuela el 6D, el gobierno de Colombia debe reflexionar sobre las
implicaciones que dicho suceso tendrá en las negociaciones de la Habana, para
la estabilidad institucional, pues al
cambiar el panorama político de un país cuyo gobierno es acompañante y gestor de dichos acuerdos, y que siempre ha estado inclinado a
favor de las Farc, que es una
organización terrorista que menosprecia los principios democráticos por
seguir los sofismas marxista, al gobierno de Santos le toca interpretar el
mensaje del país vecino, que repudia el
sistema comunista que es el que quiere imponer la narcoguerrilla en Colombia.
Venezuela
durante el gobierno de la
camarilla chavista se le ha considerado como la autopista del narcotráfico, en
cuyo gobierno se encuentra el cartel de soles que es socio de las Farc en el negocio, por ello a la
nueva Asamblea le corresponde limpiar la imagen de un país vilipendiado y
escarnecido por las bandas narcotraficantes. Entonces al hacer el parangón
entre la caída del muro de Berlín en
1989 y los éxitos de la democracia liberal en Argentina y Venezuela en 2015, hay que afirmar sin temor a ser desmentidos, que el esperpento marxista
leninista tiene que ir nuevamente al basurero de la historia, ahora en
Latinoamérica, porque su pestilencia no le puede seguir trayendo desgracias y
sufrimientos a ningún pueblo.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
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