El pasado Sábado 28 de noviembre 2015, fuimos convocados por el Dr.
Oswaldo Angulo, Presidente de la Asociación de Escritores Carabobeños (AECA) al
Centro de Artes Vivas “Alexis Mujica” (Cavam),
en la víspera de cumplirse los 234 años del nacimiento de Don Andrés de Jesús María y José Bello López,
nacido en Caracas el 29 de noviembre de 1781, y quien fuera un filósofo, poeta, traductor, filólogo,
ensayista, educador, político, diplomático, y jurista venezolano, nacido en la
época pre republicana de la Capitanía General de Venezuela, y nacionalizado
chileno, segunda patria en la que muere el 15 de octubre de 1865, en Santiago
de Chile.
Bajo inspiración de Bello y con su decisivo apoyo, en 1842 se crea la
Universidad de Chile, institución de la que se convertirá en su primer rector
por más de dos décadas. Entre sus principales obras literarias, se cuenta su
Gramática del idioma castellano (Gramática de la lengua castellana destinada al
uso de los americanos), los Principios del derecho de gentes, el poema «Silva a
la agricultura de la zona tórrida» y el Resumen de la Historia de Venezuela.
Corresponde al distinguido Doctor Angulo abrir los fuegos intelectuales
al dirigir las palabras de apertura, en cuya prosa se distingue la evocación
del instante en el que se reinicia de manera legal la asociación que nos reúne, ocurrida el 15
de julio del año en curso, y cuyo nacimiento no demerita en lo absoluto la
importancia y valor de quienes la fundaran por allá por el 23 de abril de 1948;
pero, cuya fecha no fuera refrendada en su era por un registro oficial
oportuno, evento éste que se consolida en la fecha 2015 antes señalada bajo los
auspicios de un numeroso grupo de personalidades del estado, quienes inspirados
en el trabajo de sus preclaros ancestros, quieren de esta manera consolidar y
multiplicar sus logros intelectuales y continuar la labor en provecho de las
letras, las artes y la cultura, a través
de la palabra escrita. Es por ello muy
loable que el nacimiento del ilustre prócer
civil de nuestro gentilicio, enaltecido por su labor nacional e
internacional, haya sido escogido como Día de los Escritores, razón de nuestro
encuentro.
El doctor Angulo recordó los aspectos gremiales cumplidos en este primer
semestre e hizo una semblanza de don Andrés Bello, destacando su obra poética y
literaria, al mismo tiempo que nos señalara los valores éticos y morales de
quien pudiera decirse en justicia, que si Rubén Darío fue el Príncipe, Don
Andrés Bello fue y es el Padre de las letras americanas, y cuya inspiración fue,
es y será faro y guía del escritor carabobeño, en especial en estas horas,
agregando que es bajo la unidad y el respeto a las ideas que podemos enrumbar,
sin retaliaciones ni persecuciones, la reconstrucción de nuestra sociedad,
convocándonos a acudir a las urnas el venidero 6D, a ejercer nuestro derecho y
cumplir con nuestro deber, y decidir con nuestro voto el destino de la patria,
cualquiera que fuese nuestra elección.
De las acertadas palabras de apertura del acto pasamos a un bello
discurso de presentación del orador de orden, a cargo del Presidente del
Consejo Municipal de la Alcaldía de Naguanagua, quien efectuó una elaborada
disertación fundada en una libre e imaginaria carta astral (advirtiéndonos que
no es astrólogo ni astrónomo) del doctor don Luis Cubilan Fonseca, en cuya
travesura literaria destacó sus valores y principios y su aporte a Valencia,
así como su obra literaria y poética de altura.
El doctor Cubillàn, en su turno, nos presentó un enjundioso trabajo
acerca de la obra de don Andrés bello, centrada en su análisis comparado con la
obra de Luis de Góngora y Argote, quien
fuera un poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro. Nace Góngora el 11 de
julio de 1561, en Córdoba, España y muere el 24 de mayo de 1627, en su ciudad
natal. Su educación la recibió en la Universidad de Salamanca.
Efectúa don Luis Cubillàn un análisis de las silvas de don Andrés Bello
estableciendo el parangón entre ellas y las de Góngora, destacando su
dificultad en ser comprendidas bajo la apreciación de ciudadano común, dada su
compleja estructura poética y el castellano empleado, por lo que, Don Luis se
dedica a analizar las oraciones enrevesadas y no osa interpretarlas, mucho
menos traducirlas, sino a prosificarlas,
como él clasifica su labor, para llevarlas
a un castellano llano y comprensible,
con el cual se pueda asimilar su
contenido, su esencia y sus relaciones con la vida del agricultor, del
pueblerino y del ciudadano común. Ya que sus metáforas y giros poéticos están
íntimamente relacionados con la vida propia de un hombre de esos tiempos.
Considero que el análisis
comparado del Doctor Cubillàn es muy válido toda vez que Góngora fue y
es el máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde y con
simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo,
cuya obra será imitada tanto en su siglo como en los siglos posteriores en
Europa y América. Como si se tratara de un clásico latino, sus obras fueron
objeto de exégesis ya en su misma época. Además, ello justifica su esfuerzo de
prosificación, toda vez que la Silva es
un género de poema que combina versos heptasílabos y endecasílabos en una
estructura asimétrica y de extensión indeterminada. La silva usa con
preferencia una rima consonante dispuesta libremente y con versos sueltos. La
nota característica de la silva es precisamente su irregularidad (en su inicio
buscaba eliminar la estrofa), por lo que en tiempos más recientes, sobre todo a
partir de los poetas modernistas, los poetas han experimentado con la rima asonante
e incluso con versos de distintas medidas.
De tal manera que, el trabajo del Doctor Cubillàn nos remite a un
resultado loable y fue muy celebrado por los escritores presentes y será base
de futuros encuentros de estudio de la obra de los dos grandes escritores y
poetas antes señalados.
Debo indicar que el acto central fue precedido por una misa celebrada en
la Catedral de la ciudad, presidida por el párroco, en sustitución emergente
del Obispo Del Prete, quien se encontraba a la sazón varado en el oriente del
país, esperando vuelo. Así mismo, hubo
una ofrenda floral ante la estatua del padre de la patria en la cual le
correspondió al General de Brigada Ejército Eumenes Fuguet Borregales
ofrecernos unas palabras alusivas al acto, en las cuales unió a cinco
embajadores del gentilicio, de las letras y de la independencia de Venezuela,
como fueron y son Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Simón Bolívar,
Simón Rodríguez, y Andrés Bello, razón
del acto mismo, brindándonos un resumen muy sustancioso acerca de sus vidas y
ejemplos para nuestros días.
Luego del acto formal fuimos reunidos para unos canapés y para escuchar
artistas valencianos, donde disfrutamos del rato de camaradería acostumbrada,
enriquecedora y fuente de amistad y regocijo de estar juntos para celebrar ,
ésta vez, un año más del día de los escritores.
No puedo concluir esta crónica voluntaria, sin antes recordar a mi padre, quien me contaba que Andrés Bello no
sólo aprendió el inglés, sino que a las puertas de su casa en Londres colocó un
letrero que rezaba: " Se enseña a hablar inglés... a los
ingleses". No en balde Ignacio
Domeyko señalara, para su funeral:
Dudaría la razón que en una sola vida, un solo hombre pudiera saber
tanto, hacer tanto y amar tanto.
CN. Eddy Darío Barrios Orozco
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
Carabobo - Venezuela
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