miércoles, 23 de diciembre de 2015

JULIO PORTILLO, CINISMO E INJERENCIA

Cada vez que a la dictadura venezolana desde cualquier lugar del mundo le piden respeto por los derechos humanos, la democracia, el derecho internacional, los jefes de Estado de distintos países, a su propio pueblo, la solicitud es calificada por el régimen como injerencia.

A lo largo de estos años del despotismo fascista que nos gobierna han tildado de entrometerse en los asuntos de Venezuela, a jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, Colombia, Reino Unido de la Gran Bretaña, Francia, el Vaticano, Costa Rica, Panamá, Honduras, Paraguay, Chile, Perú, Argentina; expresidentes de veintiún países,  los senados de Chile, Perú, Colombia, Brasil, los secretarios generales de la OEA, las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Human Rights, juristas, filósofos, premios nobel, historiadores, economistas. Según el chavismo, es el mundo, el que está equivocado, no ellos.

Con el mayor cinismo, de la forma más grosera, la Canciller del régimen venezolano, Delcy Rodríguez, respondió en la reciente reunión de Mercosur, la solicitud del Presidente Macri de Argentina, de liberar los presos políticos venezolanos. Maduro no fue a Paraguay porque le hubiera sido muy cuesta arriba hablar de injerencia en Asunción donde él fue expulsado de ese país, por incitar a un golpe de Estado cuando fue depuesto justamente el Presidente Fernando Lugo por sus escándalos sexuales y acciones contra los campesinos. Era como nombrar la soga en la casa del ahorcado.

Maduro sirvió de chofer al depuesto Presidente Zelaya de Honduras, cuando intentaba regresar a su país por las fronteras. No es injerencia cuando el Presidente Correa de Ecuador califica a la oposición venezolana de golpista, cuando Evo Morales, José Mujica, Daniel Ortega, Fidel Castro, o asalariados del gobierno opinan sobre los asuntos internos del país. Eso se llama cinismo. “No hay mayor cinismo que el de aquellos que reclaman para sí lo que nunca han dado”, dice el escritor Jorge González Moore.

Desconoce la dictadura venezolana que juristas como Groscio, Pufendorf, Vattel, Wolf, Kant, Stuart Mill, llegan incluso a justificar la intervención humanitaria de un Estado en otro cuando son violados los derechos humanos.  Nadie ha pedido una intervención armada, simplemente se le ha recordado a la dictadura los derechos fundamentales del hombre.
                                                                                                      
Julio Portillo
julioportillof@gmail.com
@julioportillof

Zulia - Venezuela                                                                                                       

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