El escenario: Allí está la Asamblea
Nacional bajo un hermoso y brillante sol de 5 de Enero. Una mañana primaveral
que pasaría tranquila con los citadinos caminando por la plaza Bolívar con
algunos niños mostrando sus juguetes y uno más que otro parroquiano leyendo el
periódico del día y comentando el inicio del año, a no ser porque en esta fecha
se instala la nueva AN electa el pasado 6 de diciembre con un claro mandato de
cambio. A no ser porque la tortilla se ha volteado dramáticamente y ahora la
oposición tiene mayoría calificada con 112 diputados vs. 55 diputados
comunistas, que ahora no podrán aplicar aplanadoras; gritar groserías a cada
rato y ofrecer golpizas desde el estrado a cualquier diputado que intente
defender su derecho de palabra y su pensamiento.
La nueva bancada llega muy
entusiasmada desde diferentes ciudades para sentarse en su curul como si fuera
un acto de grado. Hay mucho ánimo en la nueva bancada opositora que pretende
derrotar la impunidad y discutir los problemas centrales del país. Si. Los
nuevos diputados quieren discutir todos los problemas del país; quieren
parlamentar sobre los narcosobrinos de Cilia Flores y el narcotráfico, lo
quiere hacer para ver las implicaciones del narcotráfico con el Poder. No es
tontería.
Los nuevos diputados vienen a discutir
la corrupción en PDVAL por ejemplo, para desmontar la inmensa corrupción y el
derroche. Hay tantos asuntos para ponerle la lupa que seguramente cada diputado
tendrá una en su bolso, como accesorio en su rutina diaria. Los nuevos
diputados vienen con las agallas bien grandes para solicitar la presencia de
Ministros; pedir explicaciones y exigir claridad en el manejo de los recursos.
Esto se pone bueno.
Un diputado de Mérida que prepara su
viaje, su alojamiento, su vestimenta para estar presente, me anuncia que quiere
trabajar muy duro para conseguir lo que el pueblo no tiene en este momento:
Para conseguir alimentos, mejor salud, educación universitaria que no tiene ni
papel, ni insumos en los laboratorios y carecen de tecnología, etc. Entonces,
hay que revisar los presupuestos, dijo el diputado merideño ansioso por
defender el sector universitario
Yo estaré muy contento de entrada en
ese escenario patrio observando el espacio de la nueva directiva, quienes
tendrán que despejar el culto a la personalidad como sucedió en la URSS
comunista ante la imagen de Lenin, del asesino dictador de Stalin; yo estaré
muy contento de que retiren el cuadro de Chávez a quien tan solo le faltaba un
velón para convertirlo en altar vigilante de los desmanes politiqueros y abusos
que cometían sus herederos políticos. Esa acción me dará una satisfacción
inicial inmensa, que permita poner a un lado el amedrentamiento, la imposición
y el bloqueo a las libertades de pensamiento; a la vez de permitir el
resurgimiento de la institucionalidad que debe normar el funcionamiento de un
parlamento serio. Si queridos amigos, ese día lo voy a disfrutar y estaré allí
con mi radio y mi cámara acompañando a nuestros diputados.
Luis
Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo
Anzoategui
- Venezuela
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