La última semana de
cada ano es propicia para balances de distinta índole. Nosotros los hemos hecho
antes pero ahora hay y habrán algunos muy ilustrados que nos eximen de hacerlo.
Por esa razón es que en esta entrega analizaremos los dos “broches de oro” con
los que el maduro/chavismo cierra el ejercicio 2015: la designación de
magistrados para el TSJ y la bochornosa intervención de la señora que ocupa la
cancillería venezolana (con C minúscula)
durante la Cumbre de Mercosur celebrada hace apenas pocos días en Asunción,
Paraguay.
Con respecto al
primer tema – las designaciones para el TSJ- lo primero que resalta es el
absoluto irrespeto a la Constitución de 1999 que en sus artículos 264 y 265 señala con precisión los requisitos
para que alguien se postule a la máxima instancia judicial del país y el
procedimiento para que esas postulaciones sean tomadas en cuenta, sometidas al
escrutinio de la ciudadanía como así también el manejo de las impugnaciones que
surgieren antes de llegar al paso final de la
designación por la Asamblea Nacional.
La prensa y la
opinión tanto pública como privada de
los mas prestigiosos foros han hecho ver que en el apuro por designar
magistrados que amarren un mayoría con afinidad al oficialismo de hoy ha
resultado en la omisión de los pasos requeridos por la Constitución lo cual ya
de una vez hace írritas las designaciones. Nadie afirma que los postulantes
puedan o no cumplir con los requerimientos constitucionales, solo se reclama
que tales extremos no han sido dados a publicidad por lo cual el colectivo no
los ha podido revisar ni contrastar dando lugar a la impugnación general
presentada por los foros profesionales
del derecho y la consecuencia de que las designaciones no puedan
válidamente tener lugar – por los plazos legales que deben transcurrir- dentro del mandato de la actual Asamblea
Nacional, cualquiera sea la maniobra parlamentaria o política que se invente.
Resulta difícil imaginar como un ciudadano que eventualmente pudiera acceder a
tan alta instancia judicial pueda tener su conciencia tranquila sabiendo que
como mas alto juez de la República debe su designación a flagrantes violaciones
de la Constitución que tendrá por juramento que interpretar y defender.
La segunda perlita
que adorna el fin de año 2015 es la intervención de la Sra. Delcy Rodriguez ante
los mandatarios de Mercosur supliendo a su Presidente que por alguna ignota
razón prefirió pasar por alto el viaje.
Es entendible –y casi
exigible- que ante laalocución del Presidente Macri solicitando la libertad de
los presos políticos en Venezuela, la Ministra de Relaciones Exteriores se
viese en la obligación de responder en términos de negación. Lo que es
repudiable es que al hacerlo se apoye en el argumento de la soberanía que ya
es doctrinariamente harto obsoleto en
materia de derechos humanos y peor aun que la pobre señora estuviese tan mal
informada (o con mala fe) como para afirmar que el Jefe de Estado argentino
inició su mandato amnistiando a los violadores de derechos humanos de la
dictadura de 1976/83. Tal cosa es
mentira, es contrario a lo que Macri ha sostenido y sostiene y resultó tan
insólita para los mandatarios y funcionarios asistentes que ello se puso en evidencia con las expresiones de sorpresa que
las cámaras de televisión recogieron con
acierto. Señora Delcy: infórmese mejor y por sobre todo tome nota de que las
reuniones internacionales no son ocasiones para dar discursos para la audiencia
cautiva que Ud. o su hermano Jorge
puedan tener en Venezuela o en cónclaves del PSUV sino escenarios en los
cuales se pone a consideración el prestigio de la República y la idoneidad de
quienes la representan. Pensar que en el mismo despacho que Ud. ocupa le antecedieron
Gil Borges, Itriago Chacín, Parra Perez,
Calvani, Falcón Briceño, Iribarren ,
Consalvi y otros de similar solvencia debiera requerir de su persona
alguna clase de mesura y reflexión. Por favor!
Adolfo P. Salgueiro
apsalgueiro1@gmail.com
@apsalgueiro1
Miranda - Venezuela
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