El ciudadano común que ignora muchas cosas del
ambiente político, responsabiliza totalmente a los dirigentes de los partidos
por todas las tropelías que se cometen en la administración pública. Para
actuar con equidad, valdría la pena investigar la responsabilidad de otras
figuras que parecen difuminarse ante la opinión pública. Me refiero a una clase
de funcionarios capaces de manejar los hilos del poder tras bastidores, con lo
cual, independientemente de los resultados de la gestión, su responsabilidad nunca
estará comprometida. Ellos han hecho del manejo ejecutivo de las
organizaciones, su vida y profesión, son conocidos con el titulo de:
burócratas.
Por supuesto que no pretendo exonerar de
responsabilidades a los dirigentes políticos que han sido negligentes,
incapaces o corruptos en sus actuaciones, solo quiero visualizar una figura que
se ha mimetizado durante mucho tiempo y que aparece y desaparece de acuerdo a
las circunstancias. A los burócratas profesionales nunca los encontraremos en
alguna plancha o aspirando cargos a elección alguna, mas bien parecieran ser
los típicos actores de maquinaria política, pero aguzando un poco la mirada,
siempre los hallaremos en cargos que tienen o manejan poder.
Mi opinión es que la burocracia profesional tiene una
facilidad asombrosa para cuadrarse con las distintas tendencias políticas,
profesionales o empresariales. En política, dependiendo de las circunstancias,
unas veces son blancos, otras verdes, amarillos, azules y hasta llegaron a ser
rojos. Presumo que ya deben estar preparando su solicitud de perdón por
infidelidad y de conseguirlo, los volveremos a ver furibundamente defendiendo
sus antiguos colores, habida cuenta que los aires revolucionarios, últimamente
se están volviendo un poco tóxicos. Para fotografiar a estos personajes basta
escudriñar en un dicho popular que reza: esta persona parece un gato, por mas
que lo lanzo al aire de espaldas, siempre cae de pie.
En la mayoría de los casos el burócrata es el alter
ego de su jefe, los encontramos ocupando distintas posiciones en la
organización: asistentes, secretarias, directores y en algunas ocasiones
manteniendo relaciones muy particulares entre si. La empresa privada y sus
organizaciones no escapan a esta práctica tan común en las instituciones públicas
Un amigo dice que en el decálogo del burócrata hay una regla de fiel cumplimiento. Se debe hacer como las viudas: quienes acompañan el féretro de su esposo hasta el borde de la tumba y cuando se desmayan, curiosamente caen hacia atrás, nunca hacia adelante, porque allá está el espacio de lo desconocido.
Noel Alvarez
noelalvarez14@gmail.com
“Gente” Generación Independiente
@alvareznv
@beanavas
Caracas - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario