Cuando la semana que
viene, la nueva asamblea democrática comience a funcionar, y los ojitos
entrecerrados del Comandante muerto se abran al público, el pueblo empezará a
enterarse de la magnitud del desastre cometido en estos 17 años y del esfuerzo sobrenatural requerido para
remedar semejante catástrofe. La oposición debe explicar, que la tal
contrarrevolución no existe, sino que se trata del cambio legítimo que tanto
chavistas como no chavistas querían.
Mediante la interpelación
de los responsables, la Asamblea Nacional debe dejar muy claro, ante Venezuela
y el mundo, que el plan de Chávez, sus acólitos y Fidel era destruir totalmente
la economía venezolana y empobrecer al pueblo para que éste no se aburguesara.
Que el aparato productivo interno fue destruido adrede. En fin, exponer el
drama de una nación llevada a la ruina por el chavismo en nombre de la
ideología revolucionaria marxista que ha fracasado en todas partes del mundo.
Hay que insistir que
durante la democracia se producía en el país casi todo lo que se consumía, y
exportábamos alimentos, acero, aluminio, cemento, productos industriales,
fertilizantes, químicos, y derivados del petróleo. Ahora no estamos produciendo
nada, solo petróleo y cada vez menos y más barato, y hasta importamos gasolina y gas. Para colmo, el desarrollo de
la Faja y la producción de gas de ultramar ya no son rentables desde que
apareció la nueva técnica fracking.
Es menester recalcar,
que los militares deben estar en los cuarteles y no en funciones de gerencia de
puestos públicos civiles, que Venezuela es la nación más corrupta de América
Latina, y posee el peor índice de criminalidad, calidad de vida e inflación del
mundo. Y todo esto es debido a un tipo estrafalario que habla con los pajaritos
y obedece apátridamente los designios de Cuba.
Se debe dar a
entender que la pobreza es un gran negocio para los gobiernos corruptos que
cambian migajas por votos. Que las misiones sociales pasaron de ser programas
para atender a los pobres, a simples medios para alcanzar aspiraciones
proselitistas. Que el comunismo es una poesía para quienes lo imponen y una
pesadilla para quienes lo padecen. Que oiga quien tiene oídos…
Ernesto Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario