Cuando una persona, en cualquier actividad,
circunstancia o momento de la vida se destaca, con seguridad lo comienzan a
calificar como Líder, en especial en el mundo político. En Venezuela, durante
los últimos 80 años, se han destacado y hemos tenido como ejemplo, entre muchos
otros, a: Eleazar López Contreras, Medina Angarita, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba,
Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez. Algunos, lamentablemente, la muerte les
cortó la oportunidad, como fueron Alirio Ugarte Pelayo y Reny Ottolina.
No pecamos al decir que hoy el país político está
exigiendo un Líder. Afortunadamente, la desagradable experiencia que como
Nación hemos tenido para convivir millones de venezolanos durante los últimos
16 años, nos ha dado la gran lección de aprender y aplicar lo que en política
democrática no se debe hacer: utilizar el odio como mecanismo de división y el
adoptar medidas que nivelan y empobrecen hacia abajo.
El pueblo, - millones a quienes les vendaron los
ojos y los que nacieron para ver sin poder comparar -, se quitó la venda y
mirando hacia su futuro, el pasado 6D expresó su voluntad de negarse a seguir
recibiendo migajas y vivir o morir enjaulado.
Hoy, ese pueblo que ve como poco a poco se le va
abriendo la puerta de la trampa jaula, y nuevamente, por enésima vez, viendo al
final del túnel la luz de su esperanza para la reconquista y fortalecimiento de
la Democracia, está a la espera del nuevo LÍDER, que no un Mesías.
Al respecto, muy oportunas las palabras de Ramón
Muchacho, Alcalde del Municipio Chacao: “Sobran venezolanos capacitados y
dispuestos a ese rescate”. Aseveración con mucha verdad pero que lleva
implícita el problema de la sabia escogencia. No es un robot ni un superhombre
o mujer. En la misma sencillez de lo que deseamos está la dificultad: no es
sólo un líder para gerenciar o un gerente para liderar. Es mucho más: es el
Padre o la Madre de la gran familia venezolana.
Afortunadamente, por allí están, los muy
capacitados y muy dispuestos venezolanos, algunos ya bautizados y que solo
esperan el momento de su confirmación por parte de sus hijos -el pueblo- para aceptar la honrosa responsabilidad de
“rescatar a Venezuela de forma democrática y constitucional”.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo –
Venezuela
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