El camino analítico muestra -para entender
la complejidad de nuestra historia presente-, las fuerzas en conflicto y las
opciones abiertas en la Venezuela actual.
Luego del necesario ejercicio de
distinción, se puede ver y comprender el contexto con sentido estratégico. Las
expectativas abiertas y lo que nos estamos jugando los ciudadanos y la sociedad
en un régimen de historicidad que se debate entre un presentismo/pasatista y un
futuro incierto que afecta el imaginario nacional y el mundo de la vida de la
gente común, se convierten en elementos clave para reconocer que nos
encontramos no en un estancamiento, sino en una dinámica dialéctica cuyos
resultados si bien no son previsibles del todo, marcan una disonancia gobernada
por una creciente demanda contra la corrupción que corroe el aparato del Estado.
1- Estamos pues, en una crisis real, no
sólo económica, sino de valores culturales. Esta totalidad de contradicciones
construidas por decisiones erradas, es, en el sentido de los negocios públicos,
responsabilidad de un gobierno que pasó de las buenas intenciones, a importar
una ideología altamente destructiva de la dignidad humana y depredadora de los
recursos. Nos remitimos así, a la genealogía de este socialismo del siglo XXI
que se remonta, a la doctrina e ideología castrista, que debemos calificar, sin
eufemismos y concesiones como una forma de despotismo tropical o de
totalitarismo derivado de las condiciones salvacionistas que el sistema
socialista contiene en sus fundamentos. Y por otro lado, a la construcción
imaginaria de un Bolívar deformado por el simulacro de la ideología
nacionalista. Ambas fuentes, forman parte de un trauma antiimperialista que no
deja ver los procesos de juegos de poder actuales.
En semejante campo, Fidel Castro se
convierte paradójicamente en un referente del siglo XXI cosificado en los
sesenta, convertido en ícono por el imaginario edípico de sus seguidores y
fanáticos. Y Bolívar devenido en socialista amulatado como bien señaló Ramo
Allup, se transfigura en chavista dejando de ser lo que en realidad era, un
hijo del romanticismo y de la ilustración.
En la estructura profunda, el salvador
político convertido en censor y controlador de la vida pública y del Estado, ha
intentado destruir al individuo, los principios libertarios y la propiedad. No
en balde, la consistencia mítica que se contiene en los discursos y las
iconografías políticas intenta controlar al individuo, subalternizando sus
expectativas a las que dicta el Estado y la Patria inventada. Al decir de
Pierre Legendre, “El montaje de los amores patrióticos implica la sangre”. Del
decreto de emergencia al Estado de excepción y a la dictadura sobre las
necesidades, hay solo una línea muy borrosa.
2- Si se acepta el Estado de crisis, ¿la
solución para el Decreto de emergencia debe orientarse en qué sentido?
El que dicta el poder que
irresponsablemente metió a la sociedad sin distingo de clases y al país y sus
regiones en este cul de sac pseudo socialista,
exigiéndole ahora sacrificios en un modo análogo a su enemigo el neoliberalismo,
o el de someter a deliberación y discusión en la Asamblea Nacional dicho
Decreto que por su naturaleza inconsistente debe ser rechazado como en efecto
lo fue. Una cuestión perfectamente normal en toda democracia y en toda sociedad
que esté consciente tanto de los equilibrios de poderes, de sus roles y
funciones, como del desastre en el que la ideología importada del Caribe nos
metió con la complacencia de una buena parte de los venezolanos modelada por el
descontento político de los años noventa y dosmil, y la acción comunicativa de
un marketing político bolivariano socialista de mucha eficacia en el pasado
reciente.
3- Es obvio que pese al llamado al diálogo
(que es deseable), este no puede existir si no se llama a reflexión a las
partes enfrentadas. Por otro lado, no se va a diálogo sin dejar de lado la
pasión de imponer una ideología, cuando lo que necesitamos y esperamos, son
soluciones claras y concretas para los venezolanos expectantes que terminan por
sufrir los juegos del poder.
4- Naturalmente, la mayor responsabilidad
recae en un Ejecutivo que ejerce su libido
dominandi sobre todos los demás poderes exceptuando el Legislativo. Esto
nos pone en un dilema, se acepta la imposición del designio totalitario de
avanzar hacia un Estado de Excepción, o se afirman los principios democráticos
de rechazar un proyecto de emergencia gobernado por una desorientación de
futuro y por un apego a un pasado anacrónico de luchas sospechosamente antiimperialistas
y libertarias que solo vive de discursos en el aire.
El panorama geopolítico no luce prometedor
para estos cachorros de Fidel, sobre todo, cuando el referente que es Cuba,
está pactando con los EEUU. Qué responda el ejecutivo y sus militantes
desenfrenados del PSUV esta inocente interrogante: ¿qué sienten cuando Obama y
Raúl se dan la mano?
Y la oposición, ¿qué debe proponer de modo franco y directo?
Como arranque, debe pensar en el eslabón relativamente más débil que es la
ciudadanía, quién se debate entre dos formas de aplastamiento: el pseudo
socialista que disuelve los sueños y expectativas de los individuos abriéndoles
solo el camino de la sumisión o de la inmigración como en Cuba; y el de un
temido neoliberalismo que puede conducir al país a una situación Griega que
sólo le haría el favor al pseudo socialismo, dándole un balón de aire que
podría permitirle recuperar en el sendero populista y del imaginario
salvacionista a su electores.
No desperdiciemos el capital humano y
simbólico de esa victoria libertaria del 6D (elecciones parlamentarias de 2015.
La advertencia es clara y el consenso hacia una tercera vía luce razonable.
5- Si el centro de toda democracia es el
trinomio:
Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.
Debemos concluir que el proyecto del
Ejecutivo de solicitar un Estado de emergencia: NO ES CONFIABLE.
No se fundamenta en el bienestar ciudadano
y en el sentido de Nación, sino que es correlato del proyecto de dominación
importado del Caribe. Se trata de arremeter con las pocas estructuras de
desarrollo y las iniciativas privadas que sobreviven, y más allá, imponer la
dictadura sobre las necesidades.
6- No se puede dar un cheque en blanco a
un sistema de gobierno que tiene entre sus logros más perfectos, HABER
DILAPIDADO LOS RECURSOS DELA NACIÓN EN COMBINACIÓN CON CIVILES Y PROFESIONALES
SIN ÉTICA, Y LOGIAS MILITARES CORRUPTAS. Si tenemos un mínimo de sentido
estratégico, debemos CONSULTAR A LA POBLACIÓN que sufre el peso de las
decisiones erróneas que se producen en los espacios “atmosféricos” del poder.
La asfixia se siente, pero también, se siente en ésta Comala nacional, una
corriente subterránea de indignación profunda por la actuación y exhibición de una
élite gobernante que desde la opulencia habla de sacrificios a la población.
7- Si hemos de prestarle un mínimo de
credibilidad, no al decir del gobierno, sino a la teoría que sostiene su
cacareado postulado de la democracia protagónica y participativa. La apuesta
decidida de la ASAMBLEA NACIONAL para frenar el doble discurso y la moralina
cursi de un proyecto nacional errático, sin sentido real de país, que esgrime
como matriz el Ejecutivo y su ímpetu dominador y despótico, es si duda alguna, apelar
a: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
Es decir, si el Ejecutivo apoyado en una
supuesta decisión de la Sala Constitucional del TSJ quiere imponer por la vía
del conflicto de poderes un Decreto de emergencia de fuertes tintes salvacionistas
a una ciudadanía que no quiere esa salvación pseudosocialista, sino que
desconfía de ella tras unos lustros de desastre; debemos plantearnos la última
pregunta que motiva a ésta breve reflexión y que es la piedra angular de todo
este caos: ¿Lo que se está discutiendo ES MATERIA DE
INTERÉS NACIONAL?
Si es así, y la mentalidad de la
dirigencia entiende que junto al imperativo categórico o moral; está la
legitimidad constitucional que permite la consulta popular. Recordemos que la
Constitución vigente, en el Capítulo IV de los derechos políticos y del
referendo popular en su sección primera, de los Derechos Políticos, consagra
ampliamente el derecho a participar en los asuntos públicos. Con ello se pasa
de la función del elector a la función del ciudadano activo en la “…formación,
ejecución y control de la gestión pública….” Un claro principio de la Sociedad
civil nacida en un ambiente democrático que no totalitario que en su supuesto
de gobernabilidad, garantiza “la sintonía entre el Estado y la sociedad” (pp.
27-29).
Es más, este derecho a participar que es
un freno a la manipulación política y su univocidad, y que pone, en situación
de horizontalidad, la relación gobernados y gobernantes abriendo un espacio
para el ejercicio pleno de las libertades y a la vigilancia ciudadana, queda instituido
en el Capítulo IV De los derechos
políticos y del referendo popular, Sección primera: de los derechos políticos
Artículo 62 que reza:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen
el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por
medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en
la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario
para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto
individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad
facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica” (p.182)
La implementación, es decir, su puesta en
práctica en un contexto que exige en medio de una crisis, queda refrendada en
la Sección segunda: del referendo popular Artículo 71.“Las materias de especial
trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por
iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros;
por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus
integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los
electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral” (p.186)
Si estamos de acuerdo en esa doble
argumentación del imperativo moral y los valores de los derechos civiles
contenidos en la Constitución, ES ACONSEJABLE CONSULTAR A LOS CIUDADANOS O
PUEBLO, SOBRE LA TAREA DE CONSTRUIR UN PAÍS DEVASTADO POR LAS MALAS POLÍTICAS y
LAS DECISIONES ERRADAS.
El oficialismo no ha consultado salvo en
una ocasión al pueblo. La Reforma de 2007 sometida a consulta, tuvo un
resultado adverso para la pretensión del Castro chavismo, y debe recordarse
como la primera gran derrota que sufrió el proyecto totalitario ante la acción
estudiantil y ciudadana. Tal vez allí radique su temor a consultar al pueblo, y
quiera en consecuencia fijar dos estrategias: diluir mediante una atomización
en Asambleas o parlamentos populares de dudosa legitimidad y fácilmente
controlables en una acción de persuasión populista el creciente descontento y
el oscurecimiento del significante Bolívar-Chávez creado en los laboratorios de
marketing político en la Habana. O recurrir a la Sala Constitucional del TSJ,
un laboratorio de absurdas invenciones jurídicas.
8- En otras palabras: La toma de
decisiones en un contexto tan crítico como el actual, no puede quedar en manos
del Ejecutivo, máxime cuando se habla de una democracia participativa y
protagónica que ellos solo concibieron en términos artificiales y a la cual le
tienen un temor latente y evidente, pues implica volver dialógica la condición de
gobierno, algo inaceptable en toda mentalidad despótica.
Si se quiere derrotar al pseudo socialismo
ya erosionado en su autoridad y en supoder de convocatoria, y sobre todo de
CONFIANZA,a partir del acontecimiento del pasado 6D de 2015, se debe consultar
a la ciudadanía tal y como lo establece la Constitución.
Abrirle espacio a las voces plurales, ayudaría
a un PACTO REAL de Ciudadanos que no se reduzca a un pacto de élites mal
formadas, pues el Proyecto de emergencia es, MATERIA DE INTERÉS NACIONAL, y en
esto: Las universidades, los intelectuales, los gremios de profesionales, los
sectores de trabajadores, los empresarios y la gente común, cada uno según sus
capacidades, pero expresando sus preocupaciones y soluciones, deben actuar
decididamente.
Negar espacio para manifestar lo que
percibe, vive y piensa el ciudadano que hace colas “sabrosas” para sobrevivir
en un Estado de Necesidad, y que teme la represión con armas letales en las
manifestaciones públicas, es sumergir a la mal leída geometría del poder en una
geometría de la dominación, tal y como el pseudo socialismo ha hecho. Ahora
desesperadamente intenta,por un lado, contraponer la figura inventada del
Parlamento comunal a la Asamblea Nacional, una razón claramente instrumental; y
por otro, apoyarse en las concesiones de la Sala Constitucional mediante
artificios en apariencia legales.
Todo se desenvuelve como enun vaudeville parlamentario popular sin
legitimidad, pues nace del arbitrio de un Ejecutivo que desnacionalizó el país
creando artificialmente un Bolívarianismo socialista implantado para cautivar
el lado emocional de las masas mientras la geopolítica de Cuba subdesarrollaba
a Venezuela.
Aquí está el pasaje –que debemos
desmontar-, del socialismo en teoríaal totalitarismo en la práctica y en el
control simbólico, o lo que es igual; de una pretendida libertad a una
dominación de facto sobre el cuerpo político.
Se trata, y este es un aviso a los
políticos, parlamentarios, intelectuales y ciudadanos, de actuar frente a un
proyecto que busca convertir la condición libertaria que es plural, y no puede
estar subordinada a la voz del amo ni a la cadena y bozal del partido, en un
monólogo con un ¡CHITO CARAJO! Frente a ello, ¿DEJAREMOS QUE NOS CALLEN?
Si el gobierno no quiere aceptar su
equivocación y persiste en seguir destruyendo la nación con un difuso proyecto conducido
por pilotos inexpertos en un mar turbulento, y una burocracia mal formada
intentando encender unos supuestos motores de desarrollo que ya llevan varias
anilladas. Exijamos entonces que al menos se nos consulte, pues la economía y
la libertad son no solo materia, sino espíritu de realización del trinomio: Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.
Con este trinomio, se construye la
democracia siempre perfectible y preferible
a toda forma de gobierno despótica que cuando llega al poder y se
institucionaliza, teme a la consulta popular y al poder comunicativo de las
masas descontentas.
Mérida, Venezuela 23 y 24 de enero de 2016
Luis Manuel Cuevas
Quintero
luimanc@yahoo.com
ULA-UNAM
Merida - Venezuela
Mexico
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