miércoles, 27 de enero de 2016

ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN, RESPONSABILIDAD

Entre los valores que debemos cultivar con urgencia en Venezuela está el de la responsabilidad que, como el propio nombre lo indica,   consiste  en la habilidad de responder de los propios actos, de tomar decisiones y asumir las consecuencias.  Hoy, se habla mucho de liberación y libertad, pero  muy poco de responsabilidad, y hasta algunos las consideran contradictorias, pues piensan que son libres porque se han liberado de normas y de principios éticos,  porque hacen lo que quieren, “lo que les da la gana”,  porque pueden comprar todo, hasta las conciencias, sin caer en la cuenta que viven encadenados a sus caprichos, sus miedos, su egoísmo, su ambición de poder o de tener,

La irresponsabilidad es enemiga de la libertad, pues libertad y responsabilidad se exigen mutuamente y vienen a ser como las dos caras de una misma moneda. Es imposible la libertad sin responsabilidad, y nadie es responsable de sus actos si no es libre. El que en nombre de su libertad no asume su responsabilidad como padre o madre,  como profesional, como estudiante, como ciudadano, como político, como gobernante,  no es libre y se convierte en un esclavo de sus caprichos o ambiciones. 

Si todos debemos ser responsables,  le toca sobre todo al Gobierno, que nos llevó a esta situación de miseria y caos, asumir su responsabilidad, reconocer sus gravísimos errores, enmendarlos, empezar a tomar decisiones acertadas, en lugar de hablar y prometer tanto,  y dejar de culpar a los demás de su fracaso.  No puede ser que no haya responsables de la crisis, que se siga mitificando a los que la originaron,  o que nos quieran culpar de ella  a los que la venimos  sufriendo  y que, desde hace mucho tiempo,  la denunciamos y solicitamos no sólo cambio de personas, sino cambio de rumbo. También deben demostrar una gran responsabilidad, en estos difíciles momentos,  los nuevos asambleístas, que fueron elegidos para impulsar un viraje profundo en el rumbo político, económico y social, de modo que se garanticen los derechos esenciales y una vida digna a todos los venezolanos. Sería  muy irresponsable perder el tiempo en debates bizantinos o utilizar la crisis para alimentar su ego o  mezquinas ambiciones personales o de grupo. También sería  una gran irresponsabilidad y muestra de un espíritu servil y antipatriótico,  apostar al enfrentamiento en vez de la reconciliación, a la violencia en vez de la paz, a la utilización del pueblo en vez de ponerse a su servicio.

Una vida sin libertad no merece ser vivida. Pero una supuesta libertad que no respeta la vida y llena a los otros de cadenas es opresión y barbarie. No es concebible una libertad que no respeta los derechos del otro y causa exclusión, miseria y muerte. De ahí que la  libertad debe traducirse en compromiso responsable de liberación de  todo aquello que impide construir un mejor país y un mundo fraternal. 

Al enfatizar la necesidad de asumir responsablemente nuestra condición de ciudadanos,  el filósofo español Fernando Savater señala en su libro Política para Amador, varios tipos de personas irresponsables. Habla,  en primer lugar,  de los que, incapaces de crecer y madurar, usan argumentos del tipo “yo-no-fui-fueron-los-demás-el-sistema-la- cuarta-república-la-guerra-económica-el-imperio”, y se la pasan culpando  siempre a otros de lo que pasa y de lo que les pasa. Otro tipo de irresponsable es el fanático, que se niega a dar explicaciones de sus actos por considerar que él posee la verdad absoluta. También existe la irresponsabilidad burocrática,  que se da en instituciones y organizaciones en las que nadie es responsable de lo que allí se hace: nadie da la cara. Las denuncias de malas acciones no acarrean sanciones  pues impera la  impunidad. También está la irresponsabilidad de aquellos que creen que siempre son los otros, no ellos,  los que deben  hacer las cosas o resolver los problemas. La verdadera ciudadanía implica involucrarse  responsablemente en la búsqueda del bien común, en la solución de los problemas  y en la estructuración de la sociedad sobre las bases de respeto, justicia y equidad.  

Antonio Pérez Esclarín
pesclarin@gmail.com
@pesclarin

Zulia - Venezuela

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