El título de esta
nota lo tomé del diario Notitarde por declaraciones de la Secretaría de Cultura
de la Gobernación aparecidas hace dos días y complementadas con el siguiente
texto: “Con el propósito de proyectar la gestión cultural del gobernador bolivariano
de Carabobo” y uno se pregunta ¿Cuál gestión cultural? En Carabobo se subsidia
la banalidad política y se ahoga la cultura.
Amigo lector, para
hablar de cultura: ¿Sabe Ud. de las
dificultades con las que se encuentra la cultura en Carabobo?, ¿Sabía que el
gobernador ha eliminado totalmente las ayudas económicas a las instituciones
culturales? ¿Sabe el lector que detrás de tanta carestía hay también un “apagón
cultural” propio de la incultura militarista?, ¿Sabía Ud. que de la cultura
nació el periodismo y hoy se le niega papel a El Carabobeño, nuestro diario de
80 años?
Todos sabemos del
cierre de los espacios culturales regionales
por falta de subvención oficial, un ominoso “apagón cultural” incluido
El Carabobeño, coetáneo con el Ateneo de Valencia, a causa de la política
contracultura emprendida por el gobierno local y sus corrosivas medidas
anticulturales, con un total contrasentido sobre una idea insustancial de la
cultura y un menosprecio absoluto por ciudadanía carabobeña habida de manifestaciones
cultural es un daño irreversible en las
formación de nuestras nuevas generaciones y su formación cultural y artística.
Para el oficialismo más vale la obscena publicidad personalista y la
anticultura de las gigantografías.
Confundir, como lo
pretende la Secretaría de Cultura, cultura con publicidad demagógica, significa
el desconocimiento absoluto de la realidad
cultural del colectivo social, así como del arte en general y la
formación de conciencias críticas; la gobernación hace caso omiso al artículo 98 de la CRBV, donde se deja
claro que la cultura es uno de los fundamentos del contrato social, es un bien
público y no una manifestación de lujo e intrascendencia humana, lo que se
pretende es hacer triunfar la demagogia, los bajos instintos y las
manipulaciones mediáticas, sin sensibilidad social.
El desprecio al
periodismo libre y a la cultura, implica un rompimiento con el honroso pasado,
con nuestra historia ciudadana y es la creación una falsa historia para el
futuro, un gran foco de contaminación rojo elitista quemultiplica el daño
cultural.
El Carabobeño, al
igual que el Ateneo, son representación fiel del gentilicio carabobeño, con una
plataforma cultural concertada para reivindicar el valor de la información
veraz, autónoma y oportuna conjuntamente con el valor innegable de la cultura,
en aras de un nivel de vida con valores ciudadanos suficientes para superar los
odios, con buena información y buen gusto.
Mientras, luego de
esa sarcástica declaración, debemos seguir denunciando el sistemático
desmantelamiento de toda la red cultural
de Carabobo por un equipo de gobierno con poderes destructores que contienen un
gran resentimiento y donde predomina una imagen seudo mítica, frente a lo
racional de una crítica realidad.
Fernando Facchin
Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela
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