sábado, 23 de enero de 2016

FERNANDO FACCHIN B. “LA CULTURA TOMÓ LOS ESPACIOS EN LAS ESTACIONES DEL METRO”

El título de esta nota lo tomé del diario Notitarde por declaraciones de la Secretaría de Cultura de la Gobernación aparecidas hace dos días y complementadas con el siguiente texto: “Con el propósito de proyectar la gestión cultural del gobernador bolivariano de Carabobo” y uno se pregunta ¿Cuál gestión cultural? En Carabobo se subsidia la banalidad política y se ahoga la cultura.

Amigo lector, para hablar de cultura:  ¿Sabe Ud. de las dificultades con las que se encuentra la cultura en Carabobo?, ¿Sabía que el gobernador ha eliminado totalmente las ayudas económicas a las instituciones culturales? ¿Sabe el lector que detrás de tanta carestía hay también un “apagón cultural” propio de la incultura militarista?, ¿Sabía Ud. que de la cultura nació el periodismo y hoy se le niega papel a El Carabobeño, nuestro diario de 80 años?

Todos sabemos del cierre de los espacios culturales regionales  por falta de subvención oficial, un ominoso “apagón cultural” incluido El Carabobeño, coetáneo con el Ateneo de Valencia, a causa de la política contracultura emprendida por el gobierno local y sus corrosivas medidas anticulturales, con un total contrasentido sobre una idea insustancial de la cultura y un menosprecio absoluto por ciudadanía carabobeña habida de manifestaciones cultural  es un daño irreversible en las formación de nuestras nuevas generaciones y su formación cultural y artística. Para el oficialismo más vale la obscena publicidad personalista y la anticultura de las gigantografías. 

Confundir, como lo pretende la Secretaría de Cultura, cultura con publicidad demagógica, significa el desconocimiento absoluto de la realidad   cultural del colectivo social, así como del arte en general y la formación de conciencias críticas; la gobernación hace caso omiso  al artículo 98 de la CRBV, donde se deja claro que la cultura es uno de los fundamentos del contrato social, es un bien público y no una manifestación de lujo e intrascendencia humana, lo que se pretende es hacer triunfar la demagogia, los bajos instintos y las manipulaciones mediáticas, sin sensibilidad social.

El desprecio al periodismo libre y a la cultura, implica un rompimiento con el honroso pasado, con nuestra historia ciudadana y es la creación una falsa historia para el futuro, un gran foco de contaminación rojo elitista quemultiplica el daño cultural.

El Carabobeño, al igual que el Ateneo, son representación fiel del gentilicio carabobeño, con una plataforma cultural concertada para reivindicar el valor de la información veraz, autónoma y oportuna conjuntamente con el valor innegable de la cultura, en aras de un nivel de vida con valores ciudadanos suficientes para superar los odios, con buena información y buen gusto. 

Mientras, luego de esa sarcástica declaración, debemos seguir denunciando el sistemático desmantelamiento de toda la red  cultural de Carabobo por un equipo de gobierno con poderes destructores que contienen un gran resentimiento y donde predomina una imagen seudo mítica, frente a lo racional de una crítica realidad.

Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela

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