"El buen
ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende
hacerse superior a las leyes". Cicerón
Ubicado el planeta
tierra en toda una red de comunicación de país a país con la rapidez del tiempo
y el espacio, así se va construyendo en cada habitante una idea, una influencia
y una reacción.
Hemos querido
conocer cómo influyen los mensajes de
contenido político en la vida diaria del ciudadano común, cómo influye en su
comportamiento y psiquis lo que escriben y leen por las redes sociales,
resultando un bombardeo sin balas, pero contundentes mensajes mortíferos que
conectan a las personas en el ataque más fulminante para dirigir estrategias.
Venezuela es un
polvorín y además un caso típico desde el comienzo de la “revolución” con los
mensajes difundidos durante los largos diecisiete años del presente siglo,
conformando una red de pobreza mental extrema en la sociedad, exaltando la
figura de un ídolo que astutamente penetró en las clases sociales más
desposeídas y olvidadas del país, para lograr un objetivo y un cambio social que permitió acentuar la
guerra entre clases, la media y la baja. Hoy día, el resultado es comentado en
el mundo reconociendo la pobreza en el
país en todos los sectores y niveles, sumando la red de narcotraficantes
y la violencia desatada en todo el territorio nacional por los invasores del
hampa.
A diferencia de la
gloriosa gesta venezolana del 23 de enero de 1958 en la cual se termino la
penúltima dictadura, hace unos años atrás
vimos como en Túnez, Libia y el pueblo de Egipto organizaron una
rebelión con la colaboración digital, en este ultimo lograron librarse de una dictadura impuesta por Hosni Mubarak y
sus secuaces, un anciano presidente al que le dieron una condena a cadena
perpetua por la represión que se cobró
muchas vidas durante la revolución que provocó su derrocamiento en 2011 y
juzgado por su propio pueblo, posteriormente absuelto por un tribunal en la
primavera árabe.
Los activistas
políticos han encontrado su mejor nicho en las redes sociales desde la butaca
de su casa, oficina o en la cama para difundir mensajes e influenciar en las
masas con propósitos incalculables. Con la caída iconográfica que se ha
producido en Venezuela, murales, fotos, afiches y cuadros representativos del
que fue líder de la “represión izquierdista”
perpetuada en el país, ha quedado demostrado el poder psicológico que
influyó en la mente de los ciudadanos
más vulnerables para aceptar como autómatas los propósitos del jefe
ido-lastrado y aniquilado en talanqueras de algunos seguidores.
Se presume que
tenemos una población 2.0, la cual se debilita y fortalece según sean los mensajes relativos o
generados sobre la clase dirigente del país a través de las redes sociales.
“La movilización
social cuenta en Internet con un significativo universo en donde sus
principales protagonistas informan, organizan, actúan e incluso, dominan”, así
lo refieren expertos de la comunicación en la Universidad de Málaga.
No en vano señalan a
la gente como “zombis”, van detrás de los mensajes que obnubila el pensamiento
y permiten el crecimiento de ideas preconcebidas con fines políticos para
atrapar, atacar y crear defensores en contra de las conductas dirigidas. Algo
distinto ocurre cuando el pueblo toma las riendas del país y pasa a la acción
en la calle para obtener resultados.
Internet es el único
medio que crece frente a la crisis, se convierte en un asidero para descargar,
crear y difundir informaciones -las que convienen- con o sin propósitos
malsanos o bien estructurados. Tendríamos que considerar que a la falta de una
postura bien definida en el individuo, las redes sociales son la armadura para
los desposeídos y el contraataque.
En Venezuela, el que
no está conectado con los diversos dispositivos o aparatos de sofisticada
tecnología abundante para beneficio del marketing político, se considera fuera
de circulación y proclive a ser arrastrado por la ola cibernética.
No es exagerado
entender y aceptar que los individuos generan un cambio social o un nuevo orden
a partir de la penetración y participación en las redes sociales. Tendríamos
que conocer entre los partidos políticos de Venezuela, cuál es el grupo mas
destacado en la utilización del 2.0, en
penetrar fuertemente en la psiquis de la población para lograr sus objetivos,
tomando en cuenta que los movimientos sociales son los agentes de cambio de más
fuerza en nuestra sociedad.
Ya no será pronto, es
un hecho que tenemos un ciudadano digital que se deja llevar por los mensajes
institucionales y personales, la pregunta es ¿Quién influencia a quién? Hay un
creador de mensajes activos, un seguidor pasivo y viceversa, pero no hay duda
de que es la herramienta creada para interactuar y ha transitado el camino para
ser la organización más dominante de los imperios políticos, corrupción,
drogas, estafadores y asesinos establecidos en el mundo. Algunos irán a los
calabozos, otros a La Haya.
¿Qué pasaría en el
mundo si la internet desapareciera?
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
www.susanamorffe.blogspot.com
Nueva Esparta -
Venezuela
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