sábado, 23 de enero de 2016

SUSANA MORFFE, REBELION DIGITAL (ENTRE CIELO Y TIERRA)

"El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes". Cicerón

Ubicado el planeta tierra en toda una red de comunicación de país a país con la rapidez del tiempo y el espacio, así se va construyendo en cada habitante una idea, una influencia y una reacción.

Hemos querido conocer  cómo influyen los mensajes de contenido político en la vida diaria del ciudadano común, cómo influye en su comportamiento y psiquis lo que escriben y leen por las redes sociales, resultando un bombardeo sin balas, pero contundentes mensajes mortíferos que conectan a las personas en el ataque más fulminante para dirigir estrategias.

Venezuela es un polvorín y además un caso típico desde el comienzo de la “revolución” con los mensajes difundidos durante los largos diecisiete años del presente siglo, conformando una red de pobreza mental extrema en la sociedad, exaltando la figura de un ídolo que astutamente penetró en las clases sociales más desposeídas y olvidadas del país, para lograr un objetivo y  un cambio social que permitió acentuar la guerra entre clases, la media y la baja. Hoy día, el resultado es comentado en el mundo reconociendo la pobreza en el  país en todos los sectores y niveles, sumando la red de narcotraficantes y la violencia desatada en todo el territorio nacional por los invasores del hampa.

A diferencia de la gloriosa gesta venezolana del 23 de enero de 1958 en la cual se termino la penúltima dictadura, hace unos años atrás  vimos como en Túnez, Libia y el pueblo de Egipto organizaron una rebelión con la colaboración digital, en este ultimo lograron librarse de  una dictadura impuesta por Hosni Mubarak y sus secuaces, un anciano presidente al que le dieron una condena a cadena perpetua por  la represión que se cobró muchas vidas durante la revolución que provocó su derrocamiento en 2011 y juzgado por su propio pueblo, posteriormente absuelto por un tribunal en la primavera árabe.

Los activistas políticos han encontrado su mejor nicho en las redes sociales desde la butaca de su casa, oficina o en la cama para difundir mensajes e influenciar en las masas con propósitos incalculables. Con la caída iconográfica que se ha producido en Venezuela, murales, fotos, afiches y cuadros representativos del que fue líder de la “represión izquierdista”  perpetuada en el país, ha quedado demostrado el poder psicológico que influyó en la mente  de los ciudadanos más vulnerables para aceptar como autómatas los propósitos del jefe ido-lastrado y aniquilado en talanqueras de algunos seguidores.

Se presume que tenemos una población 2.0, la cual se debilita y  fortalece según sean los mensajes relativos o generados sobre la clase dirigente del país a través de las redes sociales.

“La movilización social cuenta en Internet con un significativo universo en donde sus principales protagonistas informan, organizan, actúan e incluso, dominan”, así lo refieren expertos de la comunicación en la Universidad de Málaga.

No en vano señalan a la gente como “zombis”, van detrás de los mensajes que obnubila el pensamiento y permiten el crecimiento de ideas preconcebidas con fines políticos para atrapar, atacar y crear defensores en contra de las conductas dirigidas. Algo distinto ocurre cuando el pueblo toma las riendas del país y pasa a la acción en la calle para obtener resultados.

Internet es el único medio que crece frente a la crisis, se convierte en un asidero para descargar, crear y difundir informaciones -las que convienen- con o sin propósitos malsanos o bien estructurados. Tendríamos que considerar que a la falta de una postura bien definida en el individuo, las redes sociales son la armadura para los desposeídos y el contraataque.

En Venezuela, el que no está conectado con los diversos dispositivos o aparatos de sofisticada tecnología abundante para beneficio del marketing político, se considera fuera de circulación y proclive a ser arrastrado por la ola cibernética.

No es exagerado entender y aceptar que los individuos generan un cambio social o un nuevo orden a partir de la penetración y participación en las redes sociales. Tendríamos que conocer entre los partidos políticos de Venezuela, cuál es el grupo mas destacado en la utilización  del 2.0, en penetrar fuertemente en la psiquis de la población para lograr sus objetivos, tomando en cuenta que los movimientos sociales son los agentes de cambio de más fuerza en nuestra sociedad.

Ya no será pronto, es un hecho que tenemos un ciudadano digital que se deja llevar por los mensajes institucionales y personales, la pregunta es ¿Quién influencia a quién? Hay un creador de mensajes activos, un seguidor pasivo y viceversa, pero no hay duda de que es la herramienta creada para interactuar y ha transitado el camino para ser la organización más dominante de los imperios políticos, corrupción, drogas, estafadores y asesinos establecidos en el mundo. Algunos irán a los calabozos, otros a La Haya.

¿Qué pasaría en el mundo si la internet desapareciera?

Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
www.susanamorffe.blogspot.com
Nueva Esparta - Venezuela

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