Tras el golpe de Estado del 11 de abril del año 2002 contra el gobierno
de Hugo Chávez, en Venezuela se comenzó a pensar en los altos círculos
políticos la necesidad de diseñar una agenda para la transición en una era
post-Chávez, nadie imaginaba en esa época que el joven presidente años después
enfermaría y moriría dejando al país inmerso en una crisis evidente de
autoridad que diezmaría la riqueza nacional a la vuelta de 10 meses después de
su fallecimiento. En el año 2003, uno de los principales partidos políticos
opositores venezolanos, Acción Democrática (AD), destituyó a su secretario
general nacional, Rafael Marín “Ram Ram”, sin una explicación a la opinión
pública, lo único que se supo fue producto de un rumor, que la causa de su
destitución habría sido que muchos Adecos en el CEN y en varias secretarías
seccionales acusaban a “Ram Ram” de desviar el centroizquierdista partido
político hacia la derecha, vinculándolo con grupos paramilitares asociados al
gobierno de Pedro Carmona Estanga el 12 de abril de 2002.
Esta maniobra
política permitió que el socialdemócrata Ramos Allup asumiera como nuevo
secretario general de “El Partido del Pueblo”, una vez en la jefatura Adeca
asumiría una misión para muchos cuestionables pero para otros muy responsable,
por eso fue secreta, dialogar privadamente con el entonces embajador de Cuba en
Caracas, Germán Sánchez Otero, con el objetivo de diseñar una agenda de
transición para la democracia en Venezuela acordada con Cuba para no afectar
sus intereses en el país de manera inmediata y dirigida por AD para garantizar
que el país marchara hacia una era democrática con la salida de Chávez del poder
después de un eventual Referendo Revocatorio de Mandato Presidencial planeado
entonces para agosto del año 2004, esta tarea se retrasaría pero jamás salió de
la agenda de los Adecos. Además, los cubanos tendrían especial confianza en AD
para dirigir esta transición por sus antecedentes históricos, recordemos que
durante los dos gobiernos de Carlos Andrés Pérez (CAP) hubo excelentes
relaciones políticas con la nación antillana por las coincidencias geopolíticas
en el Movimiento de los No Alineados (NOAL) e ideológicas con Fidel Castro a
través de Felipe González (España). CAP hasta se peleó con Rómulo Betancourt en
su primer gobierno por reconocer diplomáticamente al régimen cubano, e incluso,
enviar una delegación de la juventud de AD a visitar La Habana.
El ascenso de Henry Ramos Allup a la presidencia de la Asamblea Nacional
constituye un notable logro de la oposición venezolana en los diecisiete años
que llevan adversando a la Revolución Bolivariana pero un enorme éxito de lo
planeado por AD hace más de una década.
Los Adecos supieron sacarle provecho
político a la polarización política reinante en la nación, la cual se encuentra
sumergida en la peor crisis económica y social de toda la era republicana,
crisis reseñada en el discurso pronunciado por el primer ministro cubano Raúl
Castro ante la plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el
pasado 29 de diciembre de 2015, “la República Bolivariana de Venezuela está
sometida a una guerra económica para revertir el apoyo popular a su revolución”,
seguidamente el premier cubano hizo énfasis varias veces hacia Venezuela en sus
29 minutos de discurso antes que hacia los temas propios de Cuba. Es así como
para los Castro, es más importante mantener los acuerdos de cooperación con
cualquier gobierno venezolano, antes que perderlos por causas ideológicas...
Hasta el próximo Lunes
Jhotani Medina
Quintero
jhotanium@hotmail.com
@jhotanimq
Lara - Venezuela
Lo que no es cierto es que la riqueza venezolana se haya malbaratado en 10 meses. Ese desastre se le debe a Chávez quien dejó a Maduro ensartado en una trampa.
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