El gobierno aplica la estrategia de golpear en
todos los frentes en forma simultánea para desviar el debate e imponer su
agenda política. Quiere compensar el descontento social que hay en todo el país
y la inconformidad que hay en sus propias filas con ataques tácticos con los
que pretende arrinconar y perseguir a la oposición democrática.
Maduro en lugar
de buscar una solución a la economía, profundiza la crisis e intimida a la
población. No ejerce atribuciones ni asume con responsabilidad los correctivos
que el propio régimen sabe indispensables para haber evitado el desplome de la
economía.
El gobierno gastó todo, no ahorro en tiempos de abundancia, no ajustó
en sus medidas los desórdenes económicos. Es un gran derrochador, mal
administrador, dentro de un contexto de abundante corrupción. La realidad de
los fracasos desmiente el discurso del “rentismo”, luego de haber mal gastado
más de un millón de millones de dólares.
Por eso ataca en todos los frentes
simultáneamente -caso TSJ- y busca culpables de su fracaso, mera estrategia
cubana. Y arrecia en la confrontación como estrategia política que nos lleva a
la violencia. Necesario es, no dejarse llevar por la corriente.
Llegó el
momento de controlar las pasiones y dominar las emociones. Llegó el momento de
hacer política, no politiquería que es el mal uso de la política. La estrategia
define el camino a seguir para lograr el objetivo: EL CAMBIO POLÍTICO. No hay
sorpresa en la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en la cual limita las funciones de la Asamblea Nacional. El principio
de separación de poderes no existe en Venezuela, el Poder Judicial es un
apéndice del poder Ejecutivo, el golpe asestado al Parlamento Nacional es otro
garrotazo al Estado de Derecho.
El único remedio frente a esa atrocidad es
preservar la UNIDAD y no desviarnos del
objetivo. El gobierno entiende que la
actitud que produce la confrontación es el agotamiento y busca debilitar al
adversario, controlarlo y agobiarlo hasta que se entregue a la desesperanza.
Debemos evitar que nuestro país se convierta
en un territorio dominado por el terror, porque nos gobierna el
odio. Esto es importante a la hora de
tomar decisiones y marcar el camino.
Hay
que evitar darle al gobierno ocasión de ejercer su estrategia. No podemos
desviarnos ni precipitarnos, debemos actuar con los tiempos, lo dice el
Eclesiastés.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
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