jueves, 3 de marzo de 2016

JESÚS ALBERTO BARRIOS R., NO PRECIPITARNOS

El  gobierno aplica la estrategia de golpear en todos los frentes en forma simultánea para desviar el debate e imponer su agenda política. Quiere compensar el descontento social que hay en todo el país y la inconformidad que hay en sus propias filas con ataques tácticos con los que pretende arrinconar y perseguir a la oposición democrática. 

Maduro en lugar de buscar una solución a la economía, profundiza la crisis e intimida a la población. No ejerce atribuciones ni asume con responsabilidad los correctivos que el propio régimen sabe indispensables para haber evitado el desplome de la economía. 

El gobierno gastó todo, no ahorro en tiempos de abundancia, no ajustó en sus medidas los desórdenes económicos. Es un gran derrochador, mal administrador, dentro de un contexto de abundante corrupción. La realidad de los fracasos desmiente el discurso del “rentismo”, luego de haber mal gastado más de un millón de millones de dólares. 

Por eso ataca en todos los frentes simultáneamente -caso TSJ- y busca culpables de su fracaso, mera estrategia cubana. Y arrecia en la confrontación como estrategia política que nos lleva a la violencia. Necesario es, no dejarse llevar por la corriente. 

Llegó el momento de controlar las pasiones y dominar las emociones. Llegó el momento de hacer política, no politiquería que es el mal uso de la política. La estrategia define el camino a seguir para lograr el objetivo: EL CAMBIO POLÍTICO. No hay sorpresa en la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la cual limita las funciones de la Asamblea Nacional. El principio de separación de poderes no existe en Venezuela, el Poder Judicial es un apéndice del poder Ejecutivo, el golpe asestado al Parlamento Nacional es otro garrotazo al Estado de Derecho. 

El único remedio frente a esa atrocidad es preservar  la UNIDAD y no desviarnos del objetivo.  El gobierno entiende que la actitud que produce la confrontación es el agotamiento y busca debilitar al adversario, controlarlo y agobiarlo hasta que se entregue a la desesperanza. Debemos evitar que nuestro país se convierta  en un territorio dominado por el terror, porque nos gobierna el odio.  Esto es importante a la hora de tomar decisiones y marcar el camino.  

Hay que evitar darle al gobierno ocasión de ejercer su estrategia. No podemos desviarnos ni precipitarnos, debemos actuar con los tiempos, lo dice el Eclesiastés.

Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela

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