jueves, 3 de marzo de 2016

LUÍS ALFREDO RAPOZO, LA CAMIONETA HUMMER

El pasado fin de semana pasó un acontecimiento muy interesante, tanto que llegó a ser trending topic en la red social twetter. Tal vez , es un asunto que parece banal, pero en mi criterio sociológico, merece un comentario: Resulta que la sindicalista Marcela  Mazpero –les cuento-, le envió una fotografía al periodista Nelson Bocaranda, donde aparece una hermosa camioneta blanca, marca  Hummer,  estacionada en una calle. Mazpero denuncia que la misma es del filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela, ancla del canal ocho, quien conduce el programa “Cayendo y Corriendo”.

Uno acepta,  que en una sociedad de consumo, capitalista y donde los bienes circulan y se disfrutan con normalidad, sea entendible “que cualquier cristiano trabajador, afortunado  o sortario compre y use lo que le de la gana y su bolsillo aguante”. Pero, en el caso de un sujeto que trabaje en alguna institución  gubernamental y de repente posea un vehiculo costoso de más de 75 mil dólares, y además sus ingresos son muy limitados, pues no hay que ser un contador graduado en la Universidad de Harvard para llegar a la conclusión, que es imposible  obtener un bien tan costoso; ni inmuebles, ni nada y menos en la situación deprimida que se vive en Venezuela. Y por supuesto, la gente en la calle comienza decir lo que piensa. Ustedes saben.

Inmediatamente, las redes sociales explotaron  y comenzaron a pedirle cuenta al joven revolucionario, que todas las tardes hablaba de su condición revolucionaria; que se rasgaba las vestiduras recordando al Ché  Guevara y se enredaba la lengua criticando a la gente con apellidos de gran cacao y que si tienen esto y son dueños de aquello.

Yo particularmente, con toda le decencia y respeto del mundo le dije a Pérez Pirela vía twetter, que no entendía cómo un revolucionario, recién llegado a Venezuela y proveniente de familia pobre en Maracaibo, tenga una hummer y por supuesto,  considerando su condición anti estadounidense, pues termine paseando dentro de un vehículo tan ostentoso. Bueno, el hombre no lo pensó dos veces y  bloqueó mis opiniones, enviándome a la papelera.

El caso de Pérez Pirela llama la atención. Pero es un pingüe caso delante de otros ejemplos muy vulgares, que requieren atención urgente de parte de la Contraloría. Lamentablemente, aquí en Venezuela no hay organismo que vigile a los funcionarios y efectúe trabajos de contraloría,  para hacer seguimiento a ministros que han estado rotando sobre el manejo de negocios y mucho dinero, en un espacio de 17 años. Nadie vigila a ministros con súper cuentas bancarias en el extranjero, nadie revisa las fortunas de la  familia del extinto ex presidente Chávez, nadie elabora una investigación sobre un gobernador con yates, inmuebles y plata en ultramar: nadie.

Es decir, que muchos funcionarios poseen bienes que nunca en su vida tendrían si hubiesen seguido trabajando en lo que hacían,”Tuvieron la suerte de ponerle mano al dinero público y aprendieron a usar las dos manos para cambiar el destino de sus nietos, como si un hada madrina le hubiese tocado la puerta”-opina mi abuelita-.

¡Ay, si yo tuviera un hada madrina le diría que me gustaría tener una camioneta Hummer!

 Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo

Anzoategui - Venezuela

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