En medio del
estruendo provocado por la lucha de los partidos políticos en EEUU para
seleccionar sus candidatos a la presidencia, surge una agresiva comparsa
describiendo al pre candidato Donald Trump y lo que representa, que vale la
pena analizar:
"Donald Trump no
es una vergüenza para los EEUU, es una acusación del país con aroma de condena.
El hecho de que Trump sea quien lidera el proceso del partido conservador para
elegir a quien se deba de convertir en el ser más poderoso del
planeta--teniendo nula experiencia política y encabezando una opción que exhibe
un conservadurismo intolerante, racismo y misoginia--claramente nos indica la
gravedad del enfermo; los EEUU."
Pero esa acusación
también debe involucrar otros personajes. Con algunos matices diferentes pero
aún más venenosos, el sorpresivo éxito de la campaña de Bernie Sanders, quien
increíblemente se ubica en cerrada competencia por la nominación del Partido
Demócrata, es ya una condena. Un hombre resentido que confiesa ser socialista
asomando al comunismo, ignorante de la ciencia económica prometiendo "todo
gratis" que, si se cumpliera solo el 10% de su oferta, EEUU se podría ver
en el espejo de Cuba o Venezuela. Un hombre sin experiencia ejecutiva y que
nunca ha construido absolutamente nada. Pero lo más grave, el segmento más
importante de sus ejércitos es la juventud, lo que nos da una pista del sistema
educativo del país. ¡El país de la libertad coqueteando con el comunismo!.
Y otra acusación ante
la guadaña de una mujer tan desprestigiada como Hilary Clinton, pero que avanza
con seguridad hacia la candidatura del Partido Demócrata, es también una
condena. Una mujer que ha cometido más delitos que Raúl Salinas de Gortari;
Iniciando con su despido del grupo de fiscales a cargo de Watergate en los años
70, pasando por su ganancia de $150,000dolares con una inversión de $1,000 en
algo que hasta la fecha desconoce; futuros de ganado. Los $6 billones de
dólares desaparecidos en el Departamento de Estado bajo su mando, su descarada
forma de mentir en el caso de Benghazi, su cruzada barbárica contra todas las
mujeres atacadas por su socio, Bill Clinton, impidiendo declararan en sus
juicios. Y lo más grave, más de 30,000 mensajes de seguridad nacional--altamente
secretos y sensibles--borrados de su computadora y nadie se ha atrevido a
procesarla.
Sin embargo, creo que
una fotografía similar y las misma acusaciones, juicios y condenas se levantan
contra toda América Latina, y en especial a México. Después de sufrir las
penurias revolucionarias durante más de 70 años, luego de solo dos sexenios de
la oposición en el poder, como las mujeres golpeadas regresamos con el
golpeador.
Pero aún más
dramático es el caso de Chile. Después de más de un siglo de bacanales
económico-políticas, incluyendo la fatal administración de Salvador Allende,
llegaron los Chicago Boys para activar los detonantes (línea azul del cuadro) y
conducir a Chile al primer mundo. Pero ante el regreso de la democracia y los
socialistas, como lo indica el cuadro (línea roja), el crecimiento inició su
estrepitosa caída en manos de Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet. Llegaba entonces
al rescate de un liberal, Sebastián Piñeira, para de nuevo pintar de azul el
cuadro de la economía, pero poco duraría esa sanidad, regresaba Bachelet para,
haciendo uso del populismo, de nuevo enviar a Chile al abismo (línea roja al
final). Un abismo del que tal vez ya no se pueda rescatar.
aqui imagen
chile crecimiento economico
La manoseada
democracia acusatoria le sirvió un Obama a los EEUU. Un hombre al cual los
expertos describen como feroz socialista quien, aun sin atreverse a abandonar
el closet, no esconde la verdadera raíz de sus querencias ni las relaciones
que, desde su niñez hasta su juventud, participaron esculpiendo una confusa
personalidad y una ideología que no puede disimular. Un hombre que mientras
vacaciona en Cuba y se toma una foto con la imagen del Che Guevara en la
trastienda, Europa sufre otro abominable ataque terrorista en Bruselas, develando
el liderazgo del mundo libre abandonado que alimenta a esa manada de lobos
rabiosos, que con la misma facilidad transitan el medio oriente, Europa y muy
posiblemente EEUU.
Ante panoramas tan
confusos, ausentes de toda lógica y razón, un buen amigo me dispara una
pregunta ¿qué chingados está pasando en el mundo? mi respuesta fue casi un
reflejo; "es la democracia estúpido." Lo que Jefferson sabiamente
bautizó como Plebecracia, el mandato de las masas. La soberanía ilimitada de la
mayoría. Un sistema social en el cual el trabajo de cada uno, su propiedad, su
mente y su vida misma, están a merced de cualquier pandilla que tenga la
habilidad de obtener el voto de una mayoría, en cualquier momento y para
cualquier propósito. Pero constantemente escuchamos a los políticos esgrimir el
término; "democracia liberal", añadiendo chiltepines al potaje del
enfermo que cada día profundiza su gravedad. Democracia y liberalismo son dos
cosas totalmente diferentes y alguien afirmaba por ahí, democracia es el gemelo
del comunismo.
Afirma A. Mansuetti
Como sabiamente lo
plantearon Hayek y José Ortega y Gasset, democracia y liberalismo son
respuestas a dos preguntas diferentes. La democracia responde a la cuestión
"¿Quién gobierna?" y el liberalismo a la pregunta "¿Cuánto
gobierna?". A la primera la democracia responde "La mayoría"; a
la segunda, el liberalismo contesta " muy poco". A la democracia le
interesa sólo la primera pregunta. Al liberalismo le importa fundamentalmente
la segunda. El liberalismo carece de conciencia democrática y la democracia de
sensibilidad liberal. Al liberalismo le basta con que los Gobiernos gobiernen
poco y, satisfecha esta condición, no le interesa mucho quién y cómo los elige
y se desentiende del asunto. A la democracia le basta con que los Gobiernos
surjan de elecciones populares y por mayoría, verificada esta condición, no le
interesa cómo y cuánto gobiernan y, ante la algarabía de los políticos, se
despreocupa del asunto.
Poco tiene que ver
una respuesta con la otra; y pueden ser contradictorias, como de hecho casi
siempre lo son, a menos que la democracia sea ella misma limitada y admita la
doctrina liberal del Gobierno limitado. Es decir, se forme una democracia
liberal, algo tan difícil de lograr como un tigre manso. Para ello, debe aceptarse
que las mayorías no pueden atentar contra las libertades ni la propiedad
privada -: los mercados libres-; como lo establecían las constituciones
latinoamericanas del siglo XIX. Pero ningún paladín de la democracia quisiera
atestiguar tal acontecimiento.
Y mientras nos
ponemos de acuerdo, esgrimiendo la credencial democrática y asesorados por sus
economistas de peluquería, siguen arribando al foro de la estupidez los Obamas,
Maduros, Bachelets, los Peña Nietos, blandiendo la afilada cimitarra de lo
ilógico y ridículo ante la acusación, el juicio y condena que revela la grave
enfermedad de sus países. Tal vez este sea el juicio final.
Ricardo Valenzuela
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero
Mexico
"Cuando te des
cuenta que para producir necesitas autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican bienes, sino
favores; percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias no
por su trabajo, y las leyes no te protegen contra ellos, sino que, por el
contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la
corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un inútil sacrificio,
entonces podrás darte cuenta que esa sociedad está condenada".
Ayn Rand
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